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Mayo Zambada y el Minilic, las cabezas visibles
El Cártel de Sinaloa tiene una estructura que no permite los vacíos de poder. El Mayo y el Minilic representan a la vieja guardia y a la nueva generación, respectivamente.
Desde su fundación en 1960, el Cártel de Sinaloa siempre ha contado con protocolos de actuación para los relevos de sus jerarcas. Desde Pedro Avilés Pérez hasta Joaquín el Chapo Guzmán, este grupo delincuencial no deja vacíos de poder cuando tiene que cambiar de jefes.
Guzmán Loera lo describió así en la entrevista con Sean Penn: El narcotráfico no depende una persona, sino de muchísimas (....) que yo no esté no va a mermar (el tráfico de drogas) lo que es nada .
Con la reaprehensión del Chapo quedaron como cabezas visibles del cártel sinaloense Ismael Zambada García, el Mayo, uno de los personajes más emblemáticos de ese grupo y de la vieja guardia.
Además, otro de los probables dirigentes del cártel es Dámaso Lopez Serrano, el Minilic, que pertenece a la nueva generación de narcos, conocida como 2.0.
El Minilic es hijo de un exagente del Ministerio Público, Dámaso López Núñez, exjefe de seguridad del penal de Puente Grande y cómplice en la primera fuga del Chapo.
López Núñez se integró al Cártel de Sinaloa como encargado de los envíos de droga procedentes de Panamá, Bolivia y Perú.
Mientras tanto, su hijo creció bajo la sombra y el cobijo del Chapo, hasta convertirse en unos de sus hombres de mayor confianza.
El Minilic dirige uno de los grupos de sicarios más letales del país: los Ántrax, fundado por José Rodrigo Aréchiga Gamboa, el Chino Ántrax, detenido en Amsterdam en diciembre del 2014.
Aparte de los Ántrax, el Cártel de Sinaloa cuenta con siete grupos como su plataforma violenta: los Mexicles, Gente Nueva, los Cabrera, el cártel Lagunero, la Barredora, los Tigre y los Aquiles.
El Mayo Zambada inició su carrera dentro del cártel con Pedro Áviles (1960), primero, y después llegó a Guadalajara en 1983, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo, Magdaleno Coronel Villareal, el Neno y Ramón Lizárraga, quien huía del general Jesús Gutiérrez Rebollo y su Plan Canador, que aplicaba en Sinaloa contra el narco.
Tras la detención de Félix Gallardo y las muertes de Lizárraga y Coronel Villareal, a manos del Ejército, el Mayo se convirtió en el dirigente del cártel junto con Juan José Esparragoza, el Azul. A finales de los 90, ambos encabezaron las primeras narcoguerras contra los Arellano Félix y el Cártel del Golfo, dirigido por Amado Carrillo.
En esos años, tanto el Chapo, como Héctor Luis el Güero Palma empezaron a crecer dentro del cártel y quedaron como jefes una vez que el Mayo se retiró a Sinaloa y desaparecieron de la escena los Arellano y Amado Carrillo Fuentes. Al ser detenido el Güero Palma, el Chapo se quedó al frente del cártel.
En los años recientes, el Cártel de Sinaloa ha tenido sólo dos crisis de poder: la primera, cuando fue muerto Ignacio Nacho Coronel, en el 2010, lo que dio origen a un cártel local conocido como la Resistencia, que fue liquidado en dos meses tras la integración del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) comandado por Martin Beltrán Carrasco, el Águila, sobrino de Nacho Coronel.
La segunda, y vigente, es la guerra en contra del CJNG, que ahora dirige Nemesio Oseguera, el Mencho, quien desde el 2011 rompió relaciones con el Chapo Guzmán, a quien desde entonces el michoacano convirtió en su peor enemigo.
Actualmente, se calcula que el cártel sinaloense cuenta con más de 30,000 personas, con presencia tanto nacional como internacional, incluso en países europeos, de Asia y Medio Oriente.