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Desvelan rivalidad política entre Zapata y Madero
Las diferencias ideológicas entre Francisco I. Madero y Emiliano Zapata surgieron en 1911 y determinaron el rumbo de la Revolución Mexicana.
La relación política ríspida que surgió en 1911 entre Francisco I. Madero y Emiliano Zapata, cuyos puntos de quiebre determinaron el desarrollo del movimiento revolucionario mexicano y, al mismo tiempo, afectaron el rumbo del resto del siglo XX en México, es tema de estudio del historiador Salvador Rueda Smithers, quien presentará dicha investigación este jueves en Chilpancingo, Guerrero, en el ciclo de conferencias de la Cátedra Ignacio Manuel Altamirano .
A 100 años de esta rivalidad política que determinó el desarrollo de la Revolución Mexicana, el director del Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec , refiere que dicha bifurcación ideológica que giró en torno a principios políticos y proyectos para el progreso de México, derivaron en la creación de varias leyes y reformas agrarias.
Así mismo, resultaron en el cambio de discurso político a un vocabulario incluyente y más igualitario, el ensayo de distintas formas de gobierno que modificaron la estructura política y social en el país, además de dotar al movimiento revolucionario de la esencia social y política que necesitaba .
Las diferencias de pensamiento entre estos dos personajes de la historia, se dieron a partir de marzo de 1911 hasta noviembre de ese mismo año, y ocasionaron la ruptura definitiva entre ellos, indicó el investigador, quien expondrá este tema en dicha cátedra, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), que se realiza mensualmente en el Museo Regional de Guerrero.
En su conferencia titulada Madero y Zapata, una difícil relación, Rueda Smithers revela los dos momentos clave que provocaron dicha ruptura: el primero, cuando Madero impone como gobernador de Guerrero y jefe del movimiento revolucionario en Morelos al maderista Ambrosio Figueroa, situación que los zapatistas rechazaron pues eran territorios que ellos controlaban.
El segundo se refiere a la toma de posesión de Madero como presidente de México en noviembre de 1911, durante la cual exigió la rendición y fidelidad de los grupos armados revolucionarios hacia su gobierno. Zapata, al no estar de acuerdo en dejar las armas ni el proceso de solución sobre los litigios de tierras, rompe toda relación con él y proclama el Plan de Ayala, el 28 de noviembre del mismo año.
Este plan da pie a la esencia social de la Revolución, con un vocabulario político incluyente a favor de los pobres, las clases medias, los campesinos y los obreros, y con ello el movimiento armado trasciende más allá de la transformación política y establecimiento de elecciones , manifestó el historiador del INAH.
Al mismo tiempo añadió- ofrece un cambio radical en la posesión de tierras, al impulsar el uso de las haciendas como política de Estado y después promover su desaparición paulatina, cuando habían existido desde finales del siglo XVI; además propuso la restitución y dotación de tierras, es decir, devolución de éstas a quienes fueron arrebatadas y su repartición entre quienes nunca habían poseído una .
Salvador Rueda refirió que el Plan de Ayala fue el origen de la posterior creación de diversas leyes agrarias a favor de los campesinos, entre ellas, la Ley Agraria de 1915, emitida por Venustiano Carranza; la Ley de Ejidos de 1920, impulsada por Álvaro Obregón; hasta las reformas agrarias al Artículo 27 Constitucional, hechas en 1934 y 1947 por Lázaro Cárdenas y Miguel Alemán, respectivamente.
Algunos ejemplos, dijo, de la primera repartición de latifundios fueron las realizadas en 1911 en la hacienda Los Borregos, en Tamaulipas, con el revolucionario Lucio Blanco, y la primera restitución de tierras, en 1912, por parte de los zapatistas en Ixcamilpa, Guerrero.
Es de suma importancia presentar este tema dentro de la Cátedra, debido a que en Guerrero se dio el primer desencuentro entre Zapata y Madero, al querer, éste último, imponer como gobernador del estado y jefe del movimiento revolucionario en Morelos al maderista Ambrosio Figueroa , expresó Salvador Rueda.
Además, agregó, el estado de Guerrero se proyectó como una de las plataformas zapatistas más importantes desde 1911 con la firma del Plan de Ayala y, posteriormente con la Toma de Chilpancingo, en 1914, que significó el triunfo de la Revolución en el sur del país.
Para el investigador del INAH, el problema entre ambos personajes tuvo su origen en la cohesión de varios grupos de lucha a través del Plan de San Luis Potosí (5 de octubre de 1910) el cual leían cada uno de ellos desde diferentes perspectivas , fue un llamado a desconocer las elecciones de 1910; a las autoridades emanadas de éstas, entre ellas al presidente Porfirio Díaz, y a iniciar la resolución de viejos problemas de índole agrario en el país.
Este último punto fue el que atrajo a los zapatistas, quienes se interesaban en la restitución y dotación de tierras que les fueron arrebatas a los campesino durante el porfiriato y entregadas a los hacendados. Sin embargo, los proyectos de solución que tenían Madero y Zapata eran distintos , explicó el historiador.
En ese sentido, precisó Rueda Smithers, es necesario decir que los ideales políticos de Madero giraban en torno a un cambio de las autoridades de gobierno, federales y estatales, más no de las estructuras políticas. Además pugnaba por la construcción de un mejor país basándose en procesos democráticos como la no reelección y la libertad de expresión y discusión de ideas.
El historiador puntualizó que en el ámbito agrario, Madero apostaba por una vigilancia más profunda de los procesos legales en los tribunales durante los litigios de tierras, y así determinar cuáles de éstas serían entregadas a los campesinos y cuáles no.
Por el contrario, para Emiliano Zapata la solución era dar el fallo a favor de la gente humilde sin considerar los procesos legales, pues las tierras eran una necesidad vital de los campesinos, para quienes no tenerlas significaba días de hambre y pobreza al no poder sembrar y cosechar productos de autoconsumo y venta, concluyo Rueda Smithers.
El siguiente tema en la Cátedra Ignacio Manuel Altamirano será: Cosmovisión y enfermedad: Un observatorio desde las súplicas y prácticas rituales de los terapeutas tradicionales de los nahuas del Alto Balsas. Se presentará el próximo 7 de abril, a cargo de la doctora Lilián González, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.