Ley antiobesidad, en "sospechosismo"

En medio de un sospechosismo sobre el trámite legislativo, en el Senado avanzó este jueves la ley antiobesidad que considerará como enfermedades la desnutrición, el sobrepeso, la obesidad y los trastornos alimentarios; regulará la venta de productos chatarra en escuelas y hará responsables concurrentes a los padres de familia, la SEP y la Secretaría de Salud de las medidas para contrarrestar esos padecimientos que afectan al 70% de la población mexicana.

El dictamen –previamente consensuado en comisiones- fue suprimido del orden del día de la sesión de este jueves, lo que inconformó a senadores del PAN y PRD. El vicepresidente del Senado, Francisco Arroyo Vieyra (PRI), dijo que el dictamen que construyeron las comisiones era susceptible para que las reformas fueran impugnadas en los tribunales, por lo que la Mesa Directiva decidiò retirarlo. Sin embargo, el PAN y PRD pugnaron por llevarlo al pleno en primera lectura, lo cual finalmente fue respaldado por la mayoría de los legisladores, excepto algunos del sol azteca como Rosalinda López, Arturo Núñez, y Javier Orozco (PVEM).

Algunas voces de senadores daban cuenta de que las empresas de comida chatarra y refresqueras estaban detrás del freno a esta reforma.

Las reformas dotan de mayores elementos a la sociedad para ejercer su derecho a elegir su dieta de manera informada.

Faculta a la Secretaría de Salud a establecer un sistema permanente de vigilancia epidemiológica relacionado específicamente con la obesidad y los trastornos alimenticios. A normar el desarrollo de los programas relativos al sobrepeso y los trastornos de la conducta alimentaria, nutrición, la salud mental, la salud bucal, la educación sexual y la prevención de la farmacodependencia.

Como adelantó este diario, recomendaría dietas y consumos mínimos y máximos de nutrimentos; le pide coordinación con la SEP para dar seguimiento de talla y peso de la población escolar en educación básica;

A los padres de familia y tutore se les pide promover en sus hijos o pupilos la adopción de hábitos alimenticios saludables y actividades físico-deportivas.

Se prohibir la publicidad de productos chatarra y limitar la venta de los mismos dentro las escuelas públicas y privadas. En las etiquetas de alimentos y bebidas no alcohólicas incluyan sus valores energéticos, de sodio, hidratos de carbono, fibra dietética, azucares, proteínas, vitaminas, calcio y hierro.

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