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Arte e Ideas

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Desde Morena señalan rezagos en las políticas culturales vigentes

Plantean la urgencia de crear un sistema de seguridad social para los creadores, incrementar el presupuesto al sector, revisar y actualizar los tratados internacionales en materia de cultura, eliminar la contratación por prestación de servicios, hasta desaparecer la Secretaría de Cultural federal; son algunas de las casi 180 propuestas y señalamientos sobre la administración de Cultura actual vertidos por integrantes del sector convocados por dicho partido para conformar la propuesta cultural de un proyecto de nación

Foto EE: Especial.

Foto EE: Especial.

Es urgente, señalan de manera reiterada, un sistema formal de seguridad social para todos los trabajadores de la cultura; el presupuesto para el sector es insuficiente y está mal distribuido; hay poco apoyo a la creación; también urge revisar y actualizar los tratados internacionales para que no contravengan los intereses culturales en el país; se requiere un directorio de espacios culturales y de creadores.

Se exige claridad en el otorgamiento de becas en condiciones factibles y con resultados; debe eliminarse el concepto de prestador de servicios en la contratación entre instituciones y creadores y promotores culturales, como es el caso de la figura de los llamados Capítulo 3000. Es necesaria la revisión y reformulación de leyes como la de Fomento para la Lectura y el Libro, y la de Bibliotecas.

Fueron algunas de las propuestas y señalamientos que hizo parte del gremio cultural que simpatiza con el gobierno vigente y el partido morenista, reunido el fin de semana para integrar una mesa de diálogo como parte de la construcción de un programa de Gobierno de cara al siguiente ciclo sexenal. Es uno de los 19 temas que Morena ha venido desarrollando en las últimas semanas y que a la postre deberán presentarse y discutirse como proyectos sectoriales a la persona que finalmente sea elegida para encabezar la candidatura de este partido a la Presidencia de la República.

Resulta de interés conocer de qué se habló durante las más de cinco horas de reunión, con casi 180 proponentes –la gran mayoría solicitó el uso de la voz–, puesto que, al interior de las simpatías de Morena, también se señalaron varias de las acciones que asumió la Secretaría de Cultura federal durante este sexenio o para las que fue requerida o urgida esta dependencia por los gremios artísticos y culturales, pero que hasta ahora no ha podido concretar cabalmente.

Los encargados de esta mesa como relatores fueron el director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Francisco Ignacio Taibo Mahojo (Paco Ignacio Taibo II), y la promotora cultural Paloma Saiz.

Durante la explicación de las reglas, Taibo II señaló: “por razones obvias, cualquier manifestación de apoyo a alguno de los candidatos de Morena está fuera de orden y de moral, y de sentido común. No vamos a volver esto parte de una rebatinga y de un conflicto interno. Nuestra misión, de entrada, es presentar el documento a todos los precandidatos y que lo firmen, y luego reelaborarlo con el candidato final, que, obviamente, tendrá sus propias propuestas”.

A destacar algunas de las intervenciones

El historiador Rodrigo Borja Torres, actual director general de Bibliotecas, opinó sobre el tema de los presupuestos para Cultura: “durante muchos sexenios, como sabemos, fue cada vez menor. Y en este sexenio, si bien el presupuesto general ha subido año con año, el operativo, que es quizás el más importante, ha bajado constantemente. En el caso que yo conozco, que es Bibliotecas, el 90% se destina a salarios y el 10% para operar. Así, sinceramente, es muy complicado. Al menos, el 30% debería de ser para operar. Con eso se podrían mantener los inmuebles, porque muchos ya están en condiciones muy precarias”.

Con el libro como tema vinculado, Antonio Hernández Estrella, promotor de lectura, dijo: “en México existe una ley del libro que es totalmente injusta para los protagonistas. Esta ley vigente prioriza los intereses de los grupos editoriales trasnacionales, sus intereses financieros y comerciales, pero se olvida de los autores, de los traductores, de los promotores de lectura, pero sobre todo de los más importantes, que son los lectores. Es una tarea urgente que se revise esa ley, que la trabajemos bien todos los sectores, que sea representativa de todos y no de un grupo de empresas editoriales trasnacionales”.

Y el poeta José María Espinasa opinó que “el libro es un universo enorme, desde los de gran tiraje, los gratuitos, los de mediano tiraje y los de las microeditoriales. Es a estas a las que pido que no se olvide en el plan cultural, porque, por razones de carácter numérico, suelen ser dejadas de lado”,

El cine, el teatro y otros menesteres

La directora general del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), María Novaro Peñaloza, defendió: “El Focine es un buen instrumento, pero todo el tiempo es acosado. De hecho, a fin de mes, la Suprema Corte va a resolver si emite que regrese un fideicomiso, el más oscuro de los dos (Fidecine), lo cual volvería a dañar al Focine. Ahora, lo que no hemos logrado hacer en cinco años es garantizar el acceso al cine mexicano a todas las personas de México y no lo hemos podido garantizar ni lo podremos hacer mientras no se modifique el T-Mec, convirtiendo al cine en una excepción cultural. Los tratados de comercio de todo el mundo garantizan su cultura como excepción; el nuestro porque un Gobierno no lo hizo. Mientras no lo hagamos, es difícil garantizar el acceso al brillante cine mexicano”.

Y la funcionaria Esther Hernández Torres complementó lo dicho por Novaro: “si en la Secretaría de Hacienda no se hacen excepciones para las contrataciones del sector artístico, no va a cambiar nada. El problema ha sido administrativo. Es que se sigue con los mismos mecanismos administrativos de sexenios anteriores, a los artistas se les contrata por la Ley de Adquisiciones, como si fueran proveedores de cualquier otra cosa, y se les pide cotizaciones y se pide que se contrate al más barato, cuando en realidad es la calidad artística, el proyecto lo que tiene que valer”.

La actriz, teatrera y diputada federal Marisol Gasé se enfocó en el teatro y, entre otros aspectos, señaló la necesidad de poner en marcha el programa del IMSS para creadores de arte y cultura mediante un convenio de colaboración con la Secretaría del Trabajo.

De esta manera, dijo, “los creadores de toda disciplina tendrían garantizada su seguridad social y una pensión digna al retirarse”. Asimismo, Gasé señaló indispensable reclasificar el impuesto a los espectáculos públicos, a fin de incentivar a los creadores independientes, “ya que es inaudito que a estas alturas se considera el mismo porcentaje de impuestos y en el mismo nivel a una empresa como Ocesa, que es un monstruo de los espectáculos, que a un espectáculo independiente”.

El dramaturgo Felipe Galván coincidió y señaló la urgencia de retomar los programas de fomento y sensibilización en materia cultural en la educación básica, señaló, “porque en la primera parte de la 4T también ha estado descuidado. Es necesario proponer la necesidad de regresar cinco días a la semana para nuestros muchachos de kínder, primaria y secundaria, un acercamiento a la práctica y el disfrute del arte”.

Para el titiritero Sergio Aguilera es necesario retomar las mesas de diálogo constantes entre las autoridades de Cultura y los gremios implicados, “como ocurrió antes de la pandemia, cuando nos reuníamos con Secretaría de Cultura federal y local. Que se retome esa práctica para hacer acuerdos vinculantes entre las organizaciones sociales y autoridades en turno. Por otro lado, también es importante que se rescate, que se promueva el teatro escolar, el arte en las escuelas, la lectura para las infancias, porque si no trabajamos para las infancias, nuestro proyecto cultural no va a trascender”.

También destacó la participación de una mujer que no dio su nombre ni referencia, pero señaló tajante: “la corrupción también está presente en varios gremios artísticos. Entonces, la propuesta es que se investiguen estrictamente los antecedentes de los funcionarios que van a ocupar los cargos en cultura. Otra es establecer, de manera muy clara, en un reglamento interno, un límite en el número de becas que se les da a los artistas y un límite en el número de veces que un mismo artista es jurado. Esto para evitar la endogamia y el tráfico de influencias. También eliminar las becas vitalicias. Ya eliminamos la pensión a expresidentes, no tenemos por qué estar manteniendo a una élite cultural que viene desde Salinas”.

¿Desaparecer Cultura federal?

Una de las participaciones que más sorprendió por el sentido de su propuesta, y aún más porque se trata de un funcionario en activo, fue la del secretario de Cultura de Tlaxcala, Antonio Martínez Velázquez, quien además fuera vocero de Cultura federal hasta agosto de 2021:

“Creo que tenemos que tener claramente una discusión alrededor de desaparecer la Secretaría de Cultura. Es una institución que no es idónea para la administración de las políticas públicas culturales ni el presupuesto. Es una discusión que tenemos que aceptar porque ese era un sueño de Tovar y de Teresa para pertenecer a una élite política, pero en la práctica no funciona. Estando en la administración central y con la burocracia que se tiene, es imposible tener una relación sana con la comunidad cultural. Esa es una realidad que tenemos que plantear sobre la mesa para el diseño institucional del 24-30. Mi propuesta es articularlo en un sistema que realmente sea nacional, que articule casas de cultura, casas de cultura ejidal, bibliotecas, etcétera; un sistema que tenga personalidad jurídica y patrimonio propio y que pueda tener una relación sana con la comunidad cultural”.

En segundo lugar, mencionó el funcionario, debe haber un replanteamiento relacionado con los ingresos de la cultura en las instituciones públicas. Por ejemplo, mencionó: “que las taquillas de los museos, de las librerías y las bibliotecas, etcétera, se queden en las propias instituciones culturales, porque es increíble que Chichén-Itzá tiene 400 millones de pesos de ingresos y que nada de ese dinero se quede ahí. Si no hubiera pasado el Tren Maya, no le meten un centavo. Hay que pensar en la manera en como los autogenerados por la cultura pueden ser administrados por las propias instituciones culturales y que vayan directamente a la comunidad cultural y no a las burocracias que entorpecen esa tarea”.

Después de esta reunión, el trabajo de los redactores precisamente es el de redactar un documento único a manera de primer borrador a partir de las propuestas vertidas en el encuentro y este deberá someterse al escrutinio de las comunidades artísticas en distintas asambleas.

*** ***

Observe aquí una de las tres partes del encuentro citado:

https://www.youtube.com/watch?v=hILy5a1IBjo

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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