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Arte e Ideas

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Daniela Vargas Winiker, de la banca a las mariposas

La artista abandonó una prometedora carrera como ejecutiva bancaria para dedicarse a su pasión: pintar. “Desde 2016, las mariposas son mi tema de inspiración; su transformación de oruga a mariposa se asemeja con el viaje de un alma”, dice.

La diferencia entre un pintor y un artista radica en que el primero domina el oficio, mientras que el segundo proyecta su visión; un estilo propio caracteriza al verdadero creador. Visión y estilo son estrictamente necesarios, pero en una industria desbordante de propuestas pictóricas, hace falta algo más: belleza y trascendencia. No obstante, para traspasar fronteras y conquistar latitudes, se requiere universalidad.

Daniela Vargas Winiker, nacida el 20 de junio de 1975 en San José, Costa Rica, lo tiene todo: visión, estilo, belleza, trascendencia y universalidad. “Mi infancia fue maravillosa, tuve la oportunidad de crecer en el campo rodeada de naturaleza, animales, clima frío, cerca de un volcán, mucha libertad… feliz. Empecé a pintar desde niña, esperaba una fecha especial para pedir materiales de arte, mis padres siempre me apoyaron: materiales, talleres, exposiciones”, comparte la artista. 

“El empuje de mi familia, mi pasión por el arte y determinación son los elementos que contribuyeron a que fuera artista”, añade.

A pesar de su vocación artística desde temprana edad, ante las constantes opiniones de que no se puede vivir del arte, Vargas Winiker estudió Administración de Empresas y Mercadeo en la Universidad Internacional de las Américas. Trabajó en la banca muchos años especializándose en inversiones del sector privado; logró consolidar una respetable trayectoria como ejecutiva bancaria. Requirió coraje, determinación, entusiasmo y pasión cuando en el año 2010 tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre: dedicarse al arte. Tomó cursos de dibujo, pintura, técnica mixta y escultura con destacados artistas costarricenses.

“Empecé pintando naturaleza, paisaje, naturaleza muerta y figurativo; desde el principio mi obra se caracterizó por un estilo impresionista y expresionista. En 2010 empecé a trabajar por colecciones, destacando ‘Abriendo las puertas del tiempo’, ‘De dolores’, ‘Intercambio de miradas’, ‘Levitar de mariposas’, ‘Divina psique’ y ‘Oasis de mariposas’. Mi técnica evolucionó de sólo acrílico a óleo, mixta y escultura. Me inspiro del arte europeo de finales del siglo IX y XX”, detalla.

En el año 2016 enfocaría su obra en una temática que la llevaría a conquistar coleccionistas, galerías, críticos y prensa internacional: mariposas. “Desde 2016, las mariposas son mi tema de inspiración, con ellas he volado dentro y fuera de Costa Rica. En muchas culturas representan impermanencia e inestabilidad en la vida terrenal; el asombroso cambio de una oruga a una mariposa se asemeja con el viaje de un alma, de un cuerpo terrenal a un cuerpo divino. Son el insecto del alma. Los antiguos griegos representaban el alma, la psique humana, con las alas de la mariposa en el arte. Inmortalidad, renacimiento, resurrección, pero también ligereza, inconstancia, efímero, alegría, belleza. Hoy mis propuestas no se limitan a la pintura”, nos dice.

“Mi propósito es conjugar pintura, escultura e instalación, logrando espacios interactivos en donde la experiencia sensorial pueda cautivar al espectador para que se adentre en mi mundo mágico”.

En sus inicios, Daniela contó con el respaldo e impulso de Marta Antillón Salazar, fundadora y directora de Galería Valanti, indiscutiblemente la mejor galerista de Costa Rica, así como destacada promotora latinoamericana, representante de artistas consagrados como Rafa Fernández, por nombrar sólo uno. Antillón creyó en ella, sabía que Daniela conquistaría los gustos de los más exigentes coleccionistas del país.

El empresario Onofrio Aldo Annese, conocido entre otros negocios por su Marca de calzado "Aldo", cuenta con un Hotel Boutique en Costa Rica llamado Studio Hotel, el cual alberga una colección privada de reconocidos artistas, como Jorge Jiménez Deredia, entre otros.

En conjunto con Galería Valanti, Daniela creó una exclusiva colección pictórica y escultórica para dicho recinto, consolidándose como una artista con una propuesta única y universal. Su trayectoria se conforma de casi 50 exposiciones individuales y colectivas en Costa Rica, México, Estados Unidos y Corea del Sur.

En 2020 Daniela Vargas Winiker se integró a Héctor Díaz Gallery, galería internacional con base en Guadalajara, representante de un selecto grupo de artistas como la estadounidense Jessica Feldman, el colombiano Francisco Correa y el nigeriano Christian Allison. En 2021 dicha galería produjo un documental corto sobre su vida, obra y trayectoria. Daniela es la prueba de que nunca es tarde para dedicarnos a lo que amamos. Supo canalizar su pasión y amor por el arte, logrando, como las mariposas, renacer y trascender.

hello@hectordiaz.art

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