Buscar
Arte e Ideas

Lectura 5:00 min

El gen que da la memoria del miedo

Recientemente se descubrió un gen, denominado OPRL1, relacionado con el TEPT, un avance importante para poder tratar el padecimiento.

La frase estar o quedarse traumado , que normalmente se usa a la ligera, tiene una parte temiblemente cierta. A algunas personas, tiempo después de una experiencia violenta o traumática (trauma equivale a golpe), se les queda una memoria del miedo y rememoran el trauma: tienen pesadillas, alucinaciones, ansiedad, palpitaciones y llegan a perder el interés por la aficiones y diversiones. Esta condición se conoce como trastorno de estrés postraumático (TEPT), y no ha de tomarse a la ligera.

Recientemente se descubrió un gen, denominado OPRL1, relacionado con el TEPT, un avance importante para poder tratar el padecimiento.

El OPRL1, encontrado en el Centro de Investigación de la Universidad de Emory, Atlanta, tiene la información para generar un receptor neuronal que incorpora la molécula nociceptina a las neuronas que expresan el gen.

Los investigadores comprobaron que bloquear el receptor a la nociceptina elimina los síntomas similares al TEPT que padecen los ratones.

También descubrieron que personas con TEPT tienen altos niveles del receptor a nociceptina en la región cerebral conocida como la amígdala.

PODRÍA BASTAR UNA PASTILLA...

El TEPT es un trastorno de ansiedad con desregulación del miedo y los estudios en ratones nos dan claves de lo que puede estar pasando a nivel genético en las personas, pues este gen parece tener funciones parecidas en ratones y en humanos , dijo el líder del proyecto , Raúl Andero Galí (ejemplos comunes de desregulación emocional son la ira o la histeria inapropiada; es un fenómeno que entra como componente de muchos trastornos mentales).

Nuestros estudios sugieren que se podría potencialmente evitar que la gente padeciera el TEPT dándoles una simple pastilla o inyección a las pocas horas de haber experimentado un acontecimiento traumático, como un accidente de un coche , dijo el investigador de origen español y de apenas 32 años.

También encontraron que las personas traumatizadas, no militares, como las víctimas de abuso infantil, tienen problemas para distinguir entre entornos seguros y ambientes peligrosos (un síntoma central del TEPT).

Estas personas también tienen una mayor activación cerebral en las áreas relacionadas con el miedo y el procesamiento del dolor.

NUEVO FÁRMACO

Andero Galí y sus colegas sintetizaron un fármaco dirigido a bloquear gen OPRL1. Cuando se inyecta y llega a la amígdala a través de la sangre de los ratones, poco después de la exposición al trauma, el fármaco altera la formación de recuerdos del miedo en los animales.

Sin embargo, reconocen que se necesita más investigación para confirmar estos resultados y para explorar más a fondo cómo se crea la memoria del miedo.

El investigador aclaró que a la fecha están identificados más de una docena de genes relacionados con el miedo y el estrés postraumático, cada uno relacionado con componentes diferentes; uno puede estar relacionado con el desarrollo del TEPT, otro con su mantenimiento, es decir, todavía no sabemos mucho exactamente qué hacen esos genes , dijo.

Andero informó que después de tres años de investigación, su grupo sabe que OPRL1 está relacionado con que los pacientes con TEPT tienen más miedo, y el miedo es uno de los componentes de estrés postraumático, pero no el único .

De acuerdo con un artículo del Instituto Nacional de Psiquiatría Juan Ramón de la Fuente, del 2005, titulado Prevalencia de sucesos violentos y de trastorno por estrés postraumático en la población mexicana , en el país, 68% de la población ha estado expuesta al menos a un suceso estresante en su vida , pero sólo 2.3% de las mujeres y 0.49% de los hombres presentaron trastorno de estrés postraumático , siendo la violación, el acoso, el secuestro y el abuso sexual los sucesos con mayor manifestación de TEPT.

Se estima que sólo una de cuatro personas manifiesta un TEPT después de un suceso traumático , además, refiere que la prevalencia anual de estrés postraumático en la población general de Estados Unidos de América alcanza 7.8%, y en el ámbito mundial se ha estimado que 8% de los habitantes desarrollará este trastorno en algún momento de sus vidas .

Ante este panorama, Andero Galí dijo: Es posible que actuando en diferentes vías y receptores a la vez, más terapia psicológica, se pudiera prevenir el TEPT, aunque todavía estamos lejos .

Existe la opción de usar otros fármacos como el antibiótico, d-cicloserina, usado para tratar a pacientes con neumonía y que después se descubrió que tenía efectos beneficiosos en el tratamiento de fobias y en pacientes con trastorno de estrés postraumático.

La idea futura que aún suena a ciencia ficción es que cuando una persona sea expuesta a un acontecimiento traumático, vaya al hospital a los pocos minutos para que le hagan un análisis de sangre; ahí, se vea cuál es la expresión y variantes de sus genes y las posibilidades de desarrollar TEPT, y de acuerdo a esto, recetar uno u otro fármaco .

elizabeth.ruiz@eleconomista.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete