Lectura 2:00 min
Don Giovanni, encuentro de titanes
La ópera más perfecta de todos los tiempos llega al Centro Histórico del DF, con una propuesta escénica y visual impecable.
Don Giovanni, ossia il dissoluto punito es considerada por muchos la mejor versión musical jamás hecha a partir del arquetipo de Don Juan. Y mas allá de la innegable genialidad de Mozart, el Don Giovanni montado para la edición 25 del Festival de México en el Centro Histórico es un pequeño compendio de cintas negras en las artes.
El talento viene de muchos lugares: el inglés Philipe Pickett, encargado de la dirección musical y experto en música antigua, logra que la orquesta de Bellas Artes retire el misterio de Mozart con precisión, es posible escuchar cada matiz y apreciar los detalles y juegos sonoros. Si se le suma a esto el talento vocal de seis países el cuadro básico de un gran montaje operístico está completo.
Las interpretaciones de Kimy McLaren, soprano canadiense; Catarina Coresi, soprano rumana; Christopher Schaldenbrand, barítono estadounidense; Raúl Hernández, tenor mexicano; Mikhail Kolelishvili, bajo ruso; Luis ottavio Faria, bajo brasileño y Jesús Ibarra, bajo barítono también mexicano, logran interpretaciones equilibradas que se relacionan con gran consonancia.
En este caso hay más. La dirección escénica de Mauricio García Lozano -personaje muy activo dentro del teatro mexicano- le pone la pizca de genialidad faltante. Con juegos muy interesantes de escenografía y vestuario, enfatiza la necesidad imparable de Don Juan por coleccionar cuerpos y convierte a la mujer en objeto dentro del escenario.
Los juegos simbólicos son básicos pero funcionales. Esto le da a Don Giovanni una identidad muy definida que, valientemente, experimenta y acierta. La ópera se está transformando y es grandioso tener a la mano esta muestra de agudeza que juega en dos canchas. Propuestas escénicas y visuales se encuentran con intepretaciones musicales impecables. El Teatro de la Ciudad emociona con esta coproducción de la Compañía nacional de Ópera de Bellas artes y el Festival de México en el Centro Histórico.
