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Eran migrantes; los acribillaron Los Zetas
El vocero de la ENSP adelantó que una disputa por el territorio entre el cártel del Golfo y los Zetas podría estar detrás del asesinato de 72 inmigrantes centroamericanos descubierta en Tamaulipas.
Representantes de las secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores y Marina, así como de PGR y del gobierno federal anunciaron que, de acuerdo con información preliminar, los cuerpos de las 72 personas (58 hombres y 14 mujeres) halladas en inmediaciones de San Fernando, Tamaulipas, podrían ser de migrantes indocumentados de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil.
En conferencia de prensa conjunta en Gobernación, los funcionarios -encabezados por el vocero del gobierno federal en materia de seguridad, Alejandro Poiré- confirmaron que el hallazgo de los cuerpos se debió a la información que proporcionó un hombre de nacionalidad ecuatoriana, quien tras escapar pidió ayuda en un puesto de control carretero, al encontrarse herido. Este hecho se registró el pasado 23 de agosto.
Se puntualizó que fue este mismo hombre quien dijo de qué nacionalidades eran las personas encontradas en ese lugar. Por ello, las autoridades expresaron que la nacionalidad de los fallecidos está por confirmarse.
La PGR y la Procuraduría estatal abrieron averiguaciones previas por homicidio y lo que resulte.
Estos hechos recientes se dan en el entorno de una lucha sumamente violenta entre el Cártel del Golfo y Los Zetas , dijo Poiré.
El funcionario puntualizó que tienen conocimiento, derivado de un rescate realizado por fuerzas federales en meses pasados, que algunas organizaciones criminales han participado en el secuestro y extorsión de migrantes indocumentados centro y sudamericanos y han intentado su reclutamiento.
El sobreviviente
Por su parte, el sobreviviente de la masacre en Tamaulipas, cuyos cuerpos fueron encontrados en un rancho en el municipio de San Fernando, aseguró que las víctimas eran ilegales que intentaban llegar a Estados Unidos y fueron interceptados por presuntos Zetas, quienes les ofrecieron empleo como sicarios. Al negarse, los indocumentados fueron asesinados.
En la conferencia, Poiré dijo que el hecho de que la delincuencia recurra a la extorsión como mecanismo de financiamiento e intente recultar indocumentados sugiere que algunas organizaciones enfrentan una situación adversa para abastecerse de recursos.
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