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Cierra con éxito el 16 Festival de Jazz de Polanco

El espacio al aire libre, en el Parque Lincoln, lució abarrotado para vivir la segunda jornada del encuentro que reunió a estrellas del género en nuestra región, desde Joao Henrique hasta Louise Phelan.

El Festival de Jazz de Polanco se llevó a cabo en el Teatro Ángela Peralta, en el Parque Lincoln

lunes 17 de abril de 2023 - 00:23

El jazz es un mundo de posibilidades. Una de las bondades del jazz es que, más que un género, se le puede concebir como un espacio perfecto para la comunión de géneros.

En su libro Musicofilia, el neurólogo Oliver Sacks retomó al escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke, quien, en su libro El fin de la infancia (1953), parafraseando, reflexionaba sobre lo curioso que podría resultar para una especie extraterrestre superior observar cómo toda una población, de miles de millones de individuos, disfruta de escuchar pautas tonales probablemente sin sentido para aquella inteligencia de otro tipo, que no deja de sorprenderse de cómo el llamado ser humano dedica gran parte de su tiempo a eso que llama música. A citar:

“Si los Superseñores de Arthur C. Clarke se quedaron atónitos cuando aterrizaron en la Tierra y observaron cuánta energía dedica nuestra especie a crear y escuchar música, se habrían quedado estupefactos al comprender que, aún en ausencia de fuentes externas, casi todos tenemos música sonando sin cesar dentro de nuestras cabezas”.

Dicha referencia queda como anillo al dedo para hablar sobre las posibilidades del jazz, de cómo este género es perfecto para echar a volar toda esa capacidad creativa tonal, propia de nuestra especie.

Así quedó sentado la tarde de este domingo, en la segunda y última jornada de la decimosexta edición del Festival de Jazz de Polanco, que puso en oídos de todos los asistentes al Teatro Ángela Peralta, en el Parque Lincoln, un abanico de jazz en toda su riqueza, sus posibilidades de fusión con el blues, la música caribeña, el bossa nova, el funk, la psicodelia, el son jarocho, el flamenco, en fin, todo ese maridaje que solo el jazz, en particular aquel que se ejecuta en vivo, puede permitirse.

Un domingo para el blues

Este domingo, desde las primeras horas del encuentro, las gradas del Ángela Peralta estaban prácticamente llenas, porque se abrió fuerte, como una continuación natural de la vara tan alta que dejaron las agrupaciones que se presentaron el día anterior.

El maestro, paulista de nacimiento, pero residente mexicano por muchos años, Joao Henrique, levantó al público para bailar samba en su presentación homenaje al bossa nova, con los grandes temas de la cultura brasileña.

Le siguieron otros prodigios reunidos para enriquecer aún más el jazz tan diverso del que pudo disfrutar el público asistente, el proyecto Polanco Jazz All Stars Orquesta, integrado por varios viejos conocidos del festival y consolidados de la escena en nuestro país.

Pero los momentos cumbre de la jornada fueron las dos últimas presentaciones, primero con las voces prodigiosas de la agrupación Soul Queens, integrada por Timi Sullinger, Alicia González y Karely Esparza, quienes evocaron temas de varias de las mejores cantantes de la historia, Ella Fitzgerald y Tina Turner entre ellas, y lo hicieron con tal dominio de la voz que levantaron al público de sus asientos una canción tras otra. Aunque el momento más curioso sucedió cuando interpretaron Proud Mary, mejor conocida como Rollin’ on the river, de Creedence Clearwater Revival, porque, a propósito de aguas, se dejó caer una lluvia ligera que casi espanta al público, de no ser porque cesó casi de inmediato.

Y menos mal que esa lluvia fue prudente y ayudó a refrescar la tarde, porque el número que cerró fue una clase magistral de jazz y blues, en la voz prodigiosa de la cantante irlandesa-mexicana Louise Phelan junto con la Octavio Herrero Blues Band, quienes en su parte más ovacionada, evocaron a la leyenda B.B. King con su tema The thrill is gone.

“You know, I'm free, free now, baby / I'm free from your spell (...) And now that it's all over / All that I can do is wish you well”.

La voz de Louise simplemente, de talla mundial.

En conclusión, está edición del festival sería un escenario perfecto para sorprender a esos “Superseñores” sobre los que disertaron Arthur C. Clarke y luego Oliver Sacks, ambos fallecidos.

Finalmente, Louise recibió el galardón del festival a manera de reconocimiento por su aportación a la música. Y el cielo, finalmente, respetó la celebración hasta el último detalle.