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TEO será rebasado, si no recuperan ecosistemas
Los grandes desarrollos hidráulicos como el Túnel Emisor Oriente (TEO), programados para resolver el problema de las inundaciones en México están destinados a ser rebasados de no realimentar los mantos friáticos a través de las barrancas y las zonas forestales que aún se mantienen en el Valle de México.
Los grandes desarrollos hidráulicos como el Túnel Emisor Oriente (TEO), programados para resolver el problema de las inundaciones en México están destinados a ser rebasados de no realimentar los mantos friáticos a través de las barrancas y las zonas forestales que aún se mantienen en el Valle de México, aseguró Víctor Souza, arquitecto de la firma IGH, Inteligencia Hidráulica.
Souza, quien colaboró con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para generar el proyecto Las directrices para el manejo de las Barrancas para el poniente de la Ciudad, el cual determinó la capacidad de infiltración de la cordillera volcánica que separa el Valle de Toluca del de México.
El arquitecto expresó que en esa zona existen 18 cuencas con 33 barrancas repartidas desde Naucalpan hasta la cordillera del Ajusco, en las delegaciones Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, las cuales son capaces de absorber 1000 veces la lluvia que cae en el Valle de México, no obstante presentan severos daños por invasiones, contaminación y construcciones ilegales.
Souza expresó que se requiere de voluntad política y visión a mediano y largo plazo para que los planes actuales de limpieza y rehabilitación de estas zonas prosigan, ya que estas regiones naturales son capaces de absorber 1000 veces más la cantidad de agua de lluvia que cae en el Valle de México.
Por su parte, el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, sostuvo que la Agenda 2020- 2030 contempla proyectos para recuperar la capacidad de infiltración que tienen las montañas, cuencas y barrancas, tales como la limpieza de las 33 barrancas de la Ciudad de México y zona metropolitana por lo que, afirmó, alimentará el subsuelo y reducirá los hundimientos que provocan las fisuras y rupturas de las tuberías y obras hidráulicas.
Para recuperar estos ecosistemas, Souza explicó que se requiere resolver el problema de compactación de suelos y recuperar el bosque, el cual originalmente tenía una absorción del 100% de la lluvia; sin embargo, esta característica se perdió en las zonas bajas debido a la deforestación de pastizales y organismos propios de la naturaleza, urbanización e introducción de flora exótica como los árboles de eucalipto.
Los Emisores están diseñados a contra lógica, expresó ya que juntan el agua negra con la de lluvia. Ante ello, el arquitecto aseguró que es posible revertir este problema si se adoptaran algunas líneas de drenaje específicamente para transportar agua limpia, y desconectando paulatinamente la descarga de aguas negras.
Ante las condiciones geográficas en las que se encuentra construido el Distrito Federal y su zona conurbada, el TEO es indispensable; sin embargo, si no se da seguimiento a los programas de recuperación de bosques y barrancas a la par, este emisor estará destinado a ser rebasado.
Por su parte, Luege Tamargo explicó que se requiere respetar los polígonos de protección ambiental en los que no se puede construir, para que estos proyectos fructifiquen, pero para ello se requiere orden municipal para restringir usos de suelo y evitar construcciones o tiraderos de basura.
Para solucionar el problema de descargas de aguas negras en ríos, el Titular de Conagua dijo que se requieren plantas de tratamiento, las cuales, aseguró, hay 58 en construcción. Dentro de ellas el proyecto más importante: la planta de Atotonilco, Hidalgo, que tratará 60% de las aguas del Valle de México para entregárselas a los agricultores, quienes hoy en día emplean el agua sucia que se descarga de la ciudad de México.
alangner@eleconomista.com.mx