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Empoderamiento femenino, un escenario complejo en 2023 y hacia el futuro
Considerar que la mujer como individuo es responsable de su empoderamiento y autonomía es un error, se piensa que es una cuestión meramente de voluntad y que ella decide, sin embargo es un problema estructural, coinciden especialistas.
Considerar que la mujer como individuo es responsable de su empoderamiento y autonomía es un error, se piensa que es una cuestión meramente de voluntad y que ella decide, sin embargo es un problema estructural, coinciden especialistas en foro de la Universidad La Salle
La Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, en su quinto objetivo, establece la meta de conseguir la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas. A pesar de que sólo restan siete años para alcanzar este propósito, ¿es posible que aún podamos hacerlo? Investigadoras y especialistas de la Universidad La Salle participaron en el foro titulado “Diálogo: Empoderamiento de la mujer, Retos al 2030” y discutieron acerca del progreso alcanzado hasta el momento y la viabilidad de cumplir con las metas propuestas.
El empoderamiento femenino es en realidad un escenario multifactorial; cuando se habla de ello, uno de los principales errores es considerar que la mujer como individuo es responsable de su empoderamiento y autonomía, se suele pensar que es una cuestión meramente de voluntad y que ella decide, sin embargo es un tema estructural, por ello las especialistas abordaron este fenómeno desde la salud sexual, el ámbito económico, jurídico y la violencia digital.
Para este último punto, la doctora Claudia Benassini Félix, investigadora especialista en sociología y entornos digitales, explica que hay una serie de evidencias que demuestran que el entorno digital puede servir para el empoderamiento femenino, pero desafortunadamente también están expuestas al ejercicio de la violencia y sus consecuencias, esto se traduce en un retroceso muy importante.
La violencia digital tiene distintas finalidades, pero sobre todo tiene que ver con un daño moral hacia las personas, pueden ir desde algo muy simple como subir una imagen a redes y que se convierta en meme, hasta circular por todas las plataformas fotos privadas que pongan en peligro nuestra integridad. “Estas son formas de violencia que se ejercen constantemente, pero también existe el robo de datos, identidad, amenazas, donde todas las mujeres son muy propensas a este tipo de situaciones”.
El ámbito jurídico
Estos son problemas que han surgido a una velocidad impresionante y las respuestas se han tardado, pero una de las más importantes son los mecanismos jurídicos que han surgido en los últimos años para combatir y sancionar este y otro tipo de casos en cuestión de género. En este sentido la doctora Alma Guadarrama Muñoz, especialista en derechos humanos, comparte que en 2021 se inserta la violencia digital en nuestra Ley General para una vida libre de violencia.
Pero además hay otras iniciativas encaminadas a empoderar a la mujer, por ejemplo, la Ley General para la Igualdad entre hombres y mujeres, que busca el acceso al trato igualitario en cuanto a oportunidades, el goce y ejercicio de derechos humanos y libertades, pero atendiendo a las diferencias biológicas, sociales y culturales.
En este contexto dijo que nuestras sociedades son complejas y nos enfrentan a escenarios que impiden la materialización de esta igualdad. Sin embargo hoy hay reformas como la del Artículo 4° Constitucional que en 2009 cambia su primer párrafo y establece que la mujer y el hombre son iguales ante la Ley, esto llevó a una serie de cambios, los últimos de 2022 por ejemplo, insertan el concepto de paridad de género en el artículo 1°, además se agrega otro ámbito en materia de igualdad que es el de la salud, uno más es la adición de la fracción 17 del artículo 17° en razón de fomentar el reconocimiento y la participación de la mujer en la ciencia y la tecnología, así como de las investigadoras.
La especialista refiere que una de las iniciativas más importantes que se están discutiendo en este momento en el legislativo es sobre el sistema nacional de cuidados y una propuesta de Ley general, “esto es importante porque busca que exista una corresponsabilidad en esta materia entre hombres y mujeres, familia, comunidad, sociedad, lo que va a coadyuvar en la empleabilidad de las mujeres quienes mayoritariamente se encargan del tema de cuidados”.
El ámbito económico
“Cuando pensamos en el ámbito estructural de la inequidad para las mujeres, tiene que ver con la participación de ellas en la vida pública y su incorporación al mercado laboral”, explica la doctora Artemisa Montes Sylván, especialista en economía. El 76.5% de los hombres están empleados mientras sólo el 46.5% de las mujeres participan de actividades remuneradas. Esta diferencia es el parteaguas de una serie de desventajas.
Pero una vez dentro del mercado laboral, las mujeres también se encuentran con otra serie de inequidades, una de las más importantes es la brecha salarial, donde aún haciendo el mismo trabajo las mujeres ganan mucho menos que los hombres. El promedio nacional habla de un 14%, por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer gana 86 pesos, eso quiere decir que una mujer tiene que trabajar 51 días más para ganar lo mismo que un hombre.
De ahí deriva otro problema, que es la pobreza laboral, esto quiere decir que aunque la gente trabaja, el salario que perciben no es suficiente para cubrir sus gastos mínimos de alimentación. En México tenemos 49.6 millones de personas en estas condiciones. De cada 100 que son hombres, 111 son mujeres. “Esto no es solo un tema de empoderamiento de las mujeres, tiene un componente social más amplio, porque ahora en México tenemos 11.5 millones de hogares con jefatura femenina. Si estas mujeres no tienen un ingreso digno, tenemos el mismo número de familias que se están retrasando en su desarrollo social, económico, educativo, emocional, entre otros factores que convierten en un problema muy complicado empoderar a las mujeres en estas condiciones”.
El ámbito de salud
Un último tema es la salud, si hablamos específicamente de la salud sexual y reproductiva de niñas y adolescentes, hablamos de 19 millones de personas según el INEGI, este es el 15% total de la población. A partir de esto hay que pensar que el tema tiene que ser visto desde la óptica de la salud pública, asegura la doctora Andrea Bautista León, especialista en demografía y educación.
Desde los años 70 cuando se promulgó la ley de población se comenzó con una política de reducción de la fecundidad, esta tuvo como resultado que pasáramos de 6.6 hijos hasta 2.07. Parecería un gran logro, pero en fechas actuales el alza ha sido en la fecundidad adolescente, esta tiene disparidades regionales y de estrato social muy importantes. Chiapas, Michoacán y Durango tienen las tasas más grandes de embarazo adolescente a la par son los estados con mayores problemas estructurales de pobreza, desigualdad y violencia. En este sentido el derecho a la salud incluye también un derecho social que debería abarcar la perspectiva de género.
Otro tema muy delicado es el embarazo en niñas de 10 a 14 años, la tasa no ha sido posible disminuirla y estas adolescentes están embarazadas con personas adultas, “no se puede hablar de empoderamiento cuando tenemos un problema a muy temprana edad, esto repercute en poder tener acceso a la salud con una perspectiva de género”.
Asesoramiento gratuito
Como parte de las acciones de La Salle para generar conciencia y prevenir actos de discriminación, acoso y violencia en razón de género se puso al servicio de la comunidad la orientación y acompañamiento gratuito a mujeres a través del despacho pro bono de la universidad, es un grupo de abogadas que pueden apoyar en diversos temas como hostigamiento laboral, violencia intrafamiliar, psicológica, económica, acoso o abuso sexual.
Para recibir asesoramiento tiene que escribir al correo despachoprobono@lasallle.mx