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El consumidor genera una alimentación sana
Tanto la OMS como la OPS llevan a cabo trabajos con los países para contar con sistemas de inocuidad robustos, sostenibles e integrados a la cadena alimentaria.
Debido a que los alimentos insalubres están relacionados con la muerte de unos 2 millones de personas al año, este año el Día Mundial de la Salud estuvo enfocado a la inocuidad de los alimentos: la existencia y control de peligros asociados con los productos para el consumo humano a través de la ingesta, como pueden ser alimentos y medicinas, a fin de que no provoquen daños a la salud del consumidor.
Los fabricantes, proveedores de materias primas, distribuidores de productos terminados y expendios de estos productos, quienes forman parte de la cadena alimentaria, deben conocer y cumplir por lo menos la legislación local que garantice que sus productos alimenticios no afectarán la salud del consumidor.
Sin embargo, se ha detectado que el trabajo más importante para lograr alimentos sanos comienza y termina con el consumidor desde el hogar y los niños.
Enrique Pérez, asesor principal sobre enfermedades de transmisión alimentaria de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), explicó que los niños son los promotores de la salud; en las escuelas se ha trabajado en cuanto a cambio de hábitos e higiene. Así, cuando los niños regresan a casa provocan el cambio de hábitos .
Aseguró, además. que se debe trabajar muy de cerca con los países miembros de la OPS para lograr sistemas de inocuidad robustos, sostenibles e integrados a la cadena alimentaria.
Esto significa tener buenas leyes y regulaciones para dar seguimiento a los productores de alimentos; buenos sistemas de inspección para ver si se están aplicando las buenas prácticas, vigilancia para detectar enfermedades y actuar de manera precoz, capacidad diagnóstica para detectar los patógenos que pueden transmitir los alimentos y tener excelentes programas de acción y comunicación social para poder llegar a la población en caso de una emergencia o para enviar mensajes de promoción de la salud , detalló el asesor.
La pobreza y su relación con los alimentos contaminados
En teleconferencia realizada por la OPS, la Organización Mundial de la Salud y la Fundación de las Naciones Unidas, la directora de la OPS/OMS, Carissa F. Etienne, aseguró que la inocuidad de los alimentos es importante para todos, sin embargo, se debe tomar en cuenta que los alimentos contaminados afectan mucho más a los grupos vulnerables, por ello la prioridad está en este sector.
A su vez, Rubén Grajea, asesor de nutrición de la OPS, aseguró que poblaciones en pobreza viven condiciones de inseguridad alimentaria y no tienen acceso a alimentos nutritivos y seguros, de ahí la relación de la inocuidad de los alimentos con el tema de seguridad alimentaria .
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social(Coneval), uno de cada cuatro mexicanos experimenta hambre y 18.2% de la población se encuentra en pobreza alimentaria, es decir, no cuenta con el ingreso suficiente para adquirir los bienes de la canasta básica.
Además, el asesor Enrique Pérez denunció que los determinantes sociales y económicos pesan mucho en la alimentación: Las personas en pobreza, de cierto tipo de etnias o la falta de educación ocasionan mayor vulnerabilidad en las personas y una mayor exposición a los alimentos contaminados, también ocurre en los países donde no se ha desarrollado un buen sistema de inocuidad, así no hay buenas posibilidades de regulación para garantizar que el alimento esté llegando sano y por ende están más expuestos a enfermedades , entonces, es en este sector donde las políticas públicas deben poner mayor énfasis.
¿Quién interviene en la cadena de la inocuidad de los alimentos?
El doctor Enrique Sánchez Cruz, director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria de México, explicó que la cadena de producción de alimentos es muy compleja, desde productores pequeños, hasta grandes empresarios deben tener la misma responsabilidad y estar involucrados.
Aseguró que llevar los productos del origen de su cultivo al consumidor es toda una responsabilidad, pero más importante es el consumidor. Éste es quien hace el examen final y es importante tener consumidores muy bien informados, con sistemas permanentes para evaluar los productos.
