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Infraestructura en zonas rurales, el reto de México en servicios financieros digitales
El gran tamaño de México repercute en una marcada división rural y urbana.
A pesar de que México cuenta con un marco regulatorio sólido para la expansión de servicios financieros de forma digital, que permite potenciar el avance en la inclusión financiera en el país, la falta de infraestructura en zonas marginadas, principalmente de telecomunicaciones, es uno de los principales retos para avanzar en la expansión de este tipo de servicios.
De acuerdo con el reporte reciente El Ecosistema Digital de los Servicios Financieros en América Latina y el Caribe, elaborado por la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI), México destaca entre los países de la región por contar con un entorno normativo favorable para fomentar la expansión de servicios digitales.
“México cuenta con un entorno normativo favorable para fomentar la expansión de los servicios financieros digitales, con la reciente Ley Fintech, que representa un gran paso adelante en términos de brindar seguridad a los inversionistas y operadores dentro del sector, la reforma de telecomunicaciones y la reforma financiera del 2014. Los servicios financieros digitales ahora están firmemente regulados”, dicta el reporte.
A pesar de esto, el reporte señala que el dinero móvil y la generación de billeteras electrónicas han tenido una expansión relativamente baja, pues su aceptación se ha concentrado en áreas donde hay infraestructura para telefonía móvil y acceso a Internet.
“El gran tamaño geográfico de México significa que sufre una marcada división rural y urbana en términos de infraestructura técnica, que ha frenado la expansión de los servicios financieros digitales en ciertas áreas”, indica el documento, y añade que a pesar de que 99.2% de la población tiene acceso a la electricidad, una parte de esta cobertura es irregular y poco confiable, especialmente en la región sur del país y zonas montañosas.
El reporte destaca que existe un desafío de expandir los servicios financieros digitales, especialmente a nuevos usuarios que deben de recibir la educación necesaria para aumentar el uso de este tipo de servicios, pues existe una falta de conocimiento sobre productos digitales y sus beneficios, especialmente en las zonas más aisladas.
“Si bien la infraestructura de telecomunicaciones y electricidad se está expandiendo rápidamente, las áreas que aún no cuentan con acceso confiable a servicios financieros digitales no están fuertemente incentivadas para comenzar a usarlos, ya que toma tiempo aprender sobre herramientas financieras para una utilidad limitada si no se pueden usar con frecuencia”, detalla.
Economía informal
Asimismo, el reporte expone que otro de los desafíos para expandir los servicios financieros digitales en el país es el gran porcentaje de la economía informal.
“La gran economía informal de México presenta desafíos para el avance de la inclusión financiera, ya que algunos actores involucrados en la economía informal desconfían en registrarse en el sector financiero. Alrededor de 60% de los mexicanos trabaja en el sector informal”, explica el reporte.
En este contexto, el documento señala que las empresas informales tienen acceso limitado al crédito formal, lo que es un riesgo que podría perpetuar el uso del efectivo en la población en el país, donde 68% de los adultos cuenta con al menos un producto financiero.
“Casi tres cuartos de todas las pequeñas y medianas empresas son informales, lo que limita su acceso al sector financiero, y da como resultado que sólo alrededor de 5% de ellas obtiene crédito formal”, se lee en el documento.
Además, destaca que, si bien el gobierno ha comenzado con iniciativas para que los trabajadores informales usen el sector financiero formal, todavía no existen los incentivos suficientes para que éstos usen de manera más frecuente servicios financieros digitales.