Buscar
Política

Lectura 10:00 min

PRI y Morena en Edomex se acusan mutuamente de orquestar elecciones de Estado

El PRI culpa a Morena de querer arrebatarle la gubernatura a golpe de programas sociales federales y Morena al PRI de querer mantenerse en el poder mediante los apoyos estatales; las últimas elecciones, tanto locales como federales, retratan a los ciudadanos mexiquenses como votantes veleidosos y altamente volátiles.

Considerado como el bastión más importante de los pocos dominios que le quedan al PRI a escala nacional, el Estado de México arribó al proceso electoral para renovar su gubernatura, en un ambiente de polarización, donde las dos coaliciones con mayor posibilidad de ganar (la encabezada por el PRI y la guiada por Morena), se acusan mutuamente de orquestar una elección de Estado y a golpe de programas sociales, en una competencia que se vislumbra cerrada y ruda.

Si bien en este año también se elige gobernador en Coahuila, la entidad mexiquense concentra la atención a escala nacional. Para analistas políticos consultados por El Economista, la curiosidad tiene fundamento: es la entidad más poblada del país (16 millones 992,418 habitantes) y, por lo tanto, la que cuenta con el Padrón Electoral más grande (12 millones 724,164 electores). La menguada situación del PRI a escala nacional lo coloca en una interesante disyuntiva: mantenerse en el gobierno mexiquense 100 años o iniciar su agonía a escala nacional y las últimas elecciones, tanto locales como federales, retratan a los ciudadanos mexiquenses como sufragantes veleidosos y altamente volátiles.

Además, destacan que, por ser una entidad que envuelve las goteras del norte de la Ciudad de México, el clima de polarización nacional puede convertirse en un factor importante en la forma de votar, particularmente en municipios situados en ambos flancos de la frontera con la capital.

Asimismo, los partidos en competencia han comenzado ya a implementar campañas de guerra sucia o al menos poco ortodoxas en redes sociales, espectaculares y bardas.

Si bien será hasta el 2 de abril cuando se avalen las candidaturas, ya están definidas las que se espera sean las más competitivas. La coalición Va por el Estado de México, integrada por PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza designó a la exsecretaria de Desarrollo Social del gobierno mexiquense, Paulina Alejandra del Moral Vela, mientras que la coalición Juntos Haremos Historia, conformada por Morena, PT y PVEM designó como su abanderada a la exsecretaria de Educación del gobierno federal, Delfina Gómez Álvarez.

Movimiento Ciudadano se apresta a designar al exsenador, Juan Zepeda Hernández y cuatro ciudadanos pretenden cumplir los requisitos para registrarse como candidatos sin partido.

PRI llega menguado pero con una estructura local fuerte y bien aceitada

Para el analista Bernardo Barranco Villafán, coordinador del libro “El regreso al infierno electoral. Las elecciones de 2023 y el juicio final del PRI, editado por Grijalbo y que se presentará en los próximos días, a escala nacional, el PRI llega menguado. Al final del sexenio del presidente Peña Nieto, aún tenía alrededor de 20 gubernaturas y hoy tiene tres, una de ella ganada con aliados.

“Llega con una estela amplia de decaimiento, con una colección de importantes fracasos y errores”.

Sin embargo, recalcó que el PRI en el Estado de México representa la sede del Grupo Atlacomulco y es un partido sólido, con cuadros, disciplinado y vinculado al poder.

Eso sí, le representa un problema muy serio en la construcción de una narrativa electoral, los elevados niveles de pobreza, desigualdad, corrupción y feminicidios, entre otros problemas sociales en la entidad, los cuales no ha podido resolver a lo largo de más de 90 años.

Por ello, hasta ahora se centra en la crítica a la falta de solución a problemas nacionales como, inflación, corrupción, crisis sanitaria, entre otros.

Por su parte Juan Luis Hernández Avendaño, expuso que el desgaste político que presenta el PRI frente al electorado no es de coyuntura, sino de haber ejercido el poder durante más de 90 años, lo cual le hará incluso más difícil de lo que le resultó hace seis años mantener la gubernatura.

De acuerdo con datos del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), en las elecciones de 2017, Alfredo del Mazo Maza, postulado por PRI-PVEM-NA-ES, obtuvo 34.73% de los votos, mientras que Delfina Gómez Álvarez, de Morena 31.86%. Es decir, la diferencia fue de solo de 2.87 puntos porcentuales.

Para el también rector de la Universidad Iberoamericana Torreón, de manera paralela a la debacle priista en la entidad ha ocurrido un crecimiento importante de la llamada izquierda.

Desde los tiempos del PRD ya había un crecimiento importante, particularmente en el oriente de la entidad, como Chalco, Nezahualcóyotl, Ecatepec y Texcoco, recordó.

En ese sentido, Juan Carlos Villarreal Martínez, director general del Centro de Planeación Estratégica y Prospectiva Política (Ceplan) destacó que para el Revolucionario Institucional, la elección del próximo 4 de junio, significa el último reducto de la forma de hacer política del Grupo Atlacomulco, que lo ha mantenido en el poder y que está íntimamente relacionada con el control del presupuesto público y el clientelismo político.

En ese aspecto, llamó la atención en que el hecho de que en esa entidad estén separadas las elecciones de gobernador de las de Congreso estatal y ayuntamientos, le ha dado una ventaja comparativa al priismo, porque, habiendo un solo cargo en disputa, las condiciones de organización de su ejército electoral son más ventajosas.

Destacó que, a escala estatal, cuenta con una fuerte estructura electoral y, dado que ahora va en alianza con el PAN y el PRD, cuenta con muchos operadores políticos.

Incluso recuerda que apenas hace unos meses se decía que en esa entidad se venían tiempos difíciles para el PRI y se apreciaban divisiones internas, pero lo que ocurrió fue que, frente al miedo a la derrota, todos aquellos que estaban en la periferia del acuerdo político con el PAN y el PRD, se han terminado integrando.

Morena iniciará las campañas arriba en las encuestas, pero con registros electorales de 2021 a la baja

Juan Luis Hernández Avendaño, destacó que las encuestas colocan a Delfina Gómez con una perspectiva positiva, antes de que inicien formalmente las campañas.

“El partido del presidente y sus aliados arrancará las campañas con un espacio para crecer o para mantener la diferencia de intención del voto, a veces de hasta 10 o 15 puntos”, indicó.

Por su parte, Bernardo Barranco Villafán expuso que Morena se presenta a esta elección con el respaldo del gobierno Federal. El presidente Andrés Manuel López Obrador está detrás de la oferta de cambio que presenta su candidata, quien ha prometido poner fin a casi 100 años de abusos y autoritarismos del PRI en la entidad.

A Delfina Gómez la presentan como una candidata de origen popular, que conoce las necesidades del pueblo que va a gobernar en la perspectiva de una población mayoritariamente en pobreza.

Destacó que suma a sus intenciones de triunfo el hecho de haber limado asperezas con Higinio Martínez, que era el candidato natural.

Para el analista, también juega a favor de este partido el beneficio de la duda que le ofrecen los electores, cuando ofrece poner fin a los abusos, el autoritarismo, la corrupción y el agandalle del presupuesto que representa el tricolor.

Al respecto Juan Carlos Villarreal Martínez destacó que, para avanzar en su intención de cambio de régimen político en el país, Morena necesita derrotar al PRI del Estado de México.

Aumenta cobertura de programas sociales

Dado el interés que tiene la elección mexiquense en el escenario nacional se espera que haya operación política desde fuera del estado.

Sí veo al gobierno federal haciendo lo más necesario con todos los recursos federales posibles para hacer muy competitiva la candidatura de Delfina y que lo que hoy señalan las encuestas se mantengan en los próximos cinco meses, señaló Juan Luis Hernández Avendaño,

Por su parte Juan Carlos Villarreal Martínez afirmó que Morena tiene en el Estado de México la estructura que han tejido durante los últimos años desde la capital del país, mediante el uso de los llamados Siervos de la Nación, que son los encargados de la dispersión de los programas sociales del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y que son la estructura más extendida y con mayores recursos.

En su opinión, Morena está enfocada en su electorado duro. Apuesta a su voto duro.

Consideró que va a haber recursos de todos lados; grupos empresariales, gobernadores y artimañas.

De acuerdo con datos del gobierno federal, en el Estado de México 2.9 millones de personas son beneficiarios de programas sociales, de esos, 46.86% viven en municipios gobernados por PRI, PAN o PRD (78) y 49.45% en gobernados por Morena, PT o PVEM (37).

Según el gobernador Alfredo del Mazo, el programa Familias Fuertes Salario Rosa suma más de 600,000 beneficiadas. De esa cantidad 118,720 fueron sumados el año pasado.

Ponen en entredicho autonomía de autoridades electorales

Por otra parte, Bernardo Barranco Villafán Expuso que históricamente el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), en los hechos, nunca ha dejado de ser la vieja Comisión Estatal Electoral, que representaba los intereses del gobierno del estado.

Salvo periodos muy coyunturales ha tenido independencia y autonomía. Es un apéndice del sistema político local priista.

Lo mismo ocurre con los tribunales electorales, y las Juntas Distritales Electorales, de tal manera que la gran fortaleza que tiene el PRI en el estado es la prevalencia del control de los órganos electorales.

Dijo que tan solo del IEEM, seis de los siete consejeros, están totalmente plegados al partido.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional Electoral, en 2018 de los 41 distritos electorales en el Estado de México Morena y sus aliados obtuvo 37 y en 2021 solo 27, es decir perdió 10, mientras que el PRI y sus aliados obtuvo 4 en 2018 y 17 en 21, es decir sumó 13.

En cuanto a la elección de municipios, el PRI y sus aliados ganaron 61 en 2018 y 77 en 2021, lo que quiere decir que aumentaron 16, mientras que Morena y sus aliados ganaron 55 en 2018 y 36 en 2021, lo que quiere decir que perdieron 19.

En cuanto a los distritos electorales locales de los 45 en 2018 Morena y sus aliados ganaron 42 y 22 en 2021, lo que quiere decir que perdieron 221 mientras que el PRI y sus aliados en 2018 solo ganaron tres y en 2021 23, es decir ganaron 20 más.

Avizoran elección cerrada donde los errores contarán

Ante esa situación, lo que se espera es que sea una elección cerrada, altamente competitiva, donde la diferencia puede ser el que cometa menos errores durante la campaña, tanto en lo que tiene que ver con el respeto a las reglas electorales, como en la operación política,

Así lo consideró Juan Carlos Villarreal Martínez, quien destacó que dado que se trata de un electorado muy beligerante, los que van a definir la elección son los indecisos y los apartidistas, incluidos los que votaron en el pasado por Morena y en estos momentos no saben si votarán nuevamente por ese partido. “Será un despliegue impresionante de talentos y de mañas”.

En tanto Juan Luis Hernández Avendaño, planteó que, si Morena gana, habrá dado un paso muy importante para la elección presidencial de 2024, porque sumará el control territorial del Estado de México para la estrategia de 2024 y si la alianza PRI-PAN-PRD gana el Estado de México será un reservorio de votos muy importante para hacer muy competitiva esta alianza en 2024.

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas