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Cómo vivir la FIL y no morir en el intento
El fin de semana se inauguró la FIL y, a pesar de los problemas en las taquillas, se dieron cita miles de personas a las que no les importó hacer largas filas.
Guadalajara, Jal. El fin de semana se inauguró la FIL y, a pesar de los problemas en las taquillas, se dieron cita miles de personas a las que no les importó hacer largas filas para entrar.
Escritores por todos lados: argentinos, italianos, mexicanos (...) famosos (y no tanto), y muchos jóvenes que se pierden entre libros que como peces esperan ser atrapados para salir del fondo de la mesa de novedades.
La feria del libro más importante de América Latina luce colorida y hace volar la imaginación con los stands. Algunas editoriales han invertido miles de pesos en su programación; tan sólo el espacio en el recinto cuesta unos 200,000 pesos.
Un par de mantas dan fe del compromiso de la FIL con Ayotzinapa,pero no se espera que pase algo extraordinario en cuanto a protestas; sin embargo, fue el escritor Fernando del Paso quien dio la nota con su playera negra y la leyenda: ¡No mames Peña Nieto! .
Los reporteros insisten en preguntarle a todos los escritores por el caso de Ayotzinapa y la violencia en México, el tema de moda, pero todos responden lo mismo.
En la FIL hay de todo y para todos: rompecabezas, juegos, libros de todo tipo, promociones, regalos, edecanes de aerolíneas, comida, souvenirs y hasta cerveza. Todo es parte de la FIL y nadie está a salvo aquí.
Y no es poco, la FIL es centro de negocios, presentaciones de libros, de escritores, editores, de libros y más libros y, claro, de mucho bluf.
Paz, Fuentes y Gabo están presentes en libros e imágenes.
Los publicistas ofrecen a sus escritores como pedazos de carne fresca, agendan entrevistas (poco importa si el reportero leyó el libro) y venden que su obra será el próximo hit literario, aunque no lo sean. Muchos de ellos tienen una agenda llena; el más buscado es Juan Villoro, el escritor es como el ajonjolí de todos los moles.
Algunos cancelan, como Jorge Castañeda, que presentaría su polémica Amarres perros, una autobiografía, y otros se niegan a dar entrevistas, prefieren firmar autógrafos.
Del fin de semana destacó la presencia del director de la selección mexicana de futbol, Miguel El Piojo Herrera. No se espante, no escribió un libro, vino como presentador.
Pero también están los exquisitos, los que no van con las masas y esperan a los escritores de culto , todo lo que huela a comercial lo detestan.
