El Festival, reto necesario

En agosto del 2010, con tan sólo seis meses por delante, el doctor Gerardo Estrada asumió la dirección de uno de los Festivales de arte más importantes de nuestro país: el FMX-Festival de México, al que muchos insisten en seguir llamado del Centro Histórico .

Fue muy poco tiempo para un Festival de la envergadura de éste. Los procesos se retrasaron, por ejemplo, la ópera Rusalka apenas se definió a finales del 2010, cuando para ese entonces ya debería haber estado muy avanzada; también se retrasó el financiamiento, las inversiones:

Actualmente todavía andamos con problemas de finanzas, pero vamos a lograr que se resuelva , decía Estrada el viernes pasado, cuando en entrevista expresó que aún le era difícil hacer un balance total del Festival, pero, sin duda, se mostraba entusiasta:

Comparado con otros años, el índice de recuperación ha sido importante. Lo que me deja más satisfecho de este Festival fue que se haya hecho , comentó, porque en una palabra, como se le pidió que lo definiera, el Festival fue para Estrada un reto .

Un reto porque era difícil en poco tiempo cumplir con la gran misión de un Festival de Arte en una ciudad tan compleja como el Distrito Federal. Estrada, sociólogo profundo y destacado promotor cultural, sabe lo que implica dirigir un proyecto de este tipo: Yo toda mi vida he trabajado en este tema .

Por eso, estoy convencido, cada vez más, que la única alternativa de aprender a educarnos es que la gente aprenda a escuchar, aprenda a ver, y cuando aprendamos a escuchar y a ver, nos podremos entender entre nosotros. El arte es una buena educación en este sentido , opinó el doctorado en Sociología en la Ecole d’Hautes Études en Sciencies Sociales de la Universidad de París.

Los públicos son polivalentes

Los abucheos no hacen civilidad , agregó, en alusión directa a los improperios que desde el graderío le lanzó la audiencia a la presidenta del INBA, Teresa Vicencio, en la inauguración del Festival, a quien se le culpaba de haber destruido la Sala del Teatro de Bellas Artes.

Estrada fue fiel al espíritu de este Festival. No llegó a inventar nada. Y eso, cuando existe trabajo previo, una inercia, se agradece. Lo que ha caracterizado a este Festival es que ha optado por la experimentación, por integrar en su programa apuestas verdaderamente contemporáneas.

Pero no sólo el arte responde a su tiempo, sino también el público. Estrada es claridoso al respecto:

Los públicos hoy en día son polivalentes: a una persona que le gusta la ópera le puede gustar (una expresión un tanto rara como) The Residents.

Hay una línea común que, desde mi punto de vista, es la calidad. Pat Metheny dijo que él no distingue los géneros. Y en sintonía con él, nosotros y el público lo que apreciamos es la calidad, el valor, el rigor, la excelencia artística, y eso es lo que pretende este Festival , precisó.

Logramos conjuntar un grupo de artistas de muy alto nivel, en algunos de ellos la respuesta del público fue extraordinaria. Hemos tenido ventas absolutas en espectáculos como el de Herbie Hancock, Andrew Bird, o la ópera Rusalka, los cuales fueron llenos totales , opinó Estrada.

Una revisión rápida

El director del Festival comentó que, en el nivel artístico, la edición 27 del FMX-Festival de México fue de lo mejor. Puso énfasis en el resultado de los proyectos nuevos: el Ciclo de Música de Cámara, que contó con la participación del famoso violinista de origen ruso, Philippe Quint, como la cabeza creativa de este ciclo, y el proyecto de música experimental Aural.

En el Ciclo de Música de Cámara, los músicos que vinieron son de primera, presentaron conciertos excepcionales, aunque faltó un poco de difusión , aceptó Estrada.

Por otro lado, Aural también resultó fantástico, tuvo mucha aceptación del público , añadió.

En teatro tuvimos cosas extraordinarias: El Museo de las frases fue una cosa excepcional que, yo creo, va a dejar huella en el medio teatral mexicano por sus innovaciones y por lo inteligente de su propuesta. La obra (que dirige) Daniel Giménez Cacho, La piedra de la paciencia, es extraordinaria, una obra difícil, una apuesta social y políticamente complicada.

En el jazz, difícilmente conseguiríamos mejores exponentes que Pat Metheny y Herbie Hancock. En el caso de la música clásica, lo mismo: Leslie Howard es de lo mejor. Rusalka quedó muy bien , afirmó.

En su repaso, Estrada fue al grano en cuanto a los puntos flacos: Tenemos que hacer un esfuerzo todavía mayor en el tema de la danza que, de alguna manera, desde hace mucho tiempo no ha tenido el lugar que merece dentro del Festival ni dentro de la difusión cultural en México .

Sobre el Festival del próximo año, se manifestó reservado y sólo prometió grandes sorpresas, además que en el programa se integrarán expresiones artísticas muy audaces. El reto sigue siendo alto.

aflores@eleconomista.com.mx