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Arte e Ideas

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El olfato, guía para que niños tomen decisiones

Basados en las emociones que producen los olores, los menores seleccionan, por ejemplo, un alimento o cómo comportarse.

Psicólogos y neurocientíficos han investigado a fondo las conductas olfativas en recién nacidos y adultos, pero poco se sabe sobre las características del olfato durante la infancia y la adolescencia. Un estudio llevado a cabo por el Centro Monell, en colaboración con el Museo Please Touch de? Filadelfia (un museo de ciencias interactivo para niños), dan importantes hallazgos sobre la toma de decisiones en los pequeños.

El estudio revela que los niños comienzan a usar la información olfativa para ayudar a guiar sus respuestas a caras emocionalmente expresivas a los cinco años de edad; también se avanzó en la comprensión de cómo los niños integran diferentes tipos de información sensorial para dirigir su comportamiento social.

A pesar de que no podemos estar conscientes de ello, el sentido del olfato influye en cómo los adultos procesan información emocional y social para guiar sus decisiones y comportamiento... Nuestros hallazgos establecen que, a partir de los cinco años, el olor también influye en las decisiones emocionales de los niños , explicó Valentina Parma, investigadora de la Escuela Internacional de Estudios Avanzados y líder del estudio.

Más de 150 niños de tres a 11 años de edad participaron. Primero olfateaban uno de tres olores: a rosa, pescado podrido o ningún olor, luego se les pidió que escogieran una de las dos caras que aparecían en una pantalla. La expresión de los rostros podía ser feliz o enojada , explicó.

Los resultados revelaron que los niños hasta la edad de cinco años tienden a elegir la cara feliz, independientemente del olor detectado, los niños prefieren estas caras porque transmiten una emoción positiva, es una tendencia general que es bien conocida después de otras investigaciones .

Sin embargo, después de los cinco años, los niños comienzan a elegir la cara cuya expresión es congruente con el olor que apenas han percibido. El olor que subjetivamente juzgaron como menos agradable los hizo más propensos a seleccionar el rostro enojado...Este comportamiento se hace cada vez más evidente con la edad , explicó Parma.

En el Centro Monell, científicos trabajan juntos para centrarse en la comprensión de los mecanismos y funciones del gusto y el olfato y definir el significado amplio de estos sentidos en la salud humana y la enfermedad, Monell es el único instituto científico independiente dedicado a la investigación básica sobre el gusto y el olfato.

Una gran aportación para terapias futuras

Nuestro trabajo ayuda a llenar una brecha en la literatura describiendo cómo la vista y el olfato se integran durante el desarrollo típico en niños y adolescentes e indicando cómo el sentido del olfato puede afectar la capacidad de un niño para hacer elecciones, pues muchas hipótesis se han presentado para explicar los mecanismos subyacentes a este proceso , aseguró Parma.

Comentó: Lo más probable es que este comportamiento esté relacionado con el desarrollo de la teoría de la mente, es decir, con la capacidad de tomar la perspectiva de otra persona. Sabemos que esta capacidad mejora significativamente alrededor de los cinco años, por lo que la hipótesis de que la selección de la cara que muestra una expresión congruente con la señal olfativa está relacionada con la capacidad de identificarse con la persona cuya cara se muestra en el monitor .

Ahora que sabemos que los niños de tan sólo cinco años usan olores para tomar decisiones basadas en emociones, puede ser posible usar esta información en los escenarios educativos para guiar el comportamiento social , explicó Parma.

Ahora los investigadores pretenden explorar si este mismo camino de desarrollo se aplica a los niños con trastorno del espectro autista. Si es así, el sentido del olfato podría representar una herramienta útil para complementar las opciones de tratamiento social y emocional.

Otro aspecto particular de este estudio es que se llevó a cabo con niños que visitan un museo, el proyecto fue posible gracias a una subvención de la National Science Foundation, una importante institución estadounidense que ofrece fondos para programas de alcance que ponen al mundo de la investigación en contacto con el de los museos de ciencias.

nelly.toche@eleconomista.mx

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