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Ceremonia honoris causa, contra xenofobia y cambio climático
Alejandro González Iñárritu, Rolando Cordera, Julia Carabias, Alicia Bárcena, Vincenzo Ferrari y Sandra Moore, entre los reconocidos.
A las 11 en punto del jueves 27 de septiembre, silencio total en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario. Con la interpretación del himno universitario “Gaudeamus Igitur”, se dio ingreso al Claustro Académico, encabezado por Enrique Graue Wiechers, quien efectuaría la investidura con el grado de doctor honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México a destacadas personalidades de las ciencias y las artes, mexicanas e internacionales, ante el testimonio de miembros de la Junta de Gobierno y la Junta de Patronos, directores de las entidades académicas, funcionarios, miembros de la comunidad universitaria y exrectores de la máxima casa de estudios, así como anteriores condecorados honoris causa por esta institución académica.
Fueron 10 los receptores de las insignias y distinciones, de manos del rector de la casa de estudios, que los acreditan con el grado de doctor honoris causa, entre ellos el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, ganador de cinco premios Oscar y considerado actualmente como uno de los mejores cineastas en activo en Hollywood, creador de cintas como Amores Perros (2000), 21 gramos (2003), Birdman, or the Unexpected Virtue of Ignorance (2014) y The Revenant (2016). El jurista italiano Vincenzo Ferrari, conocido como uno de los pioneros del renacimiento de la sociología jurídica en el ámbito nacional italiano e internacional, fue otro de los condecorados, así como la psicóloga social María Elena Medina-Mora Icaza, doctora en Psicología Social e investigadora emérita de Sistema Nacional de Investigadores (SNI, Conacyt, 2018); la bióloga Alicia Bárcena Ibarra, maestra en Administración Pública por la Universidad de Harvard y actualmente secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, con lo que se mantiene como la mexicana con mayor rango en un organismo internacional en la historia, lo mismo que la también bióloga y altruista Julia Carabias Lillo, quien ha centrado su trabajo en la procuración del medio ambiente y en la resolución de las carencias alimentarias de las distintas comunidades indígenas en el país. El economista Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la UNAM, miembro del SNI nivel 3 y autor de más de 30 libros sobre economía también fue condecorado, lo mismo que la astrónoma estadounidense Sandra Moore Faber, pionera en teorías en torno a la materia oscura, con las cuales ha postulado que 90% de la materia en el Universo es invisible, y que tuvo una determinante aportación en la construcción de telescopios más potentes para la observación del cosmos.
Discursos de lucha
“Estamos ante un mundo fragmentado, donde predomina y se contrapone el patriotismo. El lateralismo está pasando por su peor momento, cuando se está cuestionando la evidencia de la ciencia frente a la urgencia de actuar ante el cambio climático y ante la pérdida de la biodiversidad, cuando las expectativas de mayor igualdad entre países se frustran, cuando la promesa de más y mejores bienes públicos choca con las posiciones individualistas, cuando se hace evidente que en el mundo en el que vivimos las instituciones democráticas no son las que están definiendo las políticas económicas y que la concentración de la riqueza está en pocas manos. Vemos emerger nacionalismos ofensivos. Irrumpe la xenofobia que hace del migrante una amenaza, despojándolo de la dignidad que le es intrínseca (...) Los jóvenes están enojados y tienen razón. Los estamos arrojando al delito y a la ilegalidad”, denunció la bióloga Alicia Bárcena, quien, junto con Vincenzo Ferrari, hizo uso de la palabra a nombre de los condecorados.
Por su parte, Graue Wiechers, en su discurso al final de la ceremonia, coincidió con la condecorada.
“Compartimos un mundo donde las fronteras son defendidas por nacionalismos artificiales, demagógicos y trasnochados que violentan los derechos humanos. Habitamos un planeta que estamos destruyendo en aras del progreso irracional que amenaza con la extinción masiva de especies. Coexistimos en un mundo en donde la sinrazón encuentra el pretexto fatal del terrorismo, la violencia y el crimen. En ese mundo en el que hoy subsistimos, ceremonias como ésta son luminosas, un aliento y una luz de esperanza; son un recuerdo de lo que hemos sido y una esperanza de lo que debemos ser. De ahí la importancia de este acto”, declaró. Esa mañana, agregó para finalizar que, a pesar de la diversidad de disciplinas que representan, todos los condecorados persiguen el fin común de vivir en un mundo más justo, en equilibrio, en libertad y en paz. “Por ello, la ciencia y el arte, y quienes se dedican a ellas, no pueden ser considerados elitistas. Su labor conlleva un esfuerzo extenuante de vida”, afirmó.
Doctores honoris causa por la UNAM
- Alicia Bárcena Ibarra, bióloga (Ciudad de México, 1952)
- Julia Carabias Lillo, bióloga (Ciudad de México, 1954)
- Rolando Cordera Campos, economista (Colima, 1942)
- José Antonio Stephan de la Peña Mena, matemático (Monterrey, 1958)
- Donald Bruce Dingwell, geólogo y geofísico (Terranova, Canadá, 1958)
- Vincenzo Ferrari, jurista y sociólogo (Colleferro, Italia, 1940)
- Alejandro González Iñárritu, cineasta (Ciudad de México, 1963)
- María Elena Teresa Medina-Mora Icaza, psicóloga social (Ciudad de México, 1951)
- Roberto Meli Piralla, ingeniero civil (Roma, Italia, 1938)
- Sandra Moore Faber, astrónoma (Boston, EU, 1944)