Buscar
Arte e Ideas

Lectura 4:00 min

A cada día le bastan sus temores

Hay consejas sabiamente lugarcomuneras: como la que afirma que no hay que tener miedo de la pobreza ni de la muerte ni de la cárcel, sino nada más del miedo.

Ay, dijo el ratón, el mundo se está haciendo más chiquito cada día. Al principio era tan grande que yo tenía miedo, corría y corría, y me alegraba cuando al fin veía paredes a lo lejos a diestra y siniestra, pero estas largas paredes se han achicado tanto que ya estoy en la última cámara, y ahí en la esquina está la trampa a la cual yo debo caer. Solamente tienes que cambiar tu dirección, dijo el gato y se lo comió .

Franz Kafka

Para escribir la columna de hoy hice las averiguaciones previas de siempre. Mire calendarios, almanaques, revistas y otras secciones culturales de México y del mundo. Miré mi mesa de noche con los libros apilados que todavía no leo, la mesa de mi comedor que aventaja a la mejor mesa de Novedades editoriales que cualquiera pudiera imaginarse. Le pregunté a todos mis corresponsales domésticos, digitales y telefónicos sobre algún tema que consideraran pudiera ser digno de convertirse en letras impresas. ( ¿En un periódico rosita? , preguntó la sección infantil de mi público cautivo). Y resultó que este jueves podría haber sido distinto. Lleno de posibilidades, eso sí: consideré escribir sobre los cinco años de la muerte de Víctor Hugo Rascón Banda, que se cumplieron el último día de julio. Pero ya no quise jugar a los heraldos negros). Casi me sedujo la idea de hablar del doctor José Moreno de Alba, lingüista apasionado, ex maestro, filólogo, que hizo de toda minucia una grandeza y que en todas sus clases solía decir que no hay malas palabras. Hay pésimos hablantes.

Hasta el día de hoy, miércoles para mí, ayer para usted, todavía me debatía entre escribir sobre las faltas de ortografía que millones de niños van a leer en sus libros de texto de la escuela (con los que van a poder demostrar que el güevo del sartén tiene la misma g que agüela, así estén fritos o revueltos y sin importar ninguna cabecita blanca) o quizá empezar a calentar motores para hablar de Macabro, el festival de cine que empezará a fines de este mes.

Sin embargo, y de manera decisiva, apareció El Miedo, así con mayúscula, no por el corazón delator o el gato negro emparedado en lo más oscuro de mi conciencia, sino porque es el nombre de una exposición organizada por la UNAM, que se exhibe en el Palacio de la Autonomía y que, según reza su cartel: Plantea de manera entretenida y ágil, lo que ha sido esta angustiosa sensación a lo largo de la historia del hombre y cómo lo lleva en cada etapa de la evolución a construir en su imaginario monstruos, mitos y leyendas . Miles de páginas escritas, también. Consejas sabiamente lugarcomuneras: como la que afirma que no hay que tener miedo de la pobreza ni de la muerte ni de la cárcel, sino nada más del propio miedo; el pánico de situaciones aterradoras que no representen ningún peligro y van más allá, como el dentista, las inyecciones repetidas, los malos tratamientos, los maltratos; algunos cuentos de Lovecraft, el temor de que el cielo que pueda caerse sobre nuestras cabezas en cualquier momento y el miedo de que quizá, entre las tejas y sobre el suelo que pisamos, esté el verdadero e irrompible maleficio.

Entonces sonó el teléfono.

Y me enteré de que la columna de hoy, la que tiene usted entre sus manos, querido lector, era la última que yo escribiría en este medio, todos los jueves y con este título. Al principio me dio miedo. Después tristeza. Y me niego a volver a decir que yo llegué a el periódico El Economista antes que la alfombra, a contar todos los años y a la autocompasión, que puede salirme muy bien. Mucho menos a escribir de más, porque los que me han leído desde el principio de los tiempos, si no lo saben, tampoco lo necesitan. Y los que están acostumbrados a leerme, me encontrarán bien pronto en la revista Este país, algunas estaciones en el IMER y se darán cuenta de que, en realidad, decir adiós no importa. Todo fuera como eso.

ckuhne@eleconomista.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete