Bolero, el canto al amor que ya es patrimonio cultural de la humanidad

Este 14 de febrero se celebra con especial alegría el Día del Amor y la Amistad, un día en el que el bolero, símbolo del romanticismo y la pasión, cobra un significado aún más especial ya que desde el pasado 5 de diciembre de 2023 ostenta el título de Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) por la Unesco, tras ser inscrito por México y Cuba.

Este reconocimiento no sólo celebra la belleza y la riqueza del bolero, sino que también destaca su importancia como práctica cultural viva, una forma de expresión que va más allá del género musical. El bolero es la voz del pueblo, que canta sus alegrías y sus penas a través de este género tan singular.

Un esfuerzo conjunto por su preservación

El camino para lograr este reconocimiento no fue fácil. Comenzó en 2015 con la constitución del Instituto Bolero México (IBM) como asociación civil. Dos años después se iniciaron las gestiones para inscribir al bolero como PCI. En 2020, la Secretaría de Cultura de México reconoció al IBM como instancia impulsora de la nominación y se estableció la colaboración con Cuba para presentar una candidatura binacional bajo el proyecto “Bolero, Identidad, emoción y poesía hecho canción”. Finalmente, en diciembre de 2023, la UNESCO aprobó la inscripción del bolero como PCI.

Cecilia Margaona, Coordinadora del proyecto de Inscripción del Bolero como PCI, explica a El Economista que este logro fue posible gracias a la participación activa de los portadores del bolero, aquellos que lo mantienen vivo a través de su interpretación, composición, enseñanza y transmisión.

El bolero, dice Cecilia Margaona, es mucho más que música romántica. Sus letras poéticas y melodías cadenciosas hablan de amor, desamor, alegría, nostalgia y esperanza. Es una expresión de nuestra identidad como mexicanos, cubanos, latinoamericanos e hispanohablantes.

Las amenazas a la supervivencia del bolero

La comunidad de portadores del bolero, comentó la coordinadora del proyecto, identificó diversas amenazas a la supervivencia de esta práctica cultural, entre las que se encuentra la balada romántica que con su ritmo y letras menos elaboradas, puede confundirse con el bolero, diluyendo su esencia y características únicas.

Por ello, explica Margaona, los portadores del bolero abogan por su preservación y transmisión a las nuevas generaciones. Aunque artistas como Luis Miguel contribuyeron a su rescate en la década de 1990, ahora se busca mantenerlo como una práctica cultural viva, alejada de la comercialización y el mercantilismo.

¿Qué sigue para preservar la práctica cultural del bolero? 

Las directrices operativas definidas por la Unesco buscan que los beneficios de este reconocimiento lleguen directamente a los portadores del bolero, permitiéndoles continuar con la práctica y transmisión. 

“Se busca ir más allá de la figura del artista individual y fortalecer la comunidad de portadores, incluyendo a intérpretes, tríos, músicos callejeros y todos aquellos que mantienen vivo el bolero”.

El reconocimiento del bolero como PCI por la Unesco representa un gran paso adelante en su preservación. Ahora, los siguientes ejes de acción se centran en la educación, la formación y la visibilización.

“A los jóvenes no les puede gustar una cosa que no conocen”, afirma Cecilia Margaona. Es necesario que el bolero esté presente en los espacios educativos y culturales, que se escuche y se interprete para que las nuevas generaciones puedan conocerlo, apreciarlo y hacerlo suyo.

El bolero: Un universo de emociones y tradiciones

La poesía romántica impregna las letras del bolero, exaltando el uso de la lengua española como vehículo de comunicación e identidad. Sus versos, cargados de sentimiento, nos hablan de amor, desamor, alegría y nostalgia, reflejando la idiosincrasia y las emociones de las comunidades que lo adoptaron.

"Tristezas" de Pepe Sánchez, compuesto en 1883, se considera el primer bolero documentado. Nacido en el oriente de Cuba, este género musical se expandió por todo el territorio nacional, llegando a México y otros países de habla hispana.

Durante la primera mitad del siglo XX, el bolero se consolidó como la variante más popular de la canción cubana, conquistando tanto las zonas rurales como las urbanas. Su ritmo cadencioso y sus letras románticas cautivaron al público, convirtiéndolo en un símbolo de la época.

El bolero tiene una fuerte presencia en diversas regiones de México. La Ciudad de México y Mérida son los puntos focales de la primera fase de estudio, pero su influencia se extiende a lugares como Veracruz, la Costa Chica, Matamoros, Tampico, Monterrey, Jalisco, Tijuana, Mexicali, Aguascalientes y Chihuahua.

Un legado que trasciende fronteras

El bolero no solo ha cautivado a México y Cuba, sino que también ha encontrado un hogar en comunidades de mexicanos y cubanos en todo el mundo. Su popularidad se extiende a países como Puerto Rico, Argentina, Ecuador, Venezuela, España, Japón y Corea del Sur.

Sumérgete en la magia del bolero: Playlists e historia

¿Te apasiona el bolero? El Instituto Bolero de México te invita a disfrutar de una playlist en Spotify que te transportará a un universo de emociones y tradiciones.

"Bolero Cuba y México, diálogo entre culturas":

Reúne 22 canciones emblemáticas que fueron presentadas al jurado de la UNESCO para la inscripción del bolero como PCI.

Disfruta de clásicos como "Solamente una vez" de Agustín Lara, "Perfidia" con Nat King Cole, "Sabor a mí" con Lilia Downs, "Esta tarde vi llover" con el trío Los Panchos y "Bésame mucho" con Javier Solís, entre otros. 

"Historia del Bolero": Seminario

Profundiza en el fascinante recorrido histórico de este género musical a través del seminario impartido por el investigador colombiano Julián Salcedo.

Las sesiones se llevarán a cabo por Zoom los días 2, 9 y 16 de marzo.

 Da clic aquí para inscribirte, la fecha límite para registrarse es el 23 de febrero.