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“El Estado debe tomar distancia”, opinan ante posible destino de la colección de Citibanamex
Ante la propuesta del canciller, el historiador de arte Jaime Genaro Cuadriello dice que el acervo generará muchos costos a futuro y al Estado “ni le toca ni tiene los recursos”; hay consenso en que la colección debe mantenerse reunida e indivisible.
El tema no es que el acervo cultural Citibanamex pase a ser del Estado, sino el cómo. La expropiación que propusieron hace 20 años era una torpeza, como lo fue y es también el discursito del Fobaproa. Eso es desconocer que una cosa es el banco y otra la Fundación”.
Carlos Lara, fundador de artículo 27.
Ante la propuesta del canciller, el historiador de arte Jaime Genaro Cuadriello dice que el acervo generará muchos costos a futuro y al Estado “ni le toca ni tiene los recursos”; hay consenso en que la colección debe mantenerse reunida e indivisible
Este domingo, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, expresó a través de redes sociales que permanecerá atento a la integridad y destino de los acervos artísticos, documentales y arquitectónicos todavía en posesión de Citigroup bajo el manejo del Fomento Cultural Citibanamex (FCC), mismos que son parte de la venta junto con la banca minorista anunciada por el grupo financiero la semana pasada.
“En mi opinión”, añadió el canciller sobre el acervo, “debería pasar a propiedad nacional para su preservación”, esto porque, argumentó, “podría ser una retribución al enorme e injusto apoyo que hemos dado los contribuyentes con los cuantiosos pagos anuales para cubrir pagarés IPAB, mejor conocidos por Fobaproa”.
La postura del secretario de Estado contrasta con la de la directiva de Citibanamex, misma que fue tajante ante la prensa de cultura: Fomento Cultural Citibanamex junto con los acervos, considerados como una de las integraciones de su tipo más importantes del país por las joyas artísticas que lo integran pero también por su largo alcance con programas culturales, son parte indivisible de la puesta en venta y nada se venderá por partes.
Pero, ¿qué es realmente lo mejor para estos acervos con piezas de artistas considerados monumento nacional, como Frida Kahlo, Diego Rivera, María Izquierdo o José María Velasco?
El abogado César Benedicto Callejas, especialista en propiedad intelectual, opinó que lo mejor sería la creación de una persona moral que mantenga la integridad de las colecciones, su conservación y exhibición, pero también los programas de apoyo cultural. “Sería maravilloso”, dijo a este diario, “aunque no dependiera ya de ningún banco”.
Una colección como pocas
Para ampliar aún más la postura gremial, El Economista conversó con el historiador de arte e investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, doctor Jaime Genaro Cuadriello, conocedor de los acervos en cuestión, participante en la integración de los catálogos artísticos de Citibanamex y co-curador de exposiciones organizadas por FCC, entre ellas la muestra Pintado en México, 1700-1790, que entre 2017 y 2018 se expuso en el Palacio de Iturbide, en la Ciudad de México; en Los Angeles County Museum of Art y en el Metropolitan Museum of Art (Met), en Nueva York.
“El valor intrínseco de la colección es que desde su origen tuvo un criterio que respondía a la unión de piezas de arte mexicano que cubren un espectro de la producción que los museos nacionales no se ocuparon de hacer, es decir, la pintura costumbrista del siglo XIX, la pintura de los viajeros, también del costumbrismo virreinal que no existen en otros museos. Con ese criterio se fue consiguiendo un perfil y un atractivo muy propio. Después se especializó en el siglo XX y se hizo de obras muy ceñidas de artistas conocidos. Con eso su colección pictórica logró llenar un hueco, un vacío de lo que no podríamos ver en el Museo de Arte Moderno, el Nacional de Arte ni en el Castillo de Chapultepec. Es tal la dimensión y el valor de la colección que sería muy difícil que se desintegrara”, argumenta el historiador de arte.
Hace más de 20 años, con la compra de Banamex-Accival por parte de Citigroup, recuerda el curador, “la más grande de nuestras preocupaciones era que la colección se mantuviera. Pero no solo se logró mantener sino que se incrementó”. En ese sentido, percibe que cualquiera de los postulantes que se han nombrado hasta ahora también son coleccionistas: “podrían hacer un golpe de billar y llevar la colección incluso a un mejor nivel”.
Sin embargo, señala Cuadriello, uno de los condicionamientos de una colección con esta envergadura es que genera muchos costos a futuro. “Y creo que el Estado en esto debe tomar distancia, sinceramente, porque ni le toca ni tiene los recursos. Si evaluamos su política cultural hasta este momento, esto no es una prioridad”.
Argumenta que el problema no es la adquisición o el aseguramiento sino la operación de la misma a futuro: “mantenerla, ponerla en valor, exhibirla, conservarla e incrementarla”.
Añade que el propio banco no tiene un avalúo exacto de su riqueza artística, ni siquiera una estimación, porque “el mercado del arte es de lo más cambiante. Todos los días cambian sus precios y eso es muy difícil de calcular”.
Unas cuantas joyas de la colección Citibanamex
“Si uno quiere tener una visión panorámica del arte mexicano, Citibanamex tiene los mejores biombos de los siglos XVII y XVIII que jamás se hayan pintado. Esa es una de sus mayores fortalezas”, apunta el curador y destaca otros grupos de joyas artísticas:
- Obras de Juan Correa (1646–1716)
- Obras de Miguel Cabrera (1695 – 1768)
- Escenas costumbristas del siglo XVIII
- Los cuadros de castas
- El paisajismo de José María Velasco (1849–1912)
- Los 44 dibujos de Pelegrín Clavé (1811–1880) para la decoración de a cúpula de La Profesa
- La pintura de los viajeros de la primera mitad del siglo XIX (Rugendas, Gros, Pingret)
- Los grandes nombres de los muralistas
- Las mujeres pintoras del siglo XX