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David Lomelí, la historia de un tenor afortunado
El cantante era ingeniero en sistemas hasta que encontró su vocación en el bel canto casi por error.
La historia del tenor David Lomelí es la historia de un hombre afortunado, quien un día halló la vocación profesional casi sin querer, tal como se encuentra un tesoro en el jardín. Estudiaba en el Tecnológico de Monterrey Ingeniería en Sistemas y al pretender una beca por actividades culturales , encontró un pasaporte que lo llevó a los principales teatros de ópera del mundo, pero no como espectador, sino como cantante. Y así cambió los algoritmos y circuitos por los legatti y los agudos.
Bueno, yo creo que ya estaba destinado para esto. Ahora sí, como decía mi abuelita: si es para ti, aunque te quites , refiere David Lomelí en entrevista telefónica desde Los Ángeles.
El más reciente de estos sitios operísticos que abrió sus puertas al arte de este cantante ha sido el Hollywood Bowl de Los Ángeles, California, donde el tenor mexicano se presentó este domingo 12 de agosto con la ópera Rigoletto de Verdi, en la que interpreta el papel del Duque Mantua. Este debut para mí es un logro muy importante, es de esos lugares en que siempre soñé cantar y ponerle palomita , comenta Lomelí con un orgullo.
Aquí cantó al lado del afamado director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, quien dirige la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles. El elenco lo integran también la soprano Irina Lungu y el barítono Zeljko Lucic.
Al mencionar a Dudamel, el tenor mexicano recuerda que es mi tercera vez que trabajo con él . Una de esas veces fue cuando Lomelí grabó bajo la batuta del director venezolano el Réquiem de Verdi nada menos que con la Filarmónica de Berlín.
David platica que se lleva muy bien con Dudamel y que, por ejemplo, cuando lo encuentra, me da mucha risa porque siempre empieza a hablar como mexicano: Que onda, cuate. Y esto normalmente no sucede en una sinfónica o en una casa de ópera; siempre es maestro A mí me da mucha caña que me llamen así .
Pero esta historia de fortuna continúa: en el Instituto Tecnológico de Monterrey (campus Monterrey) tuvo la suerte de encontrarse con buenos maestros, como James Demster, que le dieron impulso a su vocación. Como cuando le dieron una cinta del cantante José Carreras que le abrió literalmente las puertas de la gloria y también del arte del canto. Antes había incursionado en el pop con un grupo al que llamamos Libre equipaje. De hecho, sonábamos en las estaciones de radio del norte de México, creo que todavía existen canciones que no hemos podido borrar (risas) .
El otro golpe de suerte vendría más tarde cuando, en una cena en la que David cantó, coincidió que ahí se encontraba Plácido Domingo. Al tenor español le gustó tanto la voz de Lomelí que lo llevó a la Ópera de Los Ángeles.
Siguiendo con la fortuna, vino el concurso mundial Operalia, certamen para jóvenes cantantes de ópera fundado por Plácido Domingo en 1993. Y sucedió que en la edición 2006 David Lomelí ganó en las categorías de Ópera -con una estupenda interpretación del aria O souverain de la ópera El Cid- y en la de Zarzuela, en la que cantó La roca fría del calvario .
Pero aunque Lomelí tiende a relacionar sus triunfos con la fortuna, la verdad es que ha sido una vida de entrega al arte y la disciplina -factores que han potenciado sus cualidades naturales para el canto-, las cuales lo han colocado en el sitio en que está, en esa zona dorada de los ganadores.
David Lomelí concluyó en julio pasado una serie de 14 presentaciones en el Festival de Glyndebourne, uno de los más prestigiados del mundo al lado de Salzburgo y Baden-Baden, en lo que constituyó su debut en Reino Unido. El mexicano fue alabado por la crítica especializada y ovacionado por el público al actuar como Rodolfo en La Bohème de Puccini, papel del que David, dice, ya lleva más de 100 representaciones, y que no es nada fácil.
Concluye: Creo que apenas estoy balanceando las partes que para mí son fundamentales de la carrera: La vida personal, me acabo de casar en marzo. La salud, yo tenía problemas del estómago. He bajado mucho de peso y esto me ha ayudado para sentirme seguro en mi técnica vocal, para sentirme cómodo. Y aprendo del negocio, cómo estudiar y cómo mantenerte en la zona de éxito .
Aunque para David Lomelí la sensación más agradable, lo que sería el triunfo para él, es cuando alguien se acerca y le dice que su canto lo ha conmovido hasta las lágrimas.