Armamento pudo ser contrabando de militares

La mayor parte del armamento contenido en el tráiler incinerado en Nuevo Laredo el 25 de marzo pudo haber sido contrabandeada por militares mexicanos y no producto de tráfico ilegal procedente de Texas, expuso la firma estadounidense de inteligencia global Stratfor.

A través de un memorándum de seguridad sobre México, esta institución explicó que luego de que el vehículo fue apagado, las autoridades encontraron los restos de un gran cargamento de armas, el cual contenía municiones, cargadores de varios tipos, 71 radios y numerosos teléfonos móviles. Informes afirman que se encontraron 31 fusiles y nueve armas de fuego junto con un lanzagranadas (RPG). Sin embargo, las fotos de las armas proporcionan algunos datos reveladores, asegura la firma.

Aunque se describen como fusiles, tres de las armas de fuego no lo eran, explica Stratfor, se trataban de armas de grado militar: dos sierras M249 y un M1919A4, ambas ametralladoras. La presencia de esas armas en particular y un lanzador de RPG, junto con el equipo táctico, sugiere que la mayor parte de los artefactos militares fueron adquiridos por militares mexicanos y no de contrabando a México desde Texas .

La firma de geopolítica detalla que estos artefactos son muy difíciles de obtener en EU, en particular la RPG-7, empleada por el Ejército Mexicano y no por militares del país vecino del norte.

Por otro lado, dada la naturaleza del envío de armas y el modus operandi, es muy probable que el cártel involucrado con el cargamento haya sido el de Los Zetas, dado que han demostrado su preferencia por equipo militar pesado.

En un caso que involucró un cargamento similar en el 2007, los soldados de México interceptaron un semiremolque lleno de armas y equipo táctico en Ciudad Victoria. Esta expedición estaba destinada a Los Zetas, quienes en ese momento servían como brazo ejecutor del Cártel del Golfo para luchar contra La Federación de Sinaloa por el control de Matamoros. Hoy, Los Zetas están enfrascados en una pelea en contra de La Nueva Federación, formada por sus exclientes, el Cártel del Golfo y La Federación de Sinaloa.

La incautación de armas también plantea hasta dónde Los Zetas son propensos a involucrarse con los cárteles del Golfo y de Sinaloa por rastrear elementos de La Nueva Federación, cuestiona la firma experta en temas de seguridad.

A pocos kilómetros de donde ocurrieron los hechos del 25 de marzo está la Carretera Federal 2, que bordea la frontera de EU y corre a través de Nuevo Guerrero y Reynosa; ambas entidades se dirigen hacia Valle Hermoso y Matamoros. Aunque el destino previsto para el embarque no es claro, debido a que Los Zetas están defendiendo Monterrey, Nuevo Laredo, la intención pudo haber sido dotar a estas ciudades de armamento.

alangner@eleconomista.com.mx