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Sector Financiero

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Imparable, el fraude por pirateo de servicios financieros formales

La Condusef emitió una alerta sobre la existencia de organizaciones que se ostentan como empresas financieras formales sin serlo, las cuales prometen créditos fáciles de otorgar a cambio de un pago anticipado, lo cual termina en una estafa para el usuario.

Foto EE: Archivo

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) nuevamente emitió una alerta sobre la existencia de organizaciones que se ostentan como empresas financieras formales sin serlo, las cuales prometen créditos fáciles de otorgar a cambio de un pago anticipado, lo cual termina en una estafa para el usuario.

De acuerdo con el organismo presidido por Óscar Rosado, durante marzo el organismo documentó 16 denuncias de entidades financieras formales que fueron víctimas de uso fraudulento y suplantación de su nombre comercial o marca, por lo que generó una nueva alerta, que se suma a la que realizó la autoridad en enero pasado respecto al mismo tema.

“Cuando los usuarios realizan los depósitos para formalizar el crédito prometido y se quieren poner en contacto con la supuesta entidad financiera, no lo logran y recurren a la Condusef para verificar su existencia. Sin embargo, en muchas ocasiones se confirma el fraude vía la suplantación de una entidad financiera”, detalló la comisión en la alerta emitida.

Para llevar a cabo su fraude, los delincuentes se hacen pasar por una entidad financiera formal, pero su nombre puede cambiar, con algunas diferencias, respecto a la razón social original de la entidad que quieren suplantar.

Por ejemplo, la Condusef detectó el fraude proveniente de una entidad llamada Caja Bienestar, en alusión a la sociedad financiera popular Administradora de Caja Bienestar, la cual sí opera formalmente y está registrada ante la autoridad.

En total, Condusef documentó en marzo 16 casos de una posible suplantación de identidad de entidades financieras, de las cuales la mayoría son financieras de objeto múltiple. “Utilizan información como razón social, dirección, teléfonos e imagen corporativa de las entidades financieras debidamente registradas en el Registro de Prestadores de Servicios Financieros, para ostentarse como entidad financiera frente a los potenciales clientes”.

Una vez que los delincuentes convencen de que se trata con una entidad financiera formal, ofrecen créditos inmediatos con pocos requisitos, y solicitan anticipos en efectivo o depósitos a una cuenta bancaria, en promedio de 10% del monto total del préstamo, con la finalidad de apartar el crédito o gestionarlo para pagar comisiones por apertura o como fianza en garantía del financiamiento que se solicita, con lo cual se concreta la estafa.

Según Condusef, los potenciales clientes son contactados por los defraudadores vía telefónica con la promesa de que obtendrán créditos con una mensualidad de montos pequeños, lo cual sirve como gancho para cometer la estafa.

“Al cotejar los teléfonos registrados en la llamada, se ha probado que (quien llama) no pertenece a ninguna entidad financiera real”, acotó.

Asimismo, solicitan enviar su información personal vía WhatsApp o por mensajes de Facebook, donde existe un mayor riesgo de hacer un mal uso de los datos personales.

Meterlas en cintura

El problema del pirateo de servicios financieros formales para cometer fraudes no es algo nuevo. Desde hace años la Condusef ha emitido alertas.

Para Mario di Costanzo Armenta, expresidente de la Condusef, más allá de la parte preventiva, es necesario hacer cambios a la normativa actual para meter en cintura a todas estas empresas que dicen ofrecer créditos milagro o gestionarlos, las cuales en muchos de los casos realizan este tipo de estafas.

“Se tiene que modificar la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, la de Condusef y la de Instituciones de Crédito, y se tiene que agregar que Condusef supervisará y regulará a empresas, aunque no sean financieras, cuyo principal objeto sea el otorgamiento de crédito o la gestoría del crédito”, aseguró.

Según Di Costanzo, esto obligaría a estas empresas a cumplir con todo el tema de transparencia, y así darle facultad a la Condusef para poder supervisarlas y mitigar el riesgo de fraudes financieros.

“Con esta modificación, obligaríamos a estas empresas a que cumplan con toda la ley de transparencia, que registren sus contratos ante Condusef, que estén dadas de alta ante esta autoridad y que ésta pueda atender las quejas de sus servicios”, detalló Di Costanzo.

fernando.gutierrez@eleconomista.mx

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