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Ave se camufla en oruga para engañar ?a los depredadores

Aparte de este llamativo plumaje, los expertos notaron que estos polluelos, de apariencia y tamaño similar a las orugas tóxicas, tenían una forma específica de identificar a sus padres, lo que también parecía protegerlos de posibles depredadores.

Bogotá, Col. Una especie de ave que de adulta se asemeja a un gorrión y es oriunda de la amazonia, encontró una peculiar estrategia de supervivencia en un entorno hostil: camuflarse como una oruga venenosa. Esto según descubrimientos de científicos colombianos.

En la selva tropical sudamericana, donde según los expertos entre 90 y 95% de las aves no llega a adulto debido a las múltiples amenazas del medio, la plañidera cenicienta (Laniocera hypopyrra) desarrolló un mecanismo de defensa que la asemeja a una oruga tóxica de la familia Megalopygidae.

Esto se llama mimetismo batesiano, cuando animales no tóxicos imitan a animales tóxicos para protegerse de los depredadores , afirmó Gustavo Londoño, investigador de la Universidad Icesi de la ciudad de Cali y coautor de un estudio sobre el tema publicado en la revista The American Naturalist.

Cómo parecer oruga

Londoño, especialista en la conducta de las aves, aseguró que en observaciones de campo descubrieron una evolución de morfologías y comportamientos para subsistir.

Para empezar, las plañideras cenicientas, que de adultas son grises, nacen con plumas naranjas y con puntas blancas, lo cual les permite emular a estas larvas venenosas, cuya especie aún no se ha podido determinar.

Aparte de este llamativo plumaje, los expertos notaron que estos polluelos, de apariencia y tamaño similar a las orugas tóxicas, tenían una forma específica de identificar a sus padres, lo que también parecía protegerlos de posibles depredadores.

Normalmente, cuando uno saca un polluelo de un nido, lo primero que hace es abrir el pico y empezar a pedir alimento a los adultos, pero este polluelo nunca hizo eso en las mediciones , informó Londoño, un biólogo que dirigió las pesquisas sobre la conducta de estas aves en el parque nacional del Manu, en el sureste amazónico de Perú.

Por el contrario, cuando sienten una presencia en el nido empiezan a mover la cabeza para imitar el movimiento de la oruga. Sólo cuando el adulto emitía una vocalización especial, el polluelo empezaba a pedir alimento , agregó.

Londoño indicó que los adultos alimentan muy poco a sus crías. Sólo una vez por hora, mientras que otras aves, de Norteamérica por ejemplo, las alimentan entre 12 y 20 veces por hora , aclaró.

La investigación, que comenzó con la tesis de doctorado de Londoño en el 2007 y ya ha involucrado a unos 200 estudiantes de 16 países, continúa para determinar la especie de la oruga y avanzar en otros aspectos de los cambios morfológicos y comportamentales detectados.

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