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Arte e Ideas

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Autoridades fomentan un Tren Maya benévolo; activistas denuncian daños en cuevas

Versiones contrastan sobre el proyecto prioritario en el sureste de México; el fin de semana abrió la exposición “Súbete al tren” en el Complejo Cultural Los Pinos, con una selección de piezas rescatadas durante las labores de salvamento arqueológico. “El Tren Maya no afecta el medio ambiente”, señala director del Fonatur; sin embargo, colectivos denuncian impacto en cuevas como Garra de Jaguar.

Foto EE: Especial

Foto EE: Especial

El viernes pasado, autoridades culturales federales y locales, encabezadas por la secretaria Alejandra Frausto Guerrero y el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, así como el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Javier May Rodríguez, inauguraron en el Complejo Cultural Los Pinos la exposición “Súbete al tren”, dentro de la cual se exhibe una selección de 11 piezas arqueológicas recuperadas durante las labores de salvamento arqueológico en el proyecto prioritario del Tren Maya, en la península de Yucatán.

Dichas piezas, todas rescatadas por la Dirección de Salvamento Arqueológico en los primeros cuatro tramos del proyecto, se exhiben en el núcleo “Patrimonio originario. Hallazgos arqueológicos en el Tren Maya”, en la Casa “Miguel Alemán”. Entre ellas se encuentra una olla con vertedera y un cajete, ambos fechados entre los años 50 y 250 d.C., que formaban parte de los elementos de un entierro.

Al centro de este núcleo, se destaca la Estela 18, una loza de piedra caliza rectangular de 132 centímetros de altura y 56 de ancho, con ambas caras trabajadas en bajorrelieve, descubierta en Uxmal, Yucatán, y cuyo descubrimiento se anunció en octubre pasado. Por la cara norte de esta pieza dual se aprecia una deidad femenina sosteniendo un quetzal en la mano izquierda, mientras que en la cara sur se observa un numen masculino con un antifaz vinculado con Tláloc.

“No hay un antagonismo”

Durante la ceremonia de inauguración de dicha muestra, el director del INAH señaló: “no hay un antagonismo o una incompatibilidad entre el avance de la obra y el cuidado de nuestro patrimonio arqueológico. Es más, me da la impresión de que la Secretaría de Cultura y el INAH han logrado encantar a las empresas constructoras, a la propia Secretaría de la Defensa Nacional y al Fonatur de la importancia y alcance del trabajo arqueológico”.

El director general del Fonatur sumó: “desde luego, la obra del Tren Maya es responsable con el medio ambiente. Con el Tren Maya, las áreas naturales protegidas, están aumentando en el sureste y serán las reservas más grandes de México y las segundas después del Amazonas. Además, se está realizando una reforestación histórica con 500 millones de árboles del programa Sembrando Vida”, aseguró y añadió que esta reforestación equivale a más de tres veces la extensión de la Ciudad de México. “El Tren Maya no afecta al medio ambiente, por el contrario, va a detener y empezar a revertir el daño ambiental que ocurría en el sureste mexicano”, reiteró.

Impacto en el sistema Garra de Jaguar

A la par, este fin de semana el colectivo “Sélvame del tren”, mismo que se ha opuesto a la obra prioritaria, sobre todo en el Tramo 5, compartió una serie de videos grabados por el hidrólogo y espeleólogo Guillermo D’Christy, asegura, grabado al interior del sistema de cuevas Garra de jaguar, localizado en la selva de Paamul, entre Playa del Carmen y Tulum, en el Tramo 5 del Tren Maya, donde se escuchan los trabajos de las máquinas excavadoras sobre este patrimonio natural.

“Estamos en una de tantas entradas al ecosistema Garra de Jaguar. Directamente encima, algunos metros más para allá está la máquina taladrando. Ya hemos visto múltiples lugares donde las rocas han estado cayendo por el movimiento de los taladros (…) Por cierto, hay muchos árboles caídos, y eso obviamente pasó muy recientemente. Tomemos en cuenta que desde el 17 de enero hay una suspensión contra la deforestación”, declara el espeleólogo mientras se le observa en el interior de una cueva.

En otro video presentado el 18 de febrero se muestra lo que asegura D’Christy son algunos de los 2,800 pilotes que se instalarán dentro del mano acuífero en la región y cuestiona si acaso existen garantías de que el acuífero no se contaminará por la corrosión de miles de toneladas de varillas y tubos de acero.

“Todo ese acero que va a quedar dentro del manto acuífero, todo ese concreto, ¿quién nos dice que no va a llegar a afectar la química del agua? Nadie ha tenido la responsabilidad de informar a la población. Lo único que les interesa es vender lo maravilloso del tren, folclorizarlo, decir todas las maravillas que van a poder visitar, pero nadie nos está diciendo de las realidades del impacto ambiental. No existe un manifiesto del impacto ambiental que hable de los pilotes”.

Para contrastar, durante la conferencia matutina en Palacio Nacional del pasado 13 de febrero, Javier May Rodríguez detalló que más del 60% del Tramo 5 Sur del Tren Maya, que corre de Playa del Carmen a Tulum, será un viaducto elevado “para proteger el suelo kárstico, cenotes, cavernas y ríos subterráneos de la zona” y explicó que habrá un puente atirantado de unos 290 metros de longitud que “permitirá salvaguardar la cueva Garra de jaguar”.

La prospección arqueológica hasta el momento:

  • 7,188 estructuras registradas y recuperadas de carácter inmueble.
  • 132 objetos rescatados de carácter mueble.
  • 8,878 fragmentos o tiestos de cerámica.

Para el Tramo 5 Sur A se destinan:

  • 200,000 toneladas de cemento.
  • 112,000 toneladas de acero.
  • 6,667 toneladas de riel.
  • 3,147 piezas de pilas de cimentación.

Información previa relacionada con el tema:

El Tren Maya será la estocada final para la selva en Quintana Roo

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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