Ven una “revolución” en el ecosistema de pagos en México

En los últimos años, en México se ha avanzado en materia de transacciones financieras digitales. Datos recientes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) apuntan que en mayo del 2024, se realizaron 388 millones de operaciones al mes a través del teléfono celular, mientras que en el mismo periodo del 2022 la cifra fue de 206 millones.

Pese a ello, el efectivo continúa como el medio predilecto de pago por parte de la población, con alrededor de 80%, de acuerdo con los datos más recientes del Banco de México (Banxico).

Veritran, empresa especializada en dotar de soluciones tecnológicas a instituciones financieras como bancos, prevé, sin embargo, una “revolución” en el ecosistema de pagos en México en los próximos años, en donde la batalla será contra el uso del efectivo.

Marcelo González, director y cofundador de Veritran, comenta que ello ya ha ocurrido en otros países de la región como Argentina, Chile y Brasil.

“Se viene un fenómeno que ya se dio y consolidó en Argentina, Chile y Brasil, que es una revolución en el ecosistema de pagos, con la entrada de fintech y otros actores que vienen a disputarle al efectivo el pago del día día en el changarro, en el transporte, en una tienda pequeña y luego en las grandes superficies comerciales. Y esa revolución viene acompañada de la tecnología, que es lo que permite que todos paguen y cobren de alguna manera”, dice.

En entrevista, señala que eso ya lo hacen algunas financieras nativas digitales, y que Veritran ha apoyado a entidades financieras tradicionales a competir al tú por tú con las nuevas tendencias. “Lo hemos hecho exitosamente tanto en Chile como en Argentina”.

Billeteras digitales, papel fundamental

El director de Veritran precisa que la firma tiene la tecnología para respaldar la estrategia que tenga cada una de las instituciones financieras, ya sea para expandir el número de usuarios a través de billeteras digitales, o también respaldando a entidades que se lanzan a desarrollar masivamente sistemas de adquiriencia con nuevas tecnologías, sin necesidad de comprar o colocar una terminal en cada comercio, sino a través de aplicaciones y que a partir de ahí puedan cobrar.

“Lo que sí creo es que es indudable que esto va a suceder, porque es un fenómeno que viene avanzando rápidamente”.

Menciona, sin embargo, que las billeteras digitales deben ser de un uso sencillo, pero al mismo tiempo seguras, y que sirvan para pagar en la calle, en el changarro, transporte y demás.

“Es un pago inmediato, usualmente de bajo valor que está compitiendo con el efectivo, y para poder competir con el efectivo, tienes que tener ciertas características, un gran nivel de aceptación, una amplia red que te acepte el pago y que sea rápido y sencillo, que sea más seguro”, puntualiza.

Agrega: “si le ponemos una función más escondida, compleja, que hay que hacer un montón de trámites para poder adherirse, definitivamente eso frena la adopción”.

Biometría será fundamental

Marcelo González apunta que en ello la biometría será fundamental, pues además de mejorar la experiencia del usuario (al no tener que estar poniendo claves complicadas), es mucho más segura.

“Creemos que los pagos van a ser con biometría, no con tarjeta ni efectivo, el sustento principal de los pagos va a ser la biometría y es algo que no va a pasar de aquí a 10 años (...) lo que podemos asegurar es que en cinco años, los pagos con biometría y un ecosistema totalmente distinto a como lo conocemos hoy, ocurrirá en México”, enfatiza.

De igual forma, considera que otra tendencia que se verá en el sector financiero es la Inteligencia Artificial (IA), por ejemplo, para combatir los fraudes.

México, mercado principal

El director de Veritran subraya que México es su mercado principal, donde ya trabajan con 15 clientes, entre los que se encuentran bancos de capital local de los más importantes.

Por ello, la empresa lleva a cabo una inversión de 2.8 millones de dólares entre el 2024 y el 2025 en el país, que incluye la apertura de sus nuevas oficinas corporativas.

eduardo.juarez@eleconomista.mx