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Política

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Politización, la falla más grave en distribución de vacunas por la pandemia Covid-19 en México: Comisión Independiente

El retraso en la aplicación de vacunas en México, indica la Comisión Independiente, puede tener distintas explicaciones; pero que “la falta de información pública disponible dificulta encontrar respuestas claras”. 

Foto: AFP

En México, la falla más grave fue la politización en la distribución de vacunas, señaló el informe “Aprender para no repetir” de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México. 

En el reporte, se identifican hasta seis situaciones: 

  • Las autoridades sanitarias mexicanas no siguieron puntualmente las recomendaciones de expertos nacionales e internacionales.
  • Ciertos gremios fueron favorecidos (maestros), en tanto que otros fueron excluidos (médicos del sector privado). 
  • La distribución de vacunas estuvo altamente militarizada y politizada, al usar “siervos de la nación” como agentes comunitarios. 
  • La estrategia nacional de vacunación se definió por un modelo centralizado de toma de decisiones y tácticas políticas que favorecieron al partido en el poder. 
  • El almacenaje, la distribución y aplicación de vacunas tuvieron, como otras decisiones durante la gestión de la pandemia en México, lógicas más políticas que técnicas

Las posibles razones detrás del retraso: logística, dudas y política 

El retraso en la aplicación de vacunas en México, indica la Comisión Independiente, puede tener distintas explicaciones; pero que “la falta de información pública disponible dificulta encontrar respuestas claras”. 

Lo más probable, se lee en el informe, "es que la demora se deba a una mezcla de los siguientes factores": 

  • Fallas operativas y técnicas: 
  • Escepticismo de la población sobre las vacunas
  • Politización (y centralización) de la campaña de vacunación. 

Fallas Operativas y técnicas

En informe habla de posibles accidentes en la cadena de suministro –como las pérdidas de dosis en las rutas de transporte–, otras fallas operativas pudieron ocurrir en el manejo del equipo especializado (como el uso de jeringas de mayor calibre), falta de personal y en el tratamiento de la red de frío. 

Además, se menciona que el modelo operativo de aplicación en México difiere de otros países. Mientras que en Colombia y Chile, por ejemplo, los gobiernos centrales distribuyen las vacunas a gobiernos locales, donde hay centros de vacunación permanentes, en México se optó por la aplicación de vacunas en centros itinerantes de vacunación en los municipios. 

Abrir un centro de vacunación es costoso y tardado; implica mucho trabajo logístico: se requieren dosis suficientes mientras hay incertidumbre sobre el volumen y las fechas de llegada. 

Escepticismo de la población sobre las vacunas

De acuerdo con el reporte, entre la población había cierta desconfianza frente a las vacunas chinas, rusas y cubanas. “No obstante, se requiere de un estudio más elaborado para comprobar esta hipótesis”. 

Los datos de Ensanut 2020 apuntan a que el grado de aceptación sobre la vacuna contra COVID-19 en la población mexicana fue de 62.3% mientras que el rechazo fue de 28.2% y el escepticismo de 9.5%. 

El rechazo y las dudas sobre la vacuna se asociaron a ser mujer, ser mayor, tener menor nivel educativo y socioeconómico y trabajar en el sector informal.

Si bien hay estudios que revelan cambios en la percepción pública durante la pandemia en distintos países, llama la atención que, aunque globalmente se observa un aumento en la aceptación, en México hubo una disminución al 73.6% en 2022, un 9.4% menos respecto al año previo. 

Este descenso refleja variaciones en la aceptación y en la indecisión tanto en personas vacunadas como en las no vacunadas.

Las preocupaciones de la población mexicana en torno a las vacunas se pueden deber a distintos factores: desde la desinformación que se llega a difundir en algunos medios de comunicación y redes sociales, hasta la desconfianza hacia las vacunas adquiridas por el gobierno mexicano que no están avaladas por la OMS (es el caso de Sputnik V y Abdala) y su administración antes de la conclusión de pruebas clínicas de fase 3. 

Politización y centralización 

En tercer lugar, la centralización de la política nacional de vacunación y la politización de las brigadas correcaminos pudieron incidir tanto en problemas logísticos como en barreras de acceso, se destaca en el informe de la Comisión Independiente. 

  • Por un lado, coordinar la estrategia de vacunación desde la oficina presidencial y la subsecretaría de Salud sin dejar mucho margen de maniobra a los gobiernos estatales pudo haber acrecentado los obstáculos en la instalación de equipo y de distribución de biológicos. 
  • También, por la naturaleza itinerante y efímera de los centros de vacunación, el acceso, sobre todo en comunidades marginadas, pudo quedar comprometido. 
  • Por otro lado, desplegar grupos en los que hay más promotores de programas sociales que personal médico y técnico revela la importancia de las lealtades políticas en una campaña de vacunación implementada durante campañas electorales.

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