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El Colmex hará realidad su Centro de Estudios de Género
Los temas de género no son sólo un asunto de mujeres, es necesario fortalecer la presencia masculina tanto de investigadores como de alumnos para disolver tabúes entre los varones, destaca Silvia Giorguli, directora del Colegio.
La semana pasada El Colegio de México (Colmex) anunció que su Asamblea General de Socios ratificó las reformas en el Estatuto Orgánico aprobadas previamente por la Junta de Gobierno para la creación del Centro de Estudios de Género (CEG).
De esta manera, a partir del 30 de julio la línea de investigación, hoy más urgente que nunca, quedará elevada al nivel de cualquier centro de estudios del Colegio y será la consolidación de una serie de iniciativas pioneras en el país que un grupo de investigadoras echó a andar casi 40 años atrás: el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer, formado en 1983, y la Maestría en Estudios de Género, con una antigüedad similar.
“El programa fue pionero en toda América Latina, se creó con apoyo de la Fundación Ford y lo abrieron mujeres académicas muy destacadas en esa época, como la antropóloga Lourdes Arizpe, quien había hecho trabajos sobre las trabajadoras domésticas en México, junto con otras investigadoras que trabajaban temas de género en ese momento. A partir de ahí arrancó una consolidación del campo de estudio”, declara Silvia Giorguli, directora de El Colmex, en conversación con El Economista.
“Al elevarlo a un centro de estudios le podemos dar mayor fuerza dentro de la institución, mayor libertad en términos de la definición de las líneas de investigación, de las contrataciones, del perfil de los programas docentes, pero sobre todo darle un empujón y una gran visibilidad a este tema que hoy está más que nunca dentro de los temas centrales en Ciencias Sociales”, añade la también doctora en Sociología e integrante del Sistema Nacional de Investigadores Nivel II.
De inicio será un centro pequeño en términos numéricos, estima, pero buscará incidir en la ampliación del campo de estudio: “ahora tenemos temas que hace 38 años no eran tan evidentes, como es el caso de la violencia feminicida, o nuevos, como las violencias de género en el espacio virtual y la ola feminista de la perspectiva histórica. Son temas que hay que seguir consolidando”.
Los hombres deben incluirse
Si bien este campo inició como un programa propio de estudios de la mujer, la comunidad académica fue resolviendo que “los temas de género no son solo un asunto de mujeres”, refiere Giorguli. Es necesario dotar a la noción de estudios de género con un rango tan amplio como pueda ser la diversidad sexual, subraya.
“Es un campo donde predominan las mujeres: las investigadoras y las estudiantes, aunque también hay hombres que han desarrollado este campo de estudios, pero debemos fortalecer su presencia tanto a nivel de investigadores como de estudiantes, para que también puedan desarrollar desde su perspectiva otras visiones y aspectos que están a discusión. Hay que mirar a la transformación en las representaciones de la masculinidad y la paternidad. Hablemos del aumento de los suicidios masculinos en las épocas de crisis económica, de salud mental y autocuidados entre los hombres, que suelen ser temas tabúes. Hay mucho que dialogar entre las distintas perspectivas. Así como hemos empujado para abrir la agenda de estudios de la mujer, que empuje y abra la agenda para entender estos procesos”, concluye.
De esta manera el Centro de Estudios de Género se suma a:
- Centro de Estudios de Asia y África
- Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales
- Centros de Estudios Económicos
- Centro de Estudios Históricos
- Centro de Estudios Internacionales
- Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios
- Centro de Estudios Sociológicos