Elinor Ostrom: los problemas colectivos tienen solución

Comenzar un texto sobre Elinor Ostrom (Los Ángeles, EU, 1933) diciendo que es la primera, y a la fecha la única, mujer en ganar el Nobel de Economía es disminuirla. La importancia del trabajo de Ostrom está más allá del género y la jerarquía de un premio.

La gran científica visitó México. Primero dio una conferencia magistral en la UNAM y el día de ayer presentó su libro Trabajar juntos (en coautoría con Amy Poteete y Marco A. Janssen).

Fue una presentación rica, que hace que se antoje el libro, que a primera vista podría parecer muy académico.

Trabajar juntos trata sobre los problemas metodológicos que enfrentan los estudiosos del problema de los bienes comunes, es decir, aquellos que no le pertenecen a un solo individuo.

El tema, en realidad, nos toca a todos de un modo o de otro. Bienes comunes son lo mismo los campos de pastoreo y las zonas de pesca, que el Internet, el conocimiento y el genoma humano.

Pero para hablar del asunto hace falta un breve repaso por las ideas de Ostrom y su aporte a la economía y la ciencia política.

EL PASO DE LA TRAGEDIA?AL DRAMA

Elinor Ostrom se llevó en el 2009 el Nobel por su trabajo relacionado con la economía política. Por cierto, hay que decir que Ostrom no es economista sino politóloga. Este último detalle tiene más importancia que la simple anécdota: al tener una perspectiva distinta a la del economista, Ostrom dotó al campo de un nuevo enfoque en uno de los asuntos que más preocupan a la ciencia económica: los problemas de acción colectiva, especialmente aquellos relacionados con los bienes comunes.

No hace falta ser un letrado en economía para entender la importancia del trabajo de Ostrom. Una explicación breve: los problemas de acción colectiva son aquellos en los que un miembro de un grupo recibe el mismo beneficio por no cooperar con sus compañeros que colaborando.

Esto es tan cotidiano que todos lo hemos vivido; baste pensar en todas esas veces en que un gorrón ha escapado de la comida sin pagar. Uno de los grandes problemas de acción colectiva se conoce como la tragedia de los comunes, que consiste en lo siguiente: todo bien común será sobreexplotado porque cada individuo que lo usa obtiene de él mayor beneficio si no colabora en su cuidado que si lo hiciera.

La acción racional, obtener el beneficio sin aportar cuidado, acaba destruyendo al bien.

Por eso es una tragedia, porque no tiene solución: al final, todos pierden, el grupo y también el individuo.

¿Es así? He aquí lo revolucionario del trabajo de Ostrom. Es el paso de la tragedia al drama: la tragedia de los comunes es un conflicto que puede solucionarse.

Gracias a su exhaustivo trabajo de campo, encontró múltiples modelos de propiedad colectiva en los que se evitaba la tragedia de los comunes.

Comunidades autocontenidas trascienden la acción individual sin necesidad del Estado o de una gran corporación.

No hay una sola manera de equilibrar la acción racional individual con el bien del grupo. Se necesitan acuerdos institucionales flexibles y respetados por toda la comunidad, así como un reconocido liderazgo.

Las investigaciones de Ostrom demostraron el triunfo de una tercera vía, una que no transita por los caminos ni de la estatización ni de la privatización.

Varias preguntas surgen sobre el trabajo de Ostrom. Por ejemplo, cómo formar comunidades exitosas en las que sus miembros no tengan que renunciar a la identidad individual.

Ostrom se ha dedicado a dar respuestas a cuestiones así y su teoría se considera como una evolución del modelo económico neoclásico tradicional.

EL CONOCIMIENTO TAMBIÉN ES UN BIEN COMÚN

Trabajar juntos, el nuevo libro de Ostrom, es un texto sobre metodología, pero también es una solución a un problema de acción colectiva. El estudio de los problemas de acción colectiva y de los bienes comunes es de interés de varias ciencias; lo mismo de la historia que de la antropología, la biología que de la economía y la ciencia política. Hay, como explican Ostrom y sus coautores, la necesidad de tener un lenguaje común.

El libro propone, a través de varios métodos, la existencia de un marco teórico común.

Es necesario hacer un cruce multidisciplinario para tener una visión más rica de las acciones colectivas y los bienes comunes. Así, los investigadores, que también están obligados a la acción colectiva, solucionan sus dificultades de acercamiento teórico.

El conocimiento no es obra de un solo individuo, sino de una concatenación de trabajos e intereses individuales que funcionan, algunos, de manera simultánea. El conocimiento es, en resumen, también un bien común que está sometido a la gobernanza colectiva.

Este enfoque metacientífico es de lo más interesante.

Trabajar juntos se publicará en español en noviembre de este año y se espera que Ostrom y sus coautores los presenten en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Elinor Ostrom

Politóloga estadounidense

• Fue galardonada con el Premio Nobel de Economía en el 2009.
• Es la primera mujer en ganar el premio en esa categoría.

Fecha de nacimiento:

• 7 de agosto de 1933, Nueva York, Estados Unidos.
• Afiliación en el momento de la adjudicación del premio:
• Universidad de Indiana, en Bloomington, Estados Unidos; Arizona State University, Tempe, Estados Unidos.

La motivación del Premio:

• Por su análisis de la gobernanza económica, en especial de los recursos compartidos .

Campo:

• La gobernanza económica.

Contribución:

• Puso en tela de juicio la sabiduría convencional, demostrando cómo la propiedad local puede ser manejada con éxito por el bien común local, sin ningún tipo de regulación de las autoridades centrales o de privatización.

concepcion.moreno@eleconomista.mx