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Para el 2022, Caja Popular Mexicana busca crecer el doble
La estrategia estará enfocada en ampliar la gama de servicios através de canales digitales.
León, Guanajuato. La sociedad cooperativa de ahorro y préstamo (socap) Caja Popular Mexicana (CPM) buscará para finales del 2022 atender a casi 5 millones de personas, tener activos cercanos a 100,000 millones de pesos y una cartera de alrededor de 60,000 millones de pesos, cifras que significarían el doble que las cifras actuales de la entidad, indicó su director general, Cirilo Rivera Rivera.
Entrevistado en el marco de la inauguración del nuevo edificio corporativo de la cooperativa, Rivera explicó que el plan para el 2022 estará enfocado en ampliar su gama de servicios por medio de canales digitales, instauración de corresponsales y la emisión de la primera tarjeta crédito del sector de socaps.
“Buscamos que el crecimiento sea mayor, son muchos los que tienen necesidad de servicios financieros y necesitamos darles los elementos para que acudan a CPM y sobre todo a las socaps en general (...) la expectativa (al 2022) es duplicar propiamente los activos y la membresía”, indicó el directivo de la socap más grande del sector, conformado por 157 entidades, que en la actualidad atiende a 2.4 millones de socios en todo el país, y que cuenta con activos por 50,000 millones de pesos y una cartera de 32,000 pesos.
Rivera Rivera destacó que los servicios digitales serán la parte central de su estrategia al 2022; sin embargo, mencionó que esto se concretará gradualmente, pues se tiene que garantizar a sus socios la seguridad de las operaciones que se realicen por los nuevos canales.
“La parte central de nuestro desarrollo estratégico, que termina en el 2022, es la parte digital, donde la cooperativa prevé definir un ambiente diferente con el socio porque nuestra membresía va cambiando, se va modificando en cuestión de edad y el elemento joven requiere otro tipo de medios para ser atendido”, expresó el directivo de CPM.
En abril pasado, Caja Popular Mexicana anunció el lanzamiento de su banca digital, la cual inicialmente se esperaba que arrancara en la mitad del 2018; sin embargo, los acontecimientos recientes que impactaron en el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios que opera el Banco de México hicieron que los reguladores fueran más cuidadosos para dar autorizaciones a los nuevos participantes de este esquema.
Ante esto, Rivera detalló: “Estamos en la parte final de contacto de la regulación, porque la autoridad tiene que dar su aprobación; es decir, antes de comenzar a operar tenemos el compromiso de establecer la plataforma de seguridad y prevención que se establece (...) estamos con un tiempo estimado de que pueda iniciar a mediados del año siguiente”.
TARJETA DE CRÉDITO TARDARÁ
Uno de los proyectos que Caja Popular Mexicana recientemente anunció es el relacionado a la emisión de su tarjeta de crédito, la cual sería la primera en el sector de socaps en el país.
Aunque se preveía que este proyecto se consolidara en junio del 2019, Rivera Rivera expresó que podría tardar de dos a tres años más: “Nuestra estrategia digital abarca distintos conceptos: plataforma de medios electrónicos (móvil e Internet), las corresponsalías y el proyecto de tarjeta de crédito, el cual se concretará en dos o tres años más”.
El pasado viernes Caja Popular Mexicana inauguró la primera etapa de sus nuevas instalaciones corporativas sustentables, la cual requirió una inversión de 232 millones de pesos. En esta primera fase, se prevé la reubicación de 500 colaboradores, con la finalidad de impactar en la operación de las 462 sucursales con las que cuenta en todo el país.
Rivera Rivera informó que luego de la conclusión de esta primera etapa, se comenzaron los análisis para concluir las dos fases siguientes, en las cuales se prevé la instalación de áreas dedicadas a la tecnología, por lo que la inversión podría ser mayor a la destinada a la parte inicial.
“Podrían ser (inversiones) similares o tal vez mayores porque serán edificios con unas instalaciones más especializadas, donde se establezca el centro de datos, por ejemplo, de tecnologías de la información, ahí se requerirá una instalación específica (...) apenas vamos a hacer el estudio de la segunda etapa”, puntualizó.