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Política

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¿Por qué México debe entregar agua a Estados Unidos? Esto es lo que dice el Tratado de Aguas de 1944

El Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos habla de una distribución de este líquido entre ambos países, pero no siempre ha sido en buenos términos

Foto EE: Nayelly Tenorio

El agua es uno de los recursos naturales que tiene mayor demanda en el mundo debido a su importancia para los seres vivos, y esto lo hace tan preciado que se ha llegado a utilizar como motivo de conflictos internacionales o de acuerdos en común, como es el caso del Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos. 

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indica que algunos países de África y el Medio Oriente han estado cerca de conflictos bélicos por el acaparamiento y concentración del agua, causando desplazamientos forzados y la muerte de personas. 

Y también hay que tomar en cuenta una variante más: el cambio climático, un actor que provoca temperaturas altas en zonas del planeta que no las padecían, suscitando la escasez de este líquido vital y que las sequías duren más tiempo, o en casos más terribles, que desaparezcan los cuerpos de agua. 

¿Qué dice el Tratado de Aguas? 

El Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos indica que México atribuye agua a Estados Unidos del río Bravo (un volumen de 432 millones de metros cúbicos al año), mientras que Estados Unidos destina agua a México del Río Colorado (un volumen de 1,890 millones de metros cúbicos anuales), asignándolas de esta forma: 

La entrega de agua entre ambas naciones es por ciclos de cinco años seguidos, pero en caso de que exista sequía extraordinaria, el faltante deberá ser cubierto en el siguiente ciclo, pero si las presas internacionales se llenan con agua de su propiedad, el ciclo se considera concluido y los faltantes se cancelan. 

Un ejemplo de lo anterior sucedió en el ciclo 24, el cual terminó el 26 de septiembre de 1992 porque la capacidad de los Estados Unidos en las dos presas internacionales se llenó con agua de su propiedad, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). 

¿Quién regula el Tratado? 

La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), vigila y aplica los Tratados y convenciones sobre límites y aguas, además de regularlos y ejercer los derechos y obligaciones asumidos para solucionar las diferencias surgidas luego de ser aplicados. 

Lo integran una Sección mexicana y una Sección estadounidense; a cada una las dirige un comisionado ingeniero que designa el presidente de su respectivo país. Las oficinas centrales en México están en Cd. Juárez, Chihuahua y las de Estados Unidos en El Paso, Texas, en el punto medio de la frontera México/Estados Unidos, y la separación geográfica de la línea divisoria fluvial y la línea divisoria terrestre. 

Ingenieros de cada país que forman parte de las oficinas de campo (ubicadas en diversas ciudades de la frontera) supervisan en conjunto y a diario, los proyectos internacionales que van desde construir, operar y mantener obras, hasta la hidromedición de las corrientes internacionales que se requieren para contar y determinar la propiedad de las aguas del Río Bravo y del Río Colorado. 

La sequía de la discordia 

La Conagua indica que el 27 de septiembre de 1997 concluyó el ciclo 25 con un faltante de 1,264 millones de metros cúbicos (Mm3) que aumentaron durante el ciclo 26 hasta llegar a 1,775 Mm3 en el segundo año de ese ciclo, aunque México argumentó la sequía que padecía en la cuenca del Río Bravo. 

Sin embargo, ese faltante escaló a niveles políticos, en donde los entonces presidentes de México y Estados Unidos, Vicente Fox Quesada y George W. Bush tomaron el tema como prioritario para después firmar el Acta 307 de la CILA el 16 de marzo de 2001, donde se recomendó a las dos naciones trabajar en conjunto para identificar medidas que ayuden a manejar la sequía. 

El problema más reciente entre los dos países por causa de la sequía ocurrió en octubre de 2020 en la cuenca del Conchos, Chihuahua, previo al ciclo 35; México tuvo que trasvasar agua de las presas en el cauce del Río Conchos hacía las presas internacionales “La Amistad” y “Falcón” en la cuenca baja del Río Bravo. 

Pero el agua trasvasada estaba en volúmenes concesionados para campesinos, poniendo en riesgo el año agrícola que estaba en curso y las unidades de riego en Chihuahua, además de que la cantidad estimada superaba el déficit. 

Esa estrategia también era para dar agua a los concesionarios mexicanos que estaban cuenca abajo del Río Bravo, y que recibirían 2,462 Mm3 que les ayudarían a seguir con sus actividades productivas. 

La UNAM menciona que el conflicto escaló entre los campesinos de Chihuahua y Tamaulipas, además de que dejó dos muertos y los gobiernos de México y Estados Unidos terminaron firmando el Acta 325, en que los estadounidenses se comprometieron en brindar ayuda humanitaria a nuestro país cuando no pudiera cumplir con el agua para uso doméstico o público-urbano en la cuenca baja del Bravo. 

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