Buscar
Últimas Noticias

Lectura 3:00 min

Plan Mérida: México recibe lo que pide

La Iniciativa sentó sus bases en cuatro pilares fundamentales: desmantelar las redes del narcotráfico, fortalecer la capacidad de las instituciones mexicanas para promover el Estado de Derecho, crear una frontera del siglo XXI y construir comunidades fuertes y resilientes.

En el 2007 el entonces Presidente estadounidense George W. Bush y el mandatario mexicano, Felipe Calderón, negociaron la Iniciativa Mérida. El nivel de cooperación que promovía la estrategia en la lucha contra las drogas no tenía precedente. Tampoco lo tenía la aceptación, por parte del gobierno estadounidense, de la responsabilidad compartida.

La Iniciativa sentó sus bases en cuatro pilares fundamentales: desmantelar las redes del narcotráfico, fortalecer la capacidad de las instituciones mexicanas para promover el Estado de Derecho, crear una frontera del siglo XXI y construir comunidades fuertes y resilientes.

El éxito de la Iniciativa, dijeron los presidentes en su momento, dependerá de atender y procurar los recursos necesarios para cada uno de esos pilares.

¿Qué ha sucedido tres años después? ¿Cuál ha sido el resultado de la estrategia?

Para David Shirk, director del Trans-Border Institute de la Universidad de San Diego y experto en temas de seguridad México-Estados Unidos, el problema ha estado en que no se le ha dado el mismo peso a los cuatro pilares. Por ejemplo, dice Shirk, no ha habido un verdadero esfuerzo para fortalecer al Poder Judicial mexicano. Ahí, dice el especialista, no ha habido la atención suficiente. Por parte de México no ha habido la voluntad para implementar las reformas aprobadas en el 2008 y no se han destinado los suficientes fondos para hacer que este pilar de la estrategia bilateral comience a dar resultados .

La idea de crear comunidades fuertes para reconstituir el tejido social en México y con ello establecer un frente al crimen organizado tampoco ha tenido la atención que en un momento se acordó. Una de las formas en que el presupuesto de ayuda para el desarrollo podría incrementarse sería a través de aumentar los fondos que recibe México a través de USAID, la agencia más importante de asistencia estadounidense. Ahora, esta ayuda es mínima. Si uno observa las cifras -indica Shirk- México recibe menos dinero que, por ejemplo, Nicaragua .

Para Eric L. Olson, investigador del Instituto México del Woodrow Wilson Center y coautor de Beyond Merida: The Evolving Approach to Security Cooperation, argumentó que desde el inicio de la administración del presidente Barack Obama se ha comenzado a poner más énfasis en fortalecer los dos pilares de la Iniciativa que hasta el momento han sido descuidados. El monto dirigido a estos sectores debe ser mucho mayor, aunque también debemos definir muy claramente cuáles son los objetivos finales y cómo podemos evaluar los resultados .

Lo interesante del caso es que, de acuerdo con los expertos, la falta de recursos para ciertas áreas no tiene que ver con una reticencia por parte de Estados Unidos. Más bien, asegura David Shirk, el punto es que el presidente Calderón definió el problema desde un principio como una guerra contra las drogas. Esto ha ocasionado que la mayor parte de los recursos y esfuerzos estén dirigidos precisamente a cuestiones policiaco-militares. México ha recibido lo que ha pedido. Es momento de que pasemos esa primera etapa -dice Shirk- para comenzar a fortalecer los dos pilares olvidados; es momento de que implementemos una estrategia verdaderamente integral , finalizó.

afvega@eleconomista.com.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas