El derecho universal a la familia: hogares LGBT+ en México

El derecho a la familia es un derecho humano que reconocen las leyes mexicanas y el derecho internacional. Pese a ello, para la comunidad LGBT+ formar una familia todavía es un reto. 

Cristina Martínez vive en un hogar lesbomaternal y, aunque su experiencia como cabeza de una familia diversa, a diario piensa en los riesgos que enfrenta el desarrollo de su hijo al crecer con dos mamás.

En entrevista con El Economista cuenta cómo incluso organizar el cumpleaños de su hijo es un reto debido al riesgo de ser víctimas de discriminación, que se les nieguen servicios o que sean blanco de comentarios homofóbicos. En este reto constante, las redes de apoyo entre la comunidad LGBT+ son su mejor aliado.

“Ver a otras familias con una configuración similar a la nuestra ayuda a que mi hijo vea que su modelo de familia es común. Nuestra red de apoyo le ha ayudado a hacer amigos de su edad que podemos invitar a sus fiestas de cumpleaños y a nosotras nos ayuda tener amistades con quien compartir experiencias y momentos en los que incluyamos a nuestros hijos”.  

Además de mamá, Cristina también es Vicepresidenta Adjunta de Transformación y Atención al Cliente en AT&T México. Este es otro de los retos que enfrenta la mayoría de las mujeres de la comunidad LGBT+: tratar de construir familias diversas y, al mismo tiempo, construir sus carreras profesionales.

En este sentido es fundamental que desde la política pública y la iniciativa privada se impulsen políticas de inclusión e igualdad. Aunque la lucha de la comunidad LGBT+ ha conquistado ya algunos derechos básicos —como el matrimonio igualitario o la adopción homoparental— el camino todavía es largo. 

¿Cómo va derecho a la familia para e la comunidad LGBT+ en México?

Desde el 2023 México logró tener matrimonio igualitario en sus 32 entidades federativas, lo que permite que todos los mexicanos sin importar su lugar de residencia puedan casarse con quien lo deseen. 

Este ha sido un paso importante en la lucha por los derechos de la comunidad LGBT+, pero todavía falta mucho por avanzar: las adopciones y los procedimientos de reproducción asistida son inalcanzables para muchas personas. E incluso para quienes logran construir una familia diversa, el estigma y la discriminación persisten obstaculizando el ejercicio pleno de derechos. 

Se estima que, a nivel nacional, el 1.5% de los hogares liderados por una pareja o matrimonio son diversos (lesbomaternales u homopaternales), de acuerdo con cifras del Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi. 

En términos absolutos son: 343,109 viviendas en las que hay jefatura de parejas homosexuales. En el caso de los hogares con jefatura de dos hombres se observa que el 63% no tienen hijos, mientras que en los hogares con jefatura de dos mujeres el 60% viven con hijos.

Los censos muestran que, en particularmente en las últimas décadas, ha incrementado el total de hogares diversos en México. Esta tendencia también se alinea con el incremento de las uniones civiles (matrimonios y concubinatos) de parejas de la comunidad LGBT+.

Sólo en una década (del 2012 al 2022) los matrimonios registrados entre parejas de dos hombres crecieron 381% pasando de 489 a 2,353 uniones. Por su parte, los matrimonios de las mujeres crecieron 678% en este periodo pasando de 447 a 3,476 uniones. 

Estas cifras muestran que, conforme han avanzado las leyes que garantizan el derecho igualitario al matrimonio, más parejas diversas han decidido ejercerlo. 

Y aunque hay más parejas diversas que se casan o se unen en concubinato, tener hijos es todavía un sueño inalcanzable para muchas de ellas. Sólo en 10 estados se permite la adopción homoparental y sólo dos estados regulan la gestación subrogada.

En blogs y grupos virtuales de la comunidad LGBT+ muchas parejas denuncian que los procesos de adopción son larguísimos y los requisitos pueden ser difíciles de cumplir; mientras que en las técnicas de reproducción asistida los costos económicos y emocionales son muy altos.

Para Cristina Martínez, es fundamental que las parejas que buscan construir hogares diversos acudan a estas redes de apoyo donde puedan acercarse a otras personas que se encuentran en el mismo camino.

“Para cualquier persona de la comunidad LGBTQ+ que quiera crear o encontrar una red de apoyo, le aconsejaría que se atrevan a dar el primer paso. A veces tomar la iniciativa y hablar con desconocidos puede parecer una tarea intimidante, pero vale la pena hacer el esfuerzo y estar dispuesto a interactuar”, aconseja Cristina. 

“Es importante que la sociedad siga tejiendo aún más redes de apoyo y crear conciencia sobre el hecho de que hay personas de la comunidad LGBT+ en todos lados y se presentan en todo tipo de formas: madres y padres de familia, pilares dentro de sus comunidades o incluso líderes dentro de una empresa”, agregó. 

En México viven 5.1 millones de personas de la comunidad, que representan a uno de los grupos poblacionales más vulnerables no sólo en el aspecto laboral y social, también en el reconocimiento y ejercicio de sus derechos básicos. Generar espacios seguros desde todas las trincheras es fundamental para habitar un mundo más justo, diverso e igualitario.