El país no lo ha hecho mal en la parte económica y tiene muchas oportunidades a futuro: BBVA México

“Si nos hubiéramos parado en el 2018 y viendo lo que está ocurriendo hoy, sabiendo que venía una pandemia en medio, pues el balance es un país que no lo hizo tan mal en la parte económica, y que tiene muchas oportunidades de cara al futuro”, considera Eduardo Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México.

En entrevista, menciona que entre las cosas positivas que se hicieron en la actual administración destaca, principalmente, mantener una disciplina fiscal, incluso en la pandemia.

“Hay que resaltar la disciplina fiscal que sorprende en una administración que tenía estas promesas, que muchas las cumplió, pero mantuvo la disciplina, incluyendo la pandemia, fuimos uno de los países menos endeudados no sólo del continente, sino en general de los emergentes”, explica.

En segundo lugar, menciona, la estrategia desde el punto de vista laboral fue bastante buena y contundente, que hoy se refleja en la demanda interna del país.

“Cuando digo estrategia laboral la dividiría en dos: los cambios estructurales relacionados con la ley del outsourcing, por ejemplo, y toda la política de aumento al salario mínimo que, si bien no es sólo de esta administración, pues se acelera en esta administración y genera una mayor masa salarial y más consumo”, dice.

Otros temas que califica de buenos durante la administración que está por concluir son: la reforma al sistema de pensiones, y los programas sociales.

“Hay una mayor distribución de dinero a un colectivo que tenía déficit desde el punto de vista del ingreso, aunque hay unos programas que funcionaron mejor que otros”, señala.

Pendientes, una oportunidad

Por otra parte, respecto a los pendientes que deja el gobierno saliente, Eduardo Osuna menciona que son varios, pero que hay que verlos como una enorme oportunidad para la próxima administración.

Uno de éstos, dice, es cómo aprovechar la oportunidad que tiene México de cara a la atracción de inversión extranjera, pero también cómo incentivar a que los empresarios mexicanos inviertan más.

Otros que menciona son: corregir el déficit fiscal en el 2025; definir el modelo de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex), y resolver los problemas básicos de infraestructura que tiene el país.

“Sí hay un reto de cara al 2025, entonces lo primero que hay que resolver es mantener la disciplina fiscal”, subraya.

En cuanto a los temas de infraestructura, refiere que los pendientes abarcan desde energía eléctrica, logística, carreteras, puertos, aduanas, transporte de carga, y el tema hídrico, por mencionar sólo algunos.

“Este (último) es un tema que no se puede resolver de corto plazo, es una política transexenal”, enfatiza.

De igual forma, comenta como tema pendiente el Estado de derecho y la seguridad.

“En la medida que mejoremos el Estado de derecho en este país, seremos capaces de atraer más inversiones, y aquí hablo desde el punto de vista del cumplimiento de las leyes en México, pero también del respeto a las reglas del Tratado de Libre Comercio”, argumenta.

Agrega: “el otro pendiente, que lo estamos viendo en estos días, es el deterioro de la seguridad física, yo creo que ese es un gran tema pendiente para la siguiente administración. No es un tema solamente de este sexenio, es un tema que venimos arrastrando y que lo tenemos que resolver, porque eso también frena la inversión y esa percepción de confianza de que puedo gastar en México. Tiene efectos negativos en diferentes ámbitos de la vida nacional”.

Ventajas

“¿Estos pendientes son algunos de los puntos principales que debería tener la agenda 2024-2030?”, se le pregunta al banquero: “Correcto, y sobre todo lo que tenemos que enfocar es: México es un país que tiene grandes oportunidades hacia adelante”.

Entre las ventajas que tiene, agrega, es la cercanía con Estados Unidos, una economía abierta, la demografía que sigue demandando cosas básicas en términos de vivienda y consumo para los hogares.

“Además, tenemos una enorme oportunidad desde el punto de vista de esta atracción de inversión extranjera, que la diferencia entre hacerlo bien, mal o medianamente bien, es crecer uno o dos puntos adicionales del Producto Interno Bruto de anera sostenida y eso transforma al país para esta generación y las siguientes”, apunta.

Tenemos una enorme oportunidad desde el punto de vista de esta atracción de inversión extranjera, que la diferencia entre hacerlo bien, mal o medianamente bien, es crecer uno o dos puntos adicionales del PIB de manera sostenida y eso transforma al país para esta generación y las siguientes.

eduardo.juarez@eleconomista.com.mx