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Nuevas habilidades tecnológicas afianzan regreso a las aulas
Después de dos años de pandemia y clases virtuales, 86% de los estudiantes indicó que cuentan con amplio conocimiento y dominio de dispositivos tecnológicos como son: teléfono inteligente, computadora de escritorio, laptop, tableta y televisión digitales. Los principales medios de comunicación entre los estudiantes y profesores fueron las aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales (60%).
En los próximos meses las instituciones de educación media superior y superior estarán invitando a sus estudiantes a que la educación regrese a la modalidad presencial, pero ¿somos los mismos?, ¿Cómo los nuevos hábitos que se cultivaron van a servir para afrontar esa nueva presencialidad?
Frente a este reto el Tecnológico de Monterrey a través de su Escuela de Humanidades y Educación, generó la “Encuesta de hábitos de educación a distancia, panorama de la educación a dos años de la pandemia de Covid-19”, con el objeto de aportar una visión a tomadores de decisión del sistema educativo, para promover los aprendizajes de la educación en línea y que contribuyan a reforzar algunas dinámicas.
El Economista platicó con el doctor Carlos George, investigador adscrito al Grupo de Investigación de Enfoque Estratégico de Innovación Educativa de esta institución. Él explica que los alumnos universitarios generalmente han construido su trayectoria escolar con distintos hábitos que les permiten afrontar con diversos niveles de éxito las actividades que deben de realizar. Hasta antes de la pandemia estos hábitos ya estaban más o menos definidos para la educación presencial, pero de pronto todo cambió.
¿Qué sucedió con estos nuevos hábitos de estudio?
Antes de emprender este proyecto, la hipótesis era que estos hábitos para la educación tuvieron que ser fortalecidos y emerger nuevas técnicas que permitieran lograr éxito en la educación no presencial obligada. En este sentido, el estudio tomó en cuenta a 3,000 estudiantes, 50% de universidades públicas y 50% de privadas, participaron las 32 entidades federativas de la República Mexicana, todos inscritos en modalidad presencial.
Los resultados confirmaron algunas teorías y agregaron áreas de oportunidad para el futuro próximo de la educación. Estos se dividen en dos dimensiones, acceso y uso de la infraestructura digital y hábitos de estudio fortalecidos y emergentes. Así se puede observar que:
El 53% de los estudiantes dedicó entre 3 y 5 horas semanales para realizar actividades escolares de clases a distancia, esto independientemente de las clases en las que tuvieron que participar, sin embargo los estudiantes que dedicaron más de 5 horas a la semana fueron de universidades privadas. “Podemos inferir que se debe a que se entretejieron mayores actividades de acompañamiento y seguimiento en las instituciones privadas”.
El 66% de los estudiantes adquirió entre 1 y 2 dispositivos para atender las clases a distancia, entre las compras más destacadas se encuentran laptops, smartphones y tabletas. No obstante, el 27% de estudiantes no realizó ninguna compra de dispositivos digitales. “Esto habla de que antes de la pandemia una gran mayoría no contaba con infraestructura adecuada para actividades a distancia. También da pie para investigar el por qué no los adquirieron”.
Por otro lado, el 71% de los estudiantes realizó la ampliación de sus servicios de internet para su hogar y telefonía móvil. “esto indica que la demanda del internet para poder participar en las modalidades de enseñanza fue altamente requerida y necesaria”.
El 86% de los estudiantes indicó que cuentan con amplio conocimiento y dominio de dispositivos tecnológicos como son: teléfono inteligente, computadora de escritorio, laptop, tableta digital y televisión digital. Los principales medios de comunicación entre los estudiantes y profesores fueron las aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales (60%). “Esto ya se intuía, que los estudiantes no tendrían problema para adaptarse”, sin embargo, no cuentan con amplio dominio de bibliotecas digitales, software y plataformas educativas.
Lo anterior debería ser un punto de atención importante, asegura el especialista, “porque la mayoría de la bibliografía que ellos estudian se encuentra en repositorios digitales. Esta es un área de oportunidad y se siembra una semilla para profundizar, pues las tendencias nos indican que los acervos bibliográficos estarán más en entornos digitales que físicos”.
Hábitos fortalecidos o emergentes
En cuanto a la alfabetización digital, esta estuvo asociada con las experiencias de aprendizaje, la motivación para aprender, el compromiso y el contexto pandemia, es decir, los estudiantes mejor alfabetizados dedicaron más tiempo a sus actividades académicas. “este elemento es importante para tener éxito en la educación no presencial o en los nuevos formatos de entrega”.
En este sentido, el 87% contó con un espacio habilitado para realizar sus actividades académicas y el 90% tuvo un dispositivo exclusivo para realizar estudios; en promedio el 81% de los estudiantes contó con acompañamiento virtual de sus profesores para resolver sus dudas durante sus actividades de estudio.
Los estudiantes en general se encontraron motivados para aprender en el contexto de la pandemia, vieron un compromiso por parte de sus profesores, incluso para el 89% la falta de clases presenciales no fue impedimento para aprender, además, el 88% dedicó más tiempo y realizó más actividades en la modalidad a distancia y el 81% de estudiantes consideró que con la educación a distancia mejoraron sus habilidades de autoestudio.
Por último, el 90% de los estudiantes consideró que las universidades deberían equilibrar sus estrategias de aprendizaje con actividades presenciales y no presenciales. El Dr. Carlos George concluye que de alguna forma hemos aprendido a vivir con medidas para evitar contagios, al mismo tiempo el uso de las herramientas digitales se multiplica, por ello sin duda se tendrán que explorar nuevas formas híbridas para alimentar el ambiente educativo de nuestros jóvenes.
Esta herramienta de análisis quedará disponible para todo público y de acceso abierto, sobre todo para tomadores de decisiones en el ámbito educativo, a través del Observatorio de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey https://observatorio.tec.mx/