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De un carrito ambulante al Monumento a la Revolución
El Grupo MYT opera en concesión el Monumento a la Revolución bajo un esquema pro bono, en el que voluntariamente reinvierte una parte de las ganancias en el mantenimiento.

Cancún, Quintana Roo. Iniciaron a mediados de la década de los 90 con una inversión de 20,000 pesos para vender crepas francesas en un carrito ambulante en el centro de la Ciudad de México. Han creado desde entonces las marcas Taka Taka, Moshi Moshi, La Imperial y La Crepe Parisienne, de las cuales dos de éstas tienen ya sucursales en Nueva York. Hoy operan en concesión el Monumento a la Revolución bajo un esquema pro bono (para el bien público) en el que voluntariamente reinvierten una parte de las ganancias en el mantenimiento y remodelación del inmueble.
Carlos Mier y Terán, quien atendía el carrito de crepas y hoy es el director general de Grupo MYT, explica que ellos fueron los únicos en presentar en el 2010 al entonces gobierno de Marcelo Ebrard una propuesta autosostenible para operar este inmueble, que hoy genera recursos por más de tres millones de pesos anuales.
El esquema es un Permiso Administrativo Temporal Revocable de los que ya operan varios en la Ciudad de México, como el Museo del Tequila, el estacionamiento de Bellas Artes o algunos bajopuentes donde se han creado espacios de convivencia ciudadana. Sin embargo, ninguno de ellos ha desarrollado un concepto y una marca propia como sí lo ha hecho Grupo MYT con lo que hoy se conoce como Monumento Revolución Mexicana, a partir del cual han creado toda una serie de productos, souvenirs y parafernalia en torno al tema del movimiento social mexicano de 1910.
A nosotros nos dieron en el 2010 un monumento precioso, renovado; pero sin experiencia, sin marca. Nosotros hemos diseñado desde el logotipo hasta el mobiliario de las dos cafeterías, contratado personal, diseñado uniformes. Hemos dado cursos de capacitación, traído historiadores, arquitectos y hemos financiado sistemas de certificación para crear una experiencia innovadora de conocimiento y diversión en un espacio extraordinario, que es lo que hace Grupo MYT en todos sus proyectos .
Además de dos cafeterías y espacios para exposiciones, se alistan a ofrecer recorridos históricos por el museo y las diferentes áreas del monumento; aunque por el plantón de los maestros, este proyecto se ha retrasado.
Se autodefinen como un grupo dedicado a crear marcas mexicanas de entretenimiento para la industria hospitalaria, porque si hoy muchos empresarios están dispuestos a pagar por la franquicia de una marca extranjera, por qué no invertir en propiedad intelectual y todo lo que cuesta desarrollar marcas propias , expone el también ingeniero industrial y MBA de la Harvard Business School.
No nos dieron el Monumento para explotarlo o para lucrar con él, es todo lo contrario. Este modelo permite a una entidad privada administrar un espacio a favor del monumento, lo cual permite al gobierno desentenderse del gasto de mantenimiento que implica el inmueble y le genera adicionalmente un ingreso. Los tres millones de pesos al año que se generan después de cubrir sueldos y la renta mensual que nos cobra el gobierno del Distrito Federal se reinvierten íntegramente en mantenimiento y mejoras constantes al inmueble , insiste.
Además del Monumento Revolución Mexicana, Grupo MYT opera actualmente 37 puntos de venta entre sus diferentes marcas en la Ciudad de México y Guadalajara, con más de un millón y medio de clientes anualmente. Sus marcas Vive la Crepe! y Taka TaKa tienen ya cinco sucursales en Nueva York desde el 2009. Grupo MYT integra las firmas MYT Diseño, MYT Servicios y MYT Capital para diseñar, financiar y operar marcas mexicanas de entretenimiento en la industria hospitalaria.