Caja Popular Mexicana cumple una semana con casi todas sus operaciones caídas

Debido a una supuesta actualización en sus sistemas, Caja Popular Mexicana, la sociedad cooperativa de ahorro y préstamo (socap) más grande del país, tuvo fallas en sus operaciones durante esta semana, las cuales le impidieron brindar sus servicios normales a sus más de 3.3 millones de socios en el país. 

Este viernes, en la sucursal de Los Reyes la Paz, Estado de México, diversos socios de la socap que iban a realizar algún trámite con la entidad tuvieron que conformarse con las explicaciones de los ejecutivos de la cooperativa que afirmaron que se trataba sólo de "una actualización de sistemas" y que se les informaría por los canales de la organización, cuándo se reanudarían sus operaciones.

En redes sociales, los cuestionamientos no cesaron durante parte del día y la cooperativa afirmó, por dicha vía, que la operación en algunas de sus 484 sucursales se había restablecido, pero no en todas. 

Algunos socios afirmaron que estas fallas en sus servicios, no sólo en sucursales, sino también en su aplicación móvil, específicamente para operaciones con el Sistema de Pagos Interbancarios (SPEI), comenzaron desde inicios de esta semana.

De acuerdo con el estado de conexión de las instituciones participantes del SPEI, la última conexión de esta entidad a este sistema fue el pasado 16 de julio y desde esa fecha no hay algún registro de la institución en este sistema. 

Hace algunos días, la cooperativa publicó un comunicado en distintos medios de comunicación en donde reconoció las fallas en la operación de sus servicios; sin embargo, indicó que comenzó a reanudar su actividad de manera paulatina. 

Hasta este viernes, las únicas operaciones en línea que permitía, vía su aplicación CPM Móvil y CPM en Línea, eran las de traspasos entre propias cuentas y entre cuentas de otros socios, así como disponer de la línea Credinámico, además de los pagos de préstamos. 

"Si el vencimiento de sus pagos ocurre en los días que la sucursal no estuvo disponible, este se reprogramará una vez que quede regularizado el servicio, para que su historial crediticio no se vea afectado, ni se cobren intereses moratorios", detalló la firma en el comunicado donde aseguró que el dinero de las cuentas de sus socios está seguro. 

¿Y el plan de contingencia? 

Hasta la publicación de esta nota, ninguna de las autoridades regulatorias ofreció una postura sobre el tema de las afectaciones en las operaciones de la socap más grande del país. 

En este escenario, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que preside Jesús de la Fuente Rodríguez, no ofreció su postura respecto al plan que esta cooperativa, al igual que todas, debe de aplicar para garantizar la continuidad de sus servicios ante contingencias. 

Las disposiciones de carácter general aplicadas para las socaps, en su artículo 31, inciso C, numeral 4, obligan a estas instituciones a diseñar planes de contingencia, con el fin de asegurar la capacidad y continuidad de los sistemas.  

"Dichos planes deberán comprender las medidas necesarias que permitan minimizar y reparar los efectos generados por eventualidades que, en su caso, llegasen a afectar el continuo y permanente funcionamiento de los servicios", refiere la normativa. 

Asimismo, este órgano regulador no informó si esta situación representa un riesgo para el resto del ecosistema financiero. 

Tampoco la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), que preside Óscar Rosado Jiménez, dio una respuesta ante cuestionamientos sobre este caso y pese a que, distintos usuarios en redes sociales pidieron el actuar del organismo para apoyarlos en caso de que se concrete alguna afectación para ellos. 

Impera hermetismo 

Distintas fuentes del sector de ahorro y crédito popular consultadas al respecto se mantuvieron en el hermetismo, saben que la situación que atraviesa la cooperativa de ahorro y préstamo más grande del país, con activos por más de 89,600 millones de pesos, no es cualquier evento. 

Tradicionalmente, el sector, que se caracteriza por ser disciplinado en materia regulatoria, demuestra cautela ante eventos inusitados que viven algunas cooperativas.  

Por ejemplo, en el incidente de ciberseguridad que sufrieron algunas entidades financieras en el 2018, entre ellas una socap, distintas instituciones del sector optaron por retrasar la implementación de algunas funcionalidades. 

En aquella ocasión, Caja Las Huastecas fue la afectada; sin embargo, otras instituciones del sector que ya tenían planes para el lanzamiento de nuevos productos, como el servicio del SPEI, retrasaron su salida. 

Hasta el momento, nadie ha afirmado ni ha dicho que la situación de Caja Popular Mexicana se trate de un incidente de ciberseguridad y en el tablero de Banxico que reporta esta clase de eventos, no hay registro alguno que dé indicio que la cooperativa esté envuelta en un incidente de esta naturaleza, al menos, hasta el pasado 17 de julio.