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Cristina Rivera Garza, la primera escritora que ingresa a El Colegio Nacional
La autora fue ovacionada por los colegiados y el público invitado para después recibir un fistol de manos de Adolfo Martínez Palomo, presidente en turno de la institución, quien además dio la bienvenida; Villoro contestó la alocución.
Cristina Rivera Garza ingresó a El Colegio Nacional con un discurso titulado “Escribir con el presente: archivos, fronteras, cuerpos”. Foto EE: Hugo Salazar
“Cristina Rivera Garza trata a la tierra como una página inexplorada, no escribe para comunicar lo que ya sabe sino para saberlo. Su escritura es fronteriza en un sentido amplio, por los temas abordados, pero sobre todo, por la mezcla de géneros y técnicas que crean un insólito campo de significados, un espacio híbrido que incorpora voces ajenas y renuncia a la tradicional hegemonía del autor. En sus páginas, el ensayo y la ficción borran sus límites”, aseguró Juan Villoro en contestación al discurso inaugural de Cristina Rivera Garza, escritora, historiadora y crítica, quien el pasado viernes 21 de julio se convirtió en la primera escritora en ingresar a El Colegio Nacional, luego de que el 1972 la máxima tribuna de México rechazara a la chiapaneca Rosario Castellanos.
“Muchas gracias por esta bienvenida, por estas palabras, por las referencias que evidencian la relación tan estrecha que existe entre las artes, la literatura, el cuerpo y el lenguaje de las ciencias. Gracias a todos por estar aquí, esta noche, como lo pueden imaginar, es una noche importante para mi y les agradezco esa compañía”, dijo Rivera Garza en su discurso inaugural nombrado “Escribir con el presente: archivos, fronteras, cuerpos”.
Durante su disertación, la autora de El invencible verano de Liliana (2021) recordó: “Leyendo la historia de esta institución, por ahí me enteré que en 1971 o 72 Rosario Castellanos, que es una escritora que yo admiro profundamente (...) fue nominada para pertenecer al Colegio Nacional y no la aceptaron. ¿Se imaginan lo que se siente que una escritora a la que consideras ha sido un non plus ultra, académica, poeta, ensayista, filósofa, diplomática, madre, viajera, una serie de cosas, y en 1972 El Colegio Nacional dijo no?”, cuestionó Rivera Garza.
Los méritos de Rivera Garza
De acuerdo con El Colegio Nacional, la autora de Nadie me verá llorar (1999) es un miembro con méritos por la originalidad de su voz, el aliento poético de su escritura y la sugerente mezcla de lo literario con las ciencias sociales; además de ser una de las escritoras más sobresalientes de México, con una trayectoria literaria que ha transcurrido y prosperado a la par de su labor académica.
No es casual que Rivera Garza haya combinado la práctica literaria con una notable carrera académica, nacida en Matamoros, Tamaulipas en 1964, ha estudiado y enseñado en ambos lados de la frontera, licenciada en sociología por la UNAM y se doctoró en historia latinoamericana en la Universidad de Houston, donde fundó el primer programa bilingüe de escritura creativa con nivel de posgrado. “Rivera Garza abrió puertas de un sitio para escribir y pensar en los dos idiomas de la región y sus posibles mezclas”, confirmó Villoro.
