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Chichén Itzá centro ceremonial más visitado del país
Chichén Itzá es mucho más que El Castillo, es también el Juego de Pelota, el Templo de los Guerreros, El Cenote Sagrado, el Observatorio, que dan cuenta de la grandeza de una civilización que aún está viva.
La monumentalidad de Chichén Itzá, que se expresa en el sincretismo de lo maya y los estilos propios del altiplano, son dos de los muchos elementos que han hecho de este centro ceremonial precolombino, uno de los más visitados del país.
Los nombramientos Patrimonio Cultural de la Humanidad y una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, justifican la necesidad de visitar ese sitio arqueológico, idea que comparten cada año más de dos millones de personas, 80% de origen extranjero.
El Castillo, como símbolo principal de este sitio maya, es una muestra de la grandeza de la creación humana, plasmada en un monumento reflejo de la creatividad e inventiva del hombre , refirió el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Sin embargo, agregó, Chichén Itzá es mucho más que El Castillo, es también el Juego de Pelota, el Templo de los Guerreros, El Cenote Sagrado, el Observatorio, que dan cuenta de la grandeza de una civilización que aún está viva.
De acuerdo con cifras del propio instituto, durante 2013 Teotihuacán recibió dos millones 323,658 visitantes 19.56% del total nacional que visitó una zona arqueológica-, mientras que Chichén Itzá sumó dos millones 203,417 -18.55%- y cuya referencia más cercana es Tulum con un millón 289,000.
En tanto, a mayo del presente año, el total acumulado es un millón 138,253 visitantes en Teotihuacán y de un millón 24,909 para Chichén Itzá.
La presencia de diversos tipos de usuarios a ese lugar, también permite cambiar la percepción de los visitantes, respecto a la vigencia de la cultura maya: en el sitio se habla el idioma maya, se transmiten tradiciones, los mayas actuales se mueven en el sitio.
La cultura maya no desapareció en el periodo clásico -700 a 800 después de Cristo-, tampoco sucumbió con la llegada de los españoles, se le puede ver en la gente, en las comunidades, en su sincretismo, como sucede con Egipto, la India o China.
A esta realidad se suma que en su haber, Chichén Itzá aún guarda muchos secretos, pues los esfuerzos se han concentrado en la liberación de algunos de sus espacios y la conservación, sin embargo, existe una amplia área por explorar.
El área que comprende esta zona arqueológica es de unos 40 kilómetros cuadrados, sin embargo, únicamente la zona conocida como La gran nivelación central- está abierta al público, la cual representa unos cuatro kilómetros cuadrados.
Empero, el reto es mayor, se trata de lograr una mejor vinculación con la propia comunidad y que los mexicanos en sus conjunto aprecien la zona como un sitio de respeto, sagrado y que exista un verdadero empoderamiento social de lo mismos para su cuidado.
La sacralidad del lugar no es sólo reconocida por seguidores de tendencias culturales o religiosas como el New Age o concheros, sino incluso de muchas personas que han abonado el sitios en forma incógnita- con las cenizas de sus seres queridos, lo que reafirma la importancia de cuidarlo y protegerlo.
RRR