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¿Cómo opera un centro de distribución de última generación de Amazon?
Amazon utiliza IA y robots autónomos para automatizar el almacenamiento, selección y empaque en sus centros de fulfillment, optimizando tiempos y reduciendo esfuerzos físicos.
Amazon ha desarrollado un centro de fulfillment de última generación que incorpora tecnologías avanzadas para optimizar sus procesos. El Economista visitó las instalaciones del centro de distribución de Amazon en Nashville, Tennessee , el cual integra desde la predicción de demanda hasta la entrega final, por lo que cada etapa está cuidadosamente diseñada para maximizar la eficiencia y reducir costos.
Así opera un centro de distribución (fullfilment center) de última generación de Amazon:
Pronóstico
El primer paso en la cadena logística de Amazon es el análisis predictivo, impulsado por información del vendedor y una avanzada planificación de personal. Este proceso es vital para anticipar la demanda y optimizar tanto las instalaciones como las entregas.
Amazon utiliza su sistema SCOT (Supply Chain Optimization Technologies), que emplea inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático para analizar grandes volúmenes de datos. Este sistema permite a Amazon prever la demanda de productos según la región, ajustar sus necesidades de inventario y planificar el personal necesario en cada centro de fulfillment.
Almacenamiento Automatizado con Robots
El almacenamiento en estos centros es un proceso meticulosamente automatizado. Los remolques llenos de inventario llegan a las instalaciones y son recibidos por empleados que desempaquetan los productos y los escanean, con ayuda de sistemas de IA avanzados que identifican los artículos en cuestión de segundos.
Una vez escaneados, los productos son movidos por robots móviles sobre el piso Sequoia, un piso especializado donde se organiza todo el inventario. Estos robots son los encargados de trasladar los artículos a las estanterías, eliminando la necesidad de que los empleados realicen tareas repetitivas.
Sequoia también se coordina con brazos robóticos y empleados para acelerar el procesamiento de inventario, logrando una eficiencia superior del 75% y reduciendo el tiempo de cumplimiento de pedidos en un 25 por ciento.
Selección con inteligencia artificial
Cuando un cliente realiza un pedido, el sistema de IA selecciona el inventario más cercano y determina la ruta más eficiente para cumplir con el pedido. En las estaciones de trabajo ergonómicas, los empleados, asistidos por IA y tecnología de visión por computadora, recogen los artículos solicitados.
Este proceso no solo garantiza la rapidez, sino también la precisión, ya que la tecnología detecta posibles errores, como productos dañados o caducados. Las estaciones ergonómicas de Sequoia, que mantienen a los empleados en su "zona de potencia" al reducir movimientos innecesarios, mejoran significativamente la seguridad y comodidad en el lugar de trabajo.
Empaque personalizado y ecológico
Una vez seleccionados los productos, estos pasan por un túnel de escaneo equipado con visión por computadora respaldada por IA, que busca identificar cualquier irregularidad. Los productos aprobados son luego enviados a las estaciones de empaque, donde las máquinas crean bolsas y cajas a medida para cada pedido.
Amazon ha optado por un enfoque más ecológico en sus empaques. La introducción de bolsas de papel reciclables ha reemplazado a las de plástico, y se utilizan máquinas especializadas para fabricar bolsas y cajas personalizadas según el tamaño y la fragilidad del producto.
En 2023, más del 50% de los envíos en América del Norte y Europa utilizaron empaques reducidos, y el 12% de los pedidos se enviaron sin empaques adicionales. Esto no solo disminuye el impacto ambiental, sino que también mejora la eficiencia de las entregas.
Clasificación
Una vez empaquetados, los pedidos deben ser clasificados según su destino. Este proceso es realizado por Robin y Pegasus, dos robots clave en la operación de Amazon. Robin, un brazo robótico con ventosas, recoge los paquetes y los coloca en Pegasus, un robot móvil equipado con una cinta transportadora que dirige los paquetes hacia las rampas correctas, según el código postal.
En la base de la rampa, otro sistema robótico llamado Cardinal toma los paquetes y los coloca en carros que serán llevados a los camiones de reparto. Aquí entra en acción Proteus, un robot autónomo que ayuda a mover estos carros dentro de la instalación. Este sistema no solo reduce la carga física sobre los empleados, sino que también acelera la clasificación de paquetes, habiendo procesado más de 3,000 millones de pedidos a la fecha.
Entrega
El último paso en el proceso es la entrega al cliente final. Amazon ha desarrollado un sistema de logística que combina rutas optimizadas y tecnología avanzada para maximizar la eficiencia de la entrega. Los paquetes se transportan desde el centro de fulfillment a estaciones de entrega local, donde son clasificados por ruta y cargados en vehículos de reparto.
Uno de los avances más notables en este proceso es el sistema de "Visión Asistida para la Recolección de Paquetes" (VAPR, por sus siglas en inglés). Este sistema ayuda a los conductores a identificar rápidamente los paquetes en su ruta, utilizando luces LED, cámaras avanzadas y escáneres de códigos de barras. VAPR proyecta una luz verde en los paquetes que deben ser entregados, eliminando la necesidad de revisar manualmente cada etiqueta.
Este sistema ha demostrado ser extremadamente eficaz, reduciendo en un 67% el esfuerzo percibido por los conductores y ahorrando hasta 30 minutos por ruta de entrega. Además, cada vez más entregas se realizan utilizando vehículos eléctricos, avanzando en el objetivo de Amazon de lograr entregas de cero emisiones.
A través de la integración de inteligencia artificial, robots autónomos y sistemas avanzados de predicción, Amazon ha transformado el proceso de manejo de inventarios y entregas, manteniéndose a la vanguardia de la innovación y estableciendo nuevos estándares para la industria.
rodrigo.riquelme@eleconomista.mx