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Sector Financiero

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Salinas califica como un error dejar el sistema de pagos a los extranjeros

Haber dejado el sistema de pagos en manos de extranjeros es un error de proporciones históricas, ya que no se tiene control de éste en caso de una emergencia financiera, además de que se crearon prácticas monopólicas dentro del sector bancario.

Haber dejado el sistema de pagos en manos de extranjeros es un error de proporciones históricas, ya que no se tiene control de éste en caso de una emergencia financiera, además de que se crearon prácticas monopólicas dentro del sector bancario, aseguró el expresidente Carlos Salinas.

Dentro de su texto en la colección de libros Privatización bancaria, crisis y rescate del sistema financiero, editada por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, el expresidente ejemplificó lo anterior con que si cualquiera de las dos grandes entidades del país, que juntas representan 60% del sistema de pagos, anunciaran que no pagan cheques de ningún banco o que no le prestan a otro para cerrar las operaciones del día, con esta sola acción detendrían al país.

El desarrollo soberano de México exige recuperar el control del sistema de pagos del país. Regresemos al futuro a partir de la legitimidad del Estado que exige la participación organizada de los ciudadanos: la democracia republicana , estableció Salinas.

En su escrito, además de reclamar a la administración de Ernesto Zedillo permitir que el sistema financiero mexicano sea controlado por extranjeros, Salinas defendió las decisiones que tomó durante su Presidencia al privatizar la banca, argumentando que la venta de los bancos y otras empresas públicas se debió a que el país tenía un alto grado de endeudamiento en 1990, por lo que se requería de recursos para liquidarlo.

Vendíamos para obtener recursos y liquidar deuda, no por una declaración en contra de la eficiencia del Estado.

Privatizar no significaba considerar ineficiente toda administración estatal. Por eso no abrimos un debate ideológico en torno de las privatizaciones. No creíamos en ese discurso , sentenció Salinas.

Destacó que como resultado de estas acciones, por la privatización de los bancos, el gobierno federal al concluir el proceso recibió 39,711 millones de pesos, equivalentes a 13,000 millones de dólares, representando 57% del ingreso de todas las privatizaciones.

Con ello, Salinas estableció que el saldo de la deuda interna se redujo de 19% del PIB en 1988, año en que inicio su gestión, a 6% del PIB en 1994, fecha en que concluyó su mandato.

Salinas reconoció que la vigilancia que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores realizó hacia los bancos no fue suficiente, que se agravaron los problemas de sobreendeudamiento de las familias; sin embargo, aseguró que estas ineficiencias fueron atendidas, además de que el proceso de licitación, si bien existieron conductas ilegales, éstas se castigaron, sin detallar a cuáles se refiere.

ehuerfano@eleconomista.com.mx

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