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Día Mundial de las Abejas: ¿Por qué son importantes y cómo podemos protegerlas?

El 75% de los cultivos alimentarios en el mundo dependen de los polinizadores, entre ellos, las abejas. Sin embargo, su existencia se ve cada vez más amenazada por el crecimiento de las ciudades, las actividades agrícolas agresivas, el uso de pesticidas y el cambio climático.

Ilustración EE: Nayelly Tenorio

Ilustración EE: Nayelly Tenorio

“La abeja es más honrada que otros animales, no porque trabaje, sino porque trabaja para los demás”, (San Juan Crisóstomo).

Las abejas están en peligro de extinción y, con ello, la seguridad alimentaria global. De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), cerca del 35% de las especies polinizadoras en el mundo están en riesgo de desaparecer debido a prácticas agrícolas intensivas, el uso de plaguicidas y los efectos de cambio climático.

“Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, están cada vez más amenazados los efectos de la comunidad humana”, advierte el organismo.

Sólo para poner en contexto la relevancia de la labor que realizan estos insectos, casi el 75% de los cultivos alimentarios y el 35% de las tierras agrícolas en el mundo dependen en gran parte de la polinización. Además, casi el 90% de las plantas con flores necesitan de esta actividad para reproducirse, destaca la FAO en el marco del Día Mundial de la Abejas.

Como lo explica la organización Biodiversidad Mexicana, “la polinización es la transferencia de granos de polen de la parte masculina de una flor (antera) a la parte femenina (estigma) de otra o de la misma flor”, lo que le permite a las plantas y a muchos cultivos poder reproducirse.

En el año 2018, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 20 de mayo de cada año como el Día Mundial de las Abejas como un espacio para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores para la humanidad y la necesidad de su protección. La fecha coincide con el natalicio del eslovaco Anton Janša, pionero de la apicultura moderna.

“En la actualidad, el número de abejas, polinizadores y muchos otros insectos está disminuyendo. El Día Mundial de las Abejas supone una oportunidad para que todos –gobiernos, organizaciones, sociedad civil y ciudadanía interesada– promovamos acciones que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats, incrementen su abundancia y diversidad y apoyen el desarrollo sostenible de la apicultura”, destaca la ONU en la campaña de 2024.

En las últimas décadas, destaca el organismo, las poblaciones de abejas han disminuido por prácticas agrícolas intensivas, especies tóxicas invasoras, plagas, uso excesivo de productos agroquímicos y cambios en los patrones climáticos, pero también por la contaminación atmosférica, pues los contaminantes del aire tienen un impacto en las moléculas de olor que liberan las plantas y que son necesarias para que estos insectos localicen los alimentos.

El panorama de las abejas en México

En el mundo hay en total cerca de 20,000 especies de abejas; en nuestro país, aproximadamente unas 2,000 especies, las cuales también están en riesgo por la actividad humana, expone Ismael Alejandro Hinojosa, investigador del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En un texto publicado en la Gaceta de la UNAM, el académico destaca que uno de los grandes riesgos para las especies de abejas en México es la agricultura a gran escala, lo que ha llevado a la transformación masiva del uso de suelo, poniendo en riesgo sus nidos y medios de subsistencia. “Esta situación se suma al cambio climático y al constante apetito humano para la producción de más comida”, puntualizó.

En el caso de nuestro país, detalló el especialista en sistémica de las abejas, hay varios frutos que dependen de la polinización que realizan las abejas, como el maracuyá, el aguacate, las almendras y diversos tipos de chile, entre otros. “Se dice que el 75% de los cultivos dependen de las abejas y si éstas dejan de estar por el uso de contaminantes la producción estará en un grave problema”.

La Federación Mexicana de Apicultores estima que en el país cada año mueren alrededor de 14,000 millones de abejas como efecto del uso de agroquímicos y la expansión de las ciudades. Los estados más afectados son Jalisco, Durango, Coahuila, Chihuahua, San Luis Potosí, Zacatecas, Puebla, Guerrero y distintas regiones de la Península de Yucatán.

Esta situación ha repercutido también en la producción de miel, la cual se ha reducido 12% en la última década –en algunas entidades federativas incluso hasta 50%– de acuerdo con cálculos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquero (SIAP).

Las abejas y los jóvenes

El lema del Día Mundial de las Abejas 2024 es “Compromiso con las abejas, de la mano con la juventud”. A decir de la ONU, lo que se busca con este enfoque es generar mayor conciencia entre los niños, adolescentes y jóvenes sobre la importancia de la apicultura y la necesidad de reforzar las estrategias para preservar los polinizadores.

“La campaña de este año tiene la finalidad de concienciar a los jóvenes y a otras partes interesadas sobre el papel esencial de las abejas y otros polinizadores en la agricultura, el equilibrio ecológico y la preservación de la biodiversidad. Al involucrarlos en actividades apícolas, iniciativas educativas y esfuerzos de promoción, lograremos inspirar a una nueva generación de líderes medioambientales y capacitarlos para que puedan influir positivamente en el mundo”, detalla la organización multilateral.

Ante este contexto, la ONU presentó las acciones que a nivel individual se pueden emprender para ayudar a la preservación de las abejas:

  • Plantar y cultivar una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año
  • Comprar miel sin refinar a los agricultores locales
  • Comprar productos que sean resultado de prácticas agrícolas sostenibles
  • Proteger las colonias de abejas silvestres
  • Apadrinar una colmena
  • Dejar un recipiente poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen
  • Evitar usar productos químicos y plaguicidas dañinos

“El fomento de sistemas agrícolas más variados y la reducción de la dependencia de productos químicos tóxicos pueden facilitar una mayor polinización. Este enfoque puede permitir aumentar la cantidad de alimentos y mejorar su calidad, y beneficiar así tanto a las poblaciones humanas como al ecosistema”, señala la organización.

Dato curioso: ¿Sabías que para producir un kilo de miel se necesitan un millón de flores y 50,000 vuelos de abejas?

Periodista. Actualmente es el editor de El Economista online. Entre 2019 y 2023 coordinó Capital Humano en sus versiones en línea e impresa. Tiene una especialización en periodismo de finanzas y negocios, y en periodismo de datos.

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