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Dejarán intacto presupuesto del IMER para evitar colapso

Retener los pagos es un vicio que se debe de terminar, reclama trabajadora no sindicalizada; nos dejaron un instituto devastado, pero lo vamos a defender, sostiene Jenaro Villamil.

La tarde-noche de este martes, la bomba estalló en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER). La radio y las redes sociales fueron su base de detonación y su medio de propagación.

Pocos minutos antes de las seis de la tarde, a través de la cuenta en Twitter de la emisión radiofónica Réplicas, que hasta este martes se transmitió por Horizonte 107.9 de frecuencia modulada, el periodista y escritor Ricardo Raphael comunicaba su renuncia al IMER “como un llamado de atención para quienes deben tomar las decisiones adecuadas. La SEP no nos ha acompañado como debería ser y tras una serie de promesas nos han dejado sin paraguas, por ello me retiro de Réplicas”.

Y lo reiteró durante su programa: “nos enfrentamos a un drama serio porque estos medios nuestros requieren autonomía financiera para poder operar, requieren de no depender de intereses ajenos. Lamentablemente, el grupo IMER, con todas sus estaciones, viene enfrentando un recorte presupuestal, quizá que está dañando a muchas dependencias pero a esta en particular”.

Anunciaba que el próximo lunes 1 de julio cuatro emisoras del Instituto dejarían de existir en el espacio radioeléctrico: Radio México Internacional, Música del mundo, Interferencia HD y Jazz Digital. Se explicaba que no había recursos para seguir adelante y que, con ello, se dejarían de transmitir 2,900 horas de contenidos no musicales en las distintas emisoras del IMER.

A la par, la emisora Reactor 105.7 FM secundaba la noticia: “debido al recorte presupuestal que está atravesando el IMER, la estación solo transmitirá música continua a partir del 1 de julio”.

La directora del sistema público de radiodifusión, Aleida Calleja, confirmaba la mañana de este miércoles, a través de diversas entrevistas, que 240 trabajadores independientes se quedarían sin trabajo a partir de ese 1 de julio y recalcaba que no estaba en sus manos la decisión de prescindir de esta fuerza laboral.

Se enteraron por redes sociales

Casandra Vicario ha sido productora de Radio Ciudadana 660 de amplitud modulada, del IMER, durante los últimos cuatro años, pero ha laborado por más de 15 años brindando servicios profesionales como freelance en distintas áreas y proyectos de dicho Instituto. Si bien no tenía un horario estipulado, asumió uno de manera formal: de lunes a viernes, de diez de la mañana a seis de la tarde, aunque usualmente, por cargas laborales, se extendía las horas que fueran necesarias. Así como ella, operaban al menos un par de cientos de trabajadores no basificados.

“Para nosotros transcurrió el día normal”, compartió. “Incluso me fui al cine en la tarde-noche. Saliendo de la función, abrí mis redes sociales y ahí me di cuenta de que estaban haciendo oficial que (los trabajadores prestadores de servicios profesionales) estábamos fuera”.

Explicó que los llamados freelance firmaban contratos trimestrales de trabajo. El primero del año se estableció de enero a marzo pasado, mientras que en abril se firmó el segundo del año, con vigencia hasta el 30 de junio, pero, atestiguó, hasta el momento de esta publicación solamente se había efectuado el pago correspondiente de abril; es decir, que hasta ahora existe un adeudo del meses de mayo y junio ya laborados.

Reiteró que, al menos hasta este miércoles, ninguno de sus colegas prestadores de servicios del IMER había recibido notificación alguna, de manera formal, sobre la decisión de no renovarles el contrato trimestral sino que, así como ella, todos se enteraron por lo difundido en internet.

“Ya nos habían dicho que no se liberó el presupuesto. Tuvimos la paciencia para ver qué podía ocurrir (con la liberación del presupuesto reservado por la Secretaría de Hacienda: 11.4 millones de pesos).

Ayer (martes), hubo una junta entre la dirección general del IMER con algunas otras autoridades de la SEP. Ahí se pidió apoyo para que se liberara el presupuesto y, hasta donde tengo entendido, no hubo un compromiso para liberarlo como tal”, dijo.

Agregó que, aunado a lo anterior, a lo largo de los años y a pesar de las distintas administraciones, el personal prestador de servicios se ha enfrentado a la misma situación:

“Por lo general, los presupuestos se liberan en marzo. Nosotros teníamos plena conciencia de que nos quedábamos sin cobrar en enero, febrero y marzo, hasta que se liberaba el presupuesto y todo se ponía al corriente. Ya estábamos acostumbrados a eso. Yo llegué a tener retrasos de pagos hasta por seis meses. Desafortunadamente se ha convertido en una enfermedad de muchas dependencias de gobierno en las que se retrasan los pagos. Es un vicio que debe de terminar. Es incluso violento que te tengan trabajando sin pagarte”.

“El Instituto es grande, es complejo, tiene muchos programas, muchas estaciones, y el personal de base no puede con toda esa carga de trabajo. Por eso existe el personal ‘freelance’, que es el encargado de cubrir muchas de esas áreas que requiere el Instituto para funcionar”, explicó.

Agregó que “si bien no nos podemos quedar todos, que al menos se quede la gente necesaria para que esto funcione, que tengamos una radio pública de calidad, con contenido; la haga quien la haga, pero que no se detenga, que no sea solamente un disco que gira una y otra vez, que se utilice el medio para la gente que lo escucha”.

No habrá afectados, promete el presidente y su vocero

Durante la conferencia mañanera de este miércoles, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, fue informado y cuestionado por la prensa sobre la discontinuidad de los contratos para los trabajadores prestadores de servicios profesionales del IMER.

El mandatario expresó su desconocimiento por el hecho y se comprometió a darle revisión.

“Se va a arreglar. Vamos a buscar la manera. No lo sabía, me estoy enterando ahora. Lo voy revisar. Claro que como se está haciendo este ajuste en general, impacta mucho (...). Ahora se me cuestiona. Me dicen: ‘no le importa la cultura, no le importa la ciencia, no le importa el deporte, no le importan las matemáticas’. Todo eso me importa, me importa mucho, pero también me importa el que no haya corrupción, me importa que el dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, le llegue a la gente que más lo necesita”.

A su vez, abordado por la prensa, Jesús Ramírez, vocero de Presidencia, replicó lo dicho por el mandatario: “se va a resolver”.

Explicó que “existe un presupuesto asignado y es el que se tiene que ejercer”, aunque no ahondó en la reserva presupuestaria que ha ejercido la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sobre el IMER y que ha tenido en incertidumbre a los trabajadores sin base. “Se tienen que analizar los términos de las medidas de austeridad que se definieron a nivel general, como se aplican en el caso del IMER, para no afectar su funcionamiento. No necesitan haber más recursos. Simplemente respetar los que ya había asignados”, dijo y agregó que antes de este viernes se tendrá que resolver el problema económico con los trabajadores de la emisora radiofónica. “No va a haber ningún afectado”, afirmó.

El presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Jenaro Villamil, también fue consultado:

“Sucede que recibimos un IMER devastado. Seis años de abandono durante la administración pasada. Como el IMER está dentro de una estructura muy grande, como es la SEP, a veces las órdenes burocráticas no funcionan de manera ágil. Pero se va a defender. Yo lo he dicho: no se va a cerrar ninguna estación. Espero que no se cierre ningún programa. El problema es que el 80% de los contenidos del IMER se hacen por honorarios. Entonces, la aplicación a rajatabla del criterio (de no contratar servicios por honorarios, impuesto por Hacienda) afecta directamente los contenidos”, declaró.

El Economista entró en contacto con Juan José Garduño Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto Mexicano de la Radio (SNTIMER), para conocer la postura del gremio ante la situación que vive la radiodifusora pública, en la cual laboran 210 agremiados.

“Es una situación preocupante, que no es de ahora sino que viene acumulándose desde hace muchos años. El IMER se ha sometido a unos regímenes de retiros voluntarios, dejando huecos enormes que a la larga nos fueron minando. Los directivos que se fueron presentando de manera posterior a esos retiros contrataron personal por honorarios y otras modalidades, creando con eso un vacío. Esto llegó al momento en que reventó”, explicó.

Explicó que de manera legal, dicho gremio sindical no puede abogar por los trabajadores que no son de base, “sin embargo, solidarios somos con ellos siempre porque son parte de nuestra institución y nuestra fuerza laboral”.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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