Primero en cultivo de amapola en AL

México se coloca como el principal productor de amapola en el continente Americano, reveló el Informe Mundial Sobre las Drogas 2013 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés).

Presentado ayer en Viena, el documento detalla que el país ocupa el primer lugar en plantaciones de adormidera, amapola o planta del opio, utilizada en general para fabricar heroína y morfina.

La UNODC reporta que de acuerdo a estimaciones, la producción mexicana de esta flor, aumentó 30 veces más que la colombiana. Al tiempo que los decomisos de heroína en México alcanzaron a los realizados en Colombia en el 2011.

Afganistán es el principal productor de opio en el mundo, con 154,000 hectáreas registradas en 2012, y hay de 36 a 56 millones de consumidores de estupefacientes derivados de esta planta.

En América, México es el principal productor de opio aunque Colombia es la nación que suministra más heroína a Estados Unidos; esto ocurre a pesar de que la producción de opio y heroína en Colombia declinó entre 1998 y el 2007 y volvió a disminuir en el 2011.

Con base en datos estimados por el Departamento de Estado de la Unión Americana, la UNODC reporta que los cultivos de adormidera aumentaron en México 181% en 13 años, alcanzando 12,000 hectáreas en el 2011. En contraste, Colombia tiene 341 hectáreas.

Al respecto, el representante en México de la UNODC, Antonio Mazzitelli, expuso que México siempre ha negado estas cifras y, ante la falta de la información, la oficina tuvo que acudir a las estimaciones estadounidenses.

Respecto del aumento de la producción de la adormidera en México, Mazzitelli consideró: Las implicaciones son relacionadas a las ganancias o al poder que puede tener quien maneja el mercado del opio y de la transformación de opio en heroína, con esta producción, que es interna .

El Cártel de Sinaloa es quien controla la mayor parte a este cultivo en el pais, el cual tiene como principal destino Estados Unidos.

COCAíNA Y MUERTE

Por otro lado, el texto detalla que en el 2000 creció la importancia de Centroamérica para el flujo de la cocaína, ante el aumento de políticas antinarcóticas en México y en Estados Unidos, lo cual incrementó la violencia en la región.

Mientras el flujo de cocaína en la región declinó en periodo comprendido entre el 2006 al 2011, una parte de éste se movió hacia Centroamérica debido a que el crimen organizado buscó una ruta alternativa y escogieron principalmente la frontera entre Guatemala y Honduras, convirtiendo a esta zona en una de las más peligrosas junto con las costas hondureñas, y los bordes de Guatemala con Belice y México.

ana.langner@eleconomista.mx