Ley de Movilidad sí da espacio a Uber y Cabify: Ballesteros

En la nueva Ley de Movilidad de la Ciudad de México sí hay espacio para que nuevas plataformas de transporte como Uber o Cabify puedan ofrecer legalmente sus servicios por lo que es falso que estas empresas caigan en la ilegalidad por su operación en la capital del país, explicó Laura Ballesteros, legisladora local quien fue una de las principales impulsoras de la legislación actual.

"No es ilegal el esquema de Uber. Está contemplado en la Ley; no existen las especificaciones para este servicio pero deben ser puestas en el Reglamento. La visión de calificarlas de transporte público, que es la demanda que tienen los taxistas y que generan el supuesto de ilegalidad, no es correcta", explicó la legisladora en una entrevista con El Economista.

En la Ley de Movilidad en el Distrito Federal, que fue promulgada hace un año, se establece la clasificación Servicio Privado de Transporte, donde, de acuerdo con Ballesteros, entran los servicios prestados por Uber y Cabify aunque también incluiría a los modelos de negocio de Yaxi e Easy Taxi.

El texto de la legislación actual explica que el Servicio Privado de Transporte: "Es la actividad por virtud de la cual, mediante el permiso otorgado por la Secretaría, las personas físicas o morales satisfacen sus necesidades de transporte de pasajeros o de carga, relacionadas directamente ya sea con el cumplimiento de su objeto social o con la realización de actividades comerciales, sean éstas de carácter transitorio o permanente y que no se ofrece al público en general".

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Si bien esta clasificación pudiera parecer de un espectro muy amplio, la legisladora explicó que fue establecida de esta forma para evitar frenos a la innovación, e incluso abre espacio a nuevas formas de transportación del futuro, como los automóviles sin conductor, podrían operar bajo esta clasificación.

"En la Ley de Movilidad está contemplado, y en el Reglamento es donde tienen que ponerse las especificaciones, incluso con la opción de abrirles (a Uber y Cabify) una nueva figura de Empresas de Red de Transporte por Aplicaciones Tecnológicas que lo tenemos en otros países e incluso las atribuciones de estas empresas al gobierno", dijo.

La legisladora explicó que el no establecer una figura jurídica rígida y detallada para Uber y Cabify dentro de la legislación tiene el objetivo de prevenir una sobrerregulación que pudiera frenar la innovación frente a los procesos legislativos que avanzan más lento que las nuevas tecnologías. Por ello, rechazó que se deba reformar por completo la Ley de Movilidad para incluir explícitamente los modelos de Uber y Cabify como ayer consideraron especialistas en la primera jornada del debate sobre movilidad convocado por el Laboratorio para la Ciudad.

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"No es una omisión o de descuido. Una de las principales recomendaciones a nivel mundial, cuando vas a legislar sobre innovación y tecnología, es ponerle el menor número de condicionantes para no frenar la innovación. Lo que hicimos fue dejar que estos servicios entraran en esta categoría, y que las especificaciones se trabajaran en el reglamento precisamente para dar el dinamismo que requieren este tipo de nuevas tecnologías y de transporte", afirmó.

"Un reglamento tiene mucho más dinamismo justamente para no dejar en letra de oro y que tenga que pasar por procesos legislativos muy largos y lentos un tema que requiere una rapidez", agregó.

Más allá del debate

Laura Ballesteros celebra la realización de los debates convocados por el Laboratorio para la Ciudad, pero sus conclusiones deben trascender.

La legisladora considera que después se tendrá que elaborar una mesa en la Secretaría de Movilidad (Semovi) para atender las problemáticas de los servicios de taxi, incluyendo la mejoría de los servicios y la sobrerregulación.

"El problema del taxi va más allá de Uber; tiene que ver con la sobrerregulación, la corrupción que existe en los trámites y que les merma la calidad del servicio", dijo.

Para este caso, la legisladora considera que sí será necesario realizar modificaciones a la Ley de Movilidad.

"No lo podemos saber todavía hasta que no discutamos cuáles son los trámites que sobran. Es una discusión a la cual no se ha llegado porque Semovi no ha querido entrarle pero lo primero que se tiene que hacer es poner sobre la mesa el total de trámites que tiene la Secretaría con respecto al taxi y discutir uno a uno los que hoy están siendo materia de sobrerregulación, la revista vehicular por ejemplo, que es el espacio perfecto para la corrupción y el coyotaje", opinó.

Este jueves continúan las mesas de trabajo entre diversos especialistas y actores involucrados, que se han realizado a puertas cerradas y de las que se espera emerja una propuesta para conciliar los intereses tanto de taxis como de los nuevos servicios habilitados por la tecnología. Los resultados y las recomendaciones serán publicadas en línea el próximo domingo para recibir comentarios y opiniones por parte de los ciudadanos.

julio.sanchez@eleconomista.mx

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