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Derechos culturales y derechos humanos, un reto progresivo: CNDH

Hoy no basta con vivir físicamente, sino con dignidad humana.

Una revisión del estado y el futuro de los derechos culturales y su indisoluble relación con los derechos humanos desde distintos ámbitos, como la educación, la política y los marcos normativos internacionales, es la perspectiva a la que invita la publicación presentada la tarde del miércoles, coeditada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la oficina de la UNESCO en México y la Secretaría de Gobernación.

Derechos culturales y derechos humanos, que luce en la portada la escultura de un coyote transportapueblos construida en madera, intenta presentar la relación de interdependencia que existe entre el binomio que da título a la obra, vinculado además con el componente migratorio: “la migración aporta cultura”.

La obra es resultado de dos conferencias internacionales realizadas en 2016 y 2017 en la Ciudad de México y en Ciudad Juárez, Chihuahua, respectivamente: “Derechos Culturales y Derechos Humanos” y “Migración y Derechos Culturales”, en las que participaron especialistas que realizan su labor en las instituciones públicas, universidades, el sector privado, organismos de la sociedad civil y organismos internacionales, como la UNESCO.

Organizado en cinco partes, el libro propone políticas públicas y líneas de acción en variados temas como Derechos culturales y marco normativo, Acceso a la cultura y participación en la vida cultural, Derechos culturales y diversidad, Derechos culturales y educación y Migración y derechos culturales.

Sobre estas temáticas escriben más de una veintena de especialistas, funcionarios y gestores en los ámbitos cultural, legislativo y de derechos humanos, entre los que destacan Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH; Nuria Sanz, ex directora de la Oficina de la UNESCO en México; Lucina Jiménez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL); Ernesto Piedras, consultor y experto en economía de la cultura; Salomón Bazbaz, director del Centro de Artes Indígenas del Totonacapan; María Elena Meneses, directora de la cátedra Sociedad de la Información del Tec de Monterrey Campus CDMX; María Elisa Velázquez, coordinadora nacional de Antropología del INAH y presidente del comité científico de la Ruta del Esclavo de la UNESCO, entre otros.

Al presentar el libro, el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, aseveró que la obra “contribuye a promover los derechos culturales y los mecanismos para su protección”, ya que, dijo, “hoy son un reto progresivo y un rezago, a la vez, de justiciabilidad”.

Actualmente no se puede entender el concepto de vida biológica disociado del conjunto de rasgos intelectuales, artísticos, culturales y espirituales que configuran a una sociedad o a un grupo social, aseguró el ombudsman. “Hoy no basta con vivir físicamente, sino con dignidad humana, y con respeto a esa dignidad. Vivir con decoro, es decir, con derecho al acceso a los bienes culturales.”

Por su parte, Fréderic Vacheron, representante de la Oficina de la Unesco en México, celebró la publicación, destacando que México se encuentra en un buen momento para avanzar en hacer realidad los principios de la Convención de la UNESCO del 2005 sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales, ratificada por México, en la que participa como consultora experta la doctora Lucina Jiménez, directora del INBAL, y en la se reconoce que “la diversidad cultural es tan necesaria para los seres humanos como la diversidad biológica para los organismos vivos”.

Vacheron, recién llegado a la representación de la UNESCO en México, aprovechó para enviar a través del jefe de la Oficina de la secretaria de Gobernación, Jesús Torres Gómez, un mensaje al gobierno mexicano: “Estamos listos para aportar una visión integradora con el fin de apoyar la nueva política del gobierno federal, priorizando el carácter pluricultural de la nación mexicana”.

El representante de la UNESCO en México, al evocar los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aseveró que hoy en día, cuando se cuestionan los fundamentos de la universalidad, base de los derechos humanos, no se puede pensar sobre la universalidad de los derechos humanos sin asociarla al concepto de diversidad cultural y al cumplimiento pleno de los derechos culturales.

“Universalidad y pluralismo cultural deben ser la base de una nueva estrategia para no repetir los errores del pasado”, en estos tiempos cuando parece que resurgen expresiones de racismo, discriminación y xenofobia, expresó el funcionario.

Respecto a la publicación Derechos culturales y derechos humanos, Fréderic Vacheron expuso que la obra refuerza el debate sobre los derechos culturales y reconoce que los derechos humanos, incluidos los culturales, son esenciales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

En su oportunidad, Lucina Jiménez, directora general del INBAL, celebró la publicación aseverando que el “libro es una de las bases fundamentales de la cultura, porque el libro encierra la posibilidad de construcción de pensamiento.”

Señaló que la colaboración entre la UNESCO y la CNDH abre un camino muy fructífero para visibilizar y garantizar los derechos culturales como parte de los derechos humanos. Reveló que el libro Derechos culturales y derechos humanos “es protagonista dos veces: primero porque proviene de la discusión que se dio en su momento para impulsar la nueva Ley de Cultura en México, incorporando los derechos culturales y, segundo, porque se presenta en una nueva coyuntura política donde estamos ante la posibilidad, por primera vez en nuestro país, de hacer un replanteamiento de política cultural con una perspectiva de desarrollo y con un enfoque de derechos culturales, interconectados con los derechos civiles, políticos y económicos de manera indisoluble”.

“El cambio cultural tiene que acompañar esta transformación. El gran reto que tenemos es la transformación cultural desde el punto de vista del ejercicio de derechos que reconocen en la dignidad de la persona la base para la construcción de ciudadanía”, apuntó.

La publicación estará disponible en la página web de la UNESCO en México: http://www.unesco.org/new/es/mexico

francisco.deanda@eleconomista.mx

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