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Arte e Ideas

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México, Cuarón y Roma hacen historia

El furor de los Oscar, especialmente en México, comenzó desde antes de que los canales comenzaran sus transmisiones de la alfombra roja.

El furor de los Oscar, especialmente en México, comenzó desde antes de que los canales comenzaran sus transmisiones de la alfombra roja.

Yalitza Aparicio y Marina de Tavira fueron unas de las primeras nominadas a la nonagésima primera edición de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. La protagonista de Roma vestía una sencillo vestido de tul en color menta. La acompañaba su mamá, Margarita Martínez. Sus movimientos sobre la alfombra más importante de la industria en Hollywood transmitían la soltura y seguridad de quien se sabe ya trascendido, de quien se ha mantenido los últimos dos meses cuando no posando para varias de las revistas más glamurosas de México y Estados Unidos, ofreciendo entrevistas en los top talk shows de la televisión estadounidense o caminando por las alfombras rojas de más prestigio de la temporada de premios. Los fotógrafos apostados a una costado de la alfombra del Teatro Dolby de Los Ángeles, le suplicaban en español para que posara para los distintos flashes que no dejaban de dispararse.

Cuatro premios Oscar para Roma, era un acuerdo tácito entre gran parte de los críticos de cine profesionales en sus previsiones en los periódicos, los portales especializados y entre los críticos más improvisados de las redes sociales. Le garantizaban a Cuarón las estatuillas doradas por su fotografía, la dirección y por la cinta de habla no inglesa. Muchos de ellos le entregaban el Oscar a Mejor Película. Pero eso estaba por verse.

La ceremonia

A cambio del tradicional monólogo del host de la ceremonia, la banda Queen se apoderó del escenario del Teatro Dolby para interpretar “We will rock you” y “We are the champions” con la voz del joven cantante y actor Adam Lambert.

De inmediato se dio paso a la presentación de las nominadas para Mejor actriz de reparto. Las encargadas del anuncio fueron las comediantes Maya Rudolph, Amy Poehler y Tina Fey; y con ellas se soltaron las primeras risas de la noche cuando Rudolph advertía: “una actualización rápida para todos, en caso de que estén confundidos: no habrá anfitrión esta noche, no habrá categoría de película popular y México no va a pagar por el muro”.

El nombre de Marina de Tavira se escuchó en el listado de las primeras nominaciones a resolverse: Mejor actriz de reparto. Y en cuanto se mencionó su nombre, quedó claro que la delegación mexicana era cuantiosa y dispuesta a hacerse sentir al interior del teatro.

Con el premio para Regina King inició la noche que comenzó a pintar bien para Black Panther, con dos de los tres primeros premios, a diseño de vestuario y de producción, para dos mujeres.

Con la presentación del Oscar a Mejor fotografía comenzó la noche fecunda para el cine mexicano. Se cumplía una de las predicciones garantizadas por la crítica: Alfonso Cuarón, que también fue el más aplaudido tras mencionarse su nombre y quien, de paso, hizo historia al convertirse en el primer director en llevarse el premio en esta categoría.

“Para crear una película se requiere de mucha gente, de mucho trabajo duro, el de Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, antes que nadie. Es un equipo y un elenco impresionante (...). Si este filme fue creado a partir de mis memorias también fue armado a través de lo que la maravillosa cinematografía nos ha dado”, dijo y aprovechó para dedicar el premio al tres veces ganador del Oscar, Emmanuel Lubezki, quien, dijo, fue la referencia para hacer posible dicha proeza fílmica.

En las categorías de sonido, Roma fue superada por Bohemian Rhapsody, que se llevó las menciones a Mejor edición de sonido y de mezcla de sonido. Estaba presupuestado por las predicciones.

Presencia mexicana

“No hay fronteras, no hay muros que frenen el genio y el talento”, dijo Javier Bardem para unirse al discurso político colectivo que comenzaba a tomar forma en la gala: una crítica a las políticas fronterizas justo en el país con una de las medidas antimigratorias más severas, encabezadas por Donald Trump. De esa manera, junto con la actriz Angela Bassett, el actor español presentó la categoría de Mejor película en habla no inglesa, quizás la apuesta más sólida para Roma. Y así fue, se hizo historia por segunda vez en la noche: el premio de la categoría le era conferido a México después de una larga historia de nueve nominaciones. Cuarón de nueva cuenta se levantó de su butaca, se abrazó de Marina y de Yalitza, subió al escenario para tomar de nuevo la voz y repitió su gratitud para las actrices de la cinta, así como a su familia. Hasta ahí, así iban las cuentas: dos para Black Panther, dos para Roma, tres para Bohemian Rhpasody.

El talento mexicano fue premiado no solo con los premios anunciados para Roma. La estatuilla a Mejor película animada también tuvo un cuantioso toque mexicano, toda vez que 24 creativos mexicanos formaron parte del equipo de producción de Sony Pictures Animation, responsable de la creación de Spider-man: Un nuevo universo, esperada ganadora de la categoría.

Totalmente en español. De esa manera y con un broche en la solapa con la bandera de México, Diego Luna decidió distinguir su participación para presentar el adelanto de Roma como parte de las cintas nominadas a Mejor película, acompañado del reconocido chef de origen español José Andrés. “Ya se puede hablar español en los Oscar. Ya nos abrieron la puerta y no nos sacan de aquí”, dijo el actor y productor, con el humor que le caracteriza.

“Este hermoso e intimista filme le da voz a quienes no la tienen y nos recuerda el entendimiento y la compasión que le debemos a toda esta gente invisibilizada: inmigrantes y mujeres que mueven la humanidad hacia adelante”, complementó el ibérico nacionalizado estadounidense, casi gritando ante el desborde de palmas que lo obligaron a levantar la voz para concluir.

Quizás el momento más emotivo, el más ovacionado hasta el momento de la noche, fue la presentación musical de Shallow, cinta de Ha nacido una estrella, en las voces de Lady Gaga y Bradley Cooper, quienes subieron directamente desde las butacas para interpretar, con los ojos cerrados, un número tan soberbio como la ovación de pie por parte de los presentes.

Otro mensaje de reivindicación fue el que ofreció Spike Lee al recibir su primer Oscar de toda la vida, entregado por su trabajo por el Mejor guion adaptado por El infiltrado del KKKlan. Aprovechó para evocar “a los antepasados que formaron este país”, en referencia a las comunidades de afroamericanos que fueron esclavizadas en los Estados Unidos: “el amor y la sabiduría nos une con ellos. Tenemos que estar todos en el lado correcto de la historia. Entre el odio y el amor hagamos lo correcto”.

Lo más esperado

Después de la esperada victoria de Rami Malek como Mejor actor, quien también hizo referencia al orgullo de ser hijo de inmigrantes, Yalitza Aparicio perdió el Oscar a Mejor actriz ante el sorpresivo anuncio de Olivia Colman por su papel de Ana Estuardo, la primera reina de Gran Bretaña en La favorita. Colman no se olvidó de reconocer el trabajo, en especial, de Lady Gaga y Aparicio al mencionarlas en su discurso.

Más tarde Cuarón se hizo de su segundo Oscar a Mejor director, el cual recibió de manos del su amigo, colega y también galardonado por la Academia, Guillermo del Toro, con quien se fundió en un emotivo abrazo sobre el escenario.

El director extrajo sus notas del frac para agradecer “a la Academia por reconocer una película centrada en una mujer indígena, una de las 70 millones de trabajadoras domésticas en el mundo sin derechos laborales, un personaje que históricamente ha sido relegado al segundo plano del cine. El cine tiene la responsabilidad de mirar a aquellos que no son vistos por los demás.

“Muchas gracias a Libo, muchas gracias a mi familia, muchas gracias México”, culminó hablando en español.

Finalmente se llegó al momento de conocer a la gran película ganadora de la temporada. “Y el Oscar va para... Green book”, anunció Julia Roberts para sorpresa de la delegación mexicana que esperaba el anuncio de Roma, la cual, sin embargo, hizo historia al convertir a Cuarón en el primer director en ganar un Oscar para la Mejor fotografía y el primer mexicano en llevarse el galardón a Mejor película de habla no inglesa.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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