La CNBV endurecerá controles en materia de factoraje financiero

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) envió un proyecto de resolución a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) con el que busca endurecer las operaciones de factoraje. Fue a través de esta vía por la que Banamex resultó víctima de un millonario fraude por parte de la empresa Oceanografía, cuando ésta otorgó facturas falsas por cobrar a Petróleos Mexicanos (Pemex).

En la resolución que modifica las disposiciones de carácter general aplicables a las instituciones de crédito, la CNBV explica que, entre otros puntos, ahora el factoraje deberá incluirse como parte de la cartera de crédito total de las entidades y alinearse a ésta; y tener controles más rigoristas en el origen de las operaciones, así como en su seguimiento.

Acorde con la experiencia que esta comisión ha obtenido de las tareas de supervisión en materia de operaciones con factoraje por parte de las instituciones de banca múltiple, se ha observado que resulta indispensable ajustar y fortalecer las prácticas en los procesos de originación, administración y control interno en las operaciones de factoraje, descuento y de financiamiento, en las que se le haya transmitido la titularidad de derechos del crédito a las instituciones de crédito (...) con la finalidad de salvaguardar su sano y equilibrado desarrollo, así como su liquidez y solvencia , justifica el órgano regulador.

En el documento se modifica el concepto de cartera de crédito comercial, para incluir en ésta a las operaciones de factoraje, descuento y operación de cesión de derechos de crédito. Además, se establece que las instituciones deberán determinar si el riesgo de crédito recae en el factorado, descontatario o cedente, o bien en el deudor de los derechos de crédito transmitidos.

En todo caso, deberán realizar la consulta del historial crediticio en alguna sociedad de información, de la persona en la que identifiquen que recae el riesgo del crédito, para lo cual deberán obtener su autorización expresa .

La CNBV plantea que para este tipo de operaciones las instituciones financieras, en la fase de evaluación, deben también cerciorarse, entre otras cosas, de la existencia del contrato que formaliza las operaciones entre el proveedor y el deudor de los derechos de crédito transmitidos, así como de la conformidad de este último de haber recibido los bienes o servicios conforme con lo pactado y que está obligado a su pago; y verificar que la persona que presente el documento cedido en favor de la institución esté legalmente facultada para ello, además de que éste no haya sido presentado con anterioridad.

También se contempla que las instituciones financieras identifiquen los riesgos operacionales que pudieran surgir en este tipo de operaciones, así como potenciales acuerdos entre el factorado, descontatario o cedente, y el deudor de los derechos de crédito transmitidos, en su perjuicio. Estos riesgos deberán ser informados a las áreas correspondientes, así como a las de contraloría y auditoría interna, para que se les dé seguimiento durante la etapa de administración .

En el proyecto presentado por la CNBV se indica también la posibilidad de que las instituciones de crédito puedan utilizar una plataforma automatizada, a efecto de que se auxilien en la validación de los documentos relacionados con las referidas operaciones, así como con los requisitos con los que debe contar. De igual forma, se estipula que las entidades deben dar seguimiento a la calidad y tendencias principales de riesgo y rentabilidad de la cartera, a efecto de poder administrar las concentraciones de exposiciones de riesgo.

Y finalmente, el documento de la comisión bancaria refiere que en caso de que no se hayan considerado aspectos como la revisión del historial crediticio del sujeto en el que recaiga el riesgo y otras omisiones, las instituciones deben constituir provisiones preventivas adicionales hasta por la cantidad que se requiera para provisionar 100 por ciento.

(Con ello) se logrará que dichas instituciones mejoren la evaluación del riesgo de crédito en las citadas operaciones, con lo que se salvaguarda la solvencia de las instituciones y su liquidez, protegiendo así los intereses del público , destaca la CNBV.