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PRI y PAN, enfrascados en falso debate: Bohórquez
El Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cayeron en un falso debate en relación con el sistema nacional anticorrupción, por lo que debe evitarse a toda costa la posibilidad de que no sea aprobado, advirtió Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana.
El Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cayeron en un falso debate en relación con el sistema nacional anticorrupción, por lo que debe evitarse a toda costa la posibilidad de que no sea aprobado, advirtió Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana.
En entrevista, el analista explicó que ambos partidos hablan de un sistema para combatir la corrupción; lo que discuten son los mecanismos para dar mayor eficacia al mismo.
Acción Nacional, dijo, correctamente pelea por muevas facultades y atribuciones para la Auditoría Superior de la Federación y el tricolor plantea la necesidad de un órgano de carácter político -un consejo nacional- donde se sienten los gobernadores a trabajar. El tema no es si el presidente preside este consejo, sino que además del sistema anticorrupción se necesita un órgano que pueda poner a todos los gobernadores a trabajar en el mismo sentido .
Por lo anterior, el director de Transparencia Mexicana comentó que ambos partidos políticos están entrapados en un falso debate, porque ambos partidos quieren un sistema nacional anticorrupción (...) Hay que evitar a toda costa que un falso debate haga imposible aprobar un sistema nacional anticorrupción .
Expuso que es un mérito que en toda esta conversación entre la clase política, la sociedad civil y la academia se dejó atrás la idea de la comisión nacional anticorrupción para dar paso a un sistema, pues se reconoce que no puede haber un sólo órgano que resuelva el problema de corrupción en el país; se requieren muchas agencias que interactúen y trabajen con mecanismos más efectivos.
Indicó que las piezas básicas de un sistema anticorrupción son: un órgano interno de control robusto; un órgano externo de control, es decir la Auditoría Superior de la Federación; un tribunal especializado y la profesionalización del Poder Judicial.
Consejo de Ética no es viable, según ONG
Para organizaciones no gubernamentales (ONG), la pretensión de crear un consejo de integridad (o ética), como parte central del sistema anticorrupción, no representa una opción viable, ya que el órgano estaría encabezado por el presidente de la República y conformado por gobernadores.
El rechazo de organizaciones integradas en la Red por la Rendición de Cuentas se debe a la intención de imponer un consejo formado por los representantes de la clase política, quienes tendrán la tarea de promover la ética pública.
Cabe mencionar que la creación del consejo de integridad fue incorporado a las iniciativas de reforma en el Congreso de la Unión, aunque esta figura no fue propuesta por ninguna organización civil. Es decir, la iniciativa surgió desde los partidos políticos y se identificó al Partido Acción Nacional por proponerla.
En la Red por la Rendición de Cuentas hubo incertidumbre, porque de momento en la Cámara de Diputados surgió la propuesta -proveniente del PRI-, en el sentido de que el consejo fuese pieza importante en el sistema nacional.
Incluso, en este consejo estarían el titular del Ejecutivo federal y los gobernadores, propuesta que para las organizaciones civiles no es viable, porque el consejo estaría subordinado. Y es que, explicaron las ONG, los entes sujetos a escrutinio no pueden tener la responsabilidad de vigilarse a sí mismos.
Recientemente, Mauricio Merino, integrante de la Red por la Rendición de Cuentas, fijó una posición al respecto de dicha propuesta.
He aquí la oferta del gobierno del presidente Peña Nieto en una de las materias más delicadas y graves del país: el control presidencial de los puestos, de los dineros, del acceso a la información y del castigo a los corruptos, mientras las causas del problema permanecen y la sociedad es invitada, generosamente, a sumarse a un pacto nacional que carece de los medios más elementales para exigirle cuentas al poder .